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31 de enero, 2011

La personalidad del Presidente

Hay que multiplicar mucho la riqueza colectiva, la cultura y el conocimiento
El Presidente de la República fue entrevistado por Francisco Miró Quesada Rada, director del diario El Comercio de Lima, durante su visita de Estado a Perú. Su publicación se realizó el 28 del corriente con el título “El presidente que es poeta”. Mujica señaló, entre otros aspectos, que el socialismo puede ser la fruta madura del desarrollo, del conocimiento y de la riqueza, tal vez como nunca hemos visto en la tierra. Subrayó que no es para ignorantes, por más sentido de la justicia que tengamos. Dijo que, en Uruguay, estamos en una etapa en la que hay que luchar por multiplicar los bienes materiales tanto como la cultura y el conocimiento.

El presidente que es poeta

Por: Francisco Miró Quesada Rada

Viernes 28 de Enero del 2011 EL COMERCIO

Cuando leí la reseña biográfica de José Alberto Mujica Cordano, presidente de la República Oriental del Uruguay, lo primero que salta a la vista es su profesión de chacarero y entre paréntesis dice floricultor. Un hombre dedicado a la vida dura, pero a la vez bucólica del campo, de esos campos llanos que hay en su país pero también a las flores que embellecen los campos, adornan nuestras casas, se convierten en símbolos de amor, afecto y cariño.

Y así nos recibió, sencillo y afectuoso, pero en él también está el luchador social y político. Como muchos políticos de nuestro continente que llegaron a la Presidencia de la República, sufrió prisión y recuperó su libertad al retornar la democracia, esa democracia que anidó desde inicios del siglo XX en el Uruguay hasta el “golpe desde Palacio”, de Bordaberry, y la posterior junta militar. Fue en esta renaciente democracia que se reconstruye el Movimiento de Liberación Nacional (MLN) y sus militantes pasan a ser denominados por la izquierda como “los históricos”. Posteriormente Mujica al lado de otros líderes del MLN, diversos grupos de izquierda e independientes crearon el Movimiento de Participación Popular (MPP), que integra la coalición partidaria Frente Amplio, en el poder desde la elección de Tabaré Vázquez. Fue diputado, senador y ministro, para finalmente ser elegido candidato a la presidencia en las elecciones internas de dicho frente.

Quisiera iniciar esta conversación diciéndole dos cosas. A Uruguay le dicen la Suiza de América y al Perú también. Aquí porque tenemos un sitio muy bonito que se llama la Cordillera Blanca, donde precisamente se juntan los nudos de la cordillera de los Andes y es una zona hermosa que me recuerda a los Alpes suizos. ¿Por qué a Uruguay se le decía la Suiza de América?
Debido a una larga tradición institucional, con dos períodos históricos en los que se instituyó el cuerpo colegiado en el manejo del Ejecutivo, cosa que, en general, en América Latina no se dio en ninguna parte. En 1917, luego de muchas luchas, se dio una reforma constitucional y don José Batlle y Ordóñez impuso un cuerpo colegiado que duró hasta los años treinta primero.

Después hubo un golpe de Estado…
Hubo un golpe de Estado medio sui géneris en aquella coyuntura penosa en toda América Latina cuando la crisis mundial del 29 al 30 en la que prácticamente hubo golpes de Estado en todos lados, salvo en Costa Rica, creo. En Uruguay por esa época hubo un golpe de Estado que dio el doctor Terra, una persona allegada a Batlle y Ordóñez, era un colegiado y bueno allí se dio una reforma constitucional y se dio otra vez el régimen presidencial. Pero en la década del 50, discípulos de Batlle volvieron a levantar la bandera del colegiado, vino entonces un período de dos elecciones dentro de este sistema.

¿Cómo llegan al sistema presidencialista, se da una reforma constitucional en 1966? Gestido es el primer presidente tras la experiencia del colegiado. A mis alumnos de la universidad les digo que desde 1972 –en que se dieron esos golpes de Palacio– hasta 1992 se les llamó Bordaberrismo (por Bordaberry)…pero después del 92 a la fecha se les llamó fujimorismo…
Es el mismo palo con distinto colgante…

Usted fue protagonista en esa época, habría que analizar las causas por ese golpe y ver qué pasó en Uruguay, surgieron esos movimientos violentos que aquí les llamamos Túpac Amaru y en Uruguay tupamaro.
Lo que pasa es que en Uruguay el nombre tupamaro es histórico. Desde la Colonia el que se levantaba contra el poder era llamado peyorativamente tupamaro, tomando la imagen de rebelión que los propios españoles utilizaban. Existen novelas de 1880, 1890 que ya rescatan la historia, no es un nombre intelectual inventado a la luz, sino un nombre de reliquia de nuestra propia historia.

¿Cómo era la situación en ese momento tras 50 o 60 años de democracia?
Hubo un creciente deterioro tras la Segunda Guerra Mundial. Nosotros habíamos sido el hijo bastardo del imperio inglés. Nuestra dependencia económica estaba pautada en una sólida relación en términos de exportación y de servicios fundamentales con Inglaterra. Ellos como cualquier imperio se llevaban lo mejor, pero había una notoria estabilidad y previsibilidad en la marcha económica que nos permitió los medios económicos para algunos ensayos de carácter político y distributivo que nos dio muy tempranamente ese tono de Suiza de América. Pero no nos engañemos, en Suiza hay estabilidad porque hay para repartir, porque las tensiones sociales están latentes. Aun así, de toda esa etapa histórica nos quedó un modo de ser porque cada situación que pasa en el tiempo es historia y siendo producto también se transforma en causa. Se da un modo de ser liberal, no en el sentido económico, sino en las relaciones sociales, en una tolerancia muy democrática. Fue una época en que la Iglesia fue barrida para el costado en Uruguay por don José Batlle y Ordóñez, él escribía Dios con minúscula. En la práctica su gestión fue el primer proyecto socialdemócrata porque hizo una serie de cosas que no se hacían en el país.

El presidente Mujica sigue la línea y me explica cómo vino la debacle en Uruguay. “El deterioro estableció una crisis crónica, apareció la inflación que no existía ¿y usted sabe una cosa? Históricamente los que más se rebelan en la vida son los que están relativamente bien en la vida y de repente caen. Los que siempre están en la miseria, generan resignación. Uno de los gremios más combativos en mi país han sido los bancarios, por ejemplo. La caída del poder adquisitivo genera desigualdad y se acaba eso de la Suiza de América Latina.

Pero hubo otras causas…
Claro, esas fueron las causas de fondo y después se dieron las causas accesorias como la revolución cubana, la discusión en el campo de las ideas que va a tener su cuota aparte en el surgimiento de nosotros, Hay que ubicarnos en el contexto del tiempo. Los hombres somos esclavos de la época en las que nos toca vivir.

Otra cosa que llama la atención en América Latina es que Uruguay siempre tuvo el famoso bipartidismo, pero ¿qué pasó, por qué ya no hay eso?
Ahora hay un tripartidismo que tiende a ser un bipartidismo por momentos. Se ha formado una alianza de izquierdas que tiene unos 40 años. No es una alianza que surge al calor electoral, es una construcción larga que empieza a fines de la década del sesenta.

Y esta izquierda, de qué tipo es: ¿marxista, socialdemócrata?
De todo. Tiene desde el Partido Comunista hasta los socialcristianos. Es una plurizquierda, sí señor. Creo que es un caso único. Creo que un sistema tan vasto y firme en el tiempo ya no se tiene en ninguna parte. Fue posible en Uruguay por nuestra herencia histórica, porque en realidad todos nuestros viejos partidos tradicionales toda la vida fueron frentes, nunca fueron partidos en el sentido europeo. Eran partidos laxos que tenían en su interior una derecha, una izquierda y un centro. Eso le dio a Uruguay un tono muy negociador de la política interna, porque si no los gobiernos no se mantenían.

¿Y usted cómo adopta la izquierda?
Yo pertenezco a esa época en la que nos damos cuenta en que el país se nos venía abajo. Eso empieza a pasar en muchos lugares.

¿Cómo se define usted?
Creo que el hombre es antropológicamente socialista, es gregario. Ha vivido el 90% de su historia arriba de la tierra, sin que lo mío y lo tuyo lo separara y con un sentido de la propiedad colectiva. El 90% de lo que hemos vivido arriba del planeta es prehistoria. Creo que hay una memoria subliminal. Ahora bien, no tengo una visión estatista a ultranza. Justamente ahora la palabra socialismo es como la palabra alga, es decir define cosas muy distintas. Dentro del variopinto socialista hay de todo, hay gente estatista que piensa en la nacionalización de los medios de producción. Yo no estoy en esa escuela, pero además pienso que la barrera más grande que hay en una sociedad de carácter socialista son dos cosas: hay que multiplicar mucho la riqueza colectiva y multiplicar mucho la cultura y el conocimiento. No es posible plantearse una sociedad que funcione con sentido socialista en medio de la ignorancia y la miseria. El socialismo puede ser la fruta madura del desarrollo, del conocimiento y la riqueza como tal vez no hemos visto en la tierra. No es para bestias, no es para ignorantes por más sentido de justicia que quisiéramos tener. Entonces estoy en una etapa en la que tengo que luchar por la multiplicación de los bienes materiales en mi país, de la cultura y el conocimiento. Otro tiempo vendrá, pero aquellos que no quieren trabajar dentro del capitalismo les planteo abiertamente que se organicen con los que piensen igual que usted y tenga un bien colectivo y adminístrelo y ayude a multiplicar la riqueza. Más claro, haga una empresa autogestionaria.

¿Cuánto es el sueldo mínimo en Uruguay?
Es una ficción teórica, 6 mil pesos, unos 300 dólares, pero nadie paga eso.

Cambiemos de tema y pasemos a hablar sobre los temas del Uruguay de hoy como la controversia que tuvieron por la papelera.
Ese problema no lo resolvió La Haya, sino la solución política entre los dos gobiernos. Se dio una solución negociada, de reconocimiento y respeto. Hemos establecido un régimen científico de control de todo el río Uruguay, de los deshechos que van al río para enterarnos de las barbaridades que estamos haciendo con el río e irlas corrigiendo. Sabíamos perfectamente que la mejor fábrica era esa, pero no estropean el medio ambiente porque si no pierden la oportunidad de ganar. Esto nos está ayudando a conocer otras cosas graves que están ocurriendo en el río. Nosotros tenemos viejas fábricas que están tirando los deshechos al río, igual pasa en Argentina y no podemos cerrarlas porque creamos un problema de trabajo a la gente. Pero al identificar el problema hay que solucionarlo porque no hay otro camino, porque si nosotros queremos preservar puro el medio ambiente debemos empezar por eliminar al hombre, entonces qué hacemos: trabajar, vivir y ayudar a cuidar las cosas y gastar en no depredar y recuperar el medio ambiente.

Siempre se ha dicho que Uruguay está entre dos colosos…
Uruguay es un algodón entre dos cristales, nos condenaban a ser un estado tapón, pero nuestra decisión es que sea un Estado puente, que trate de unir la Amazonía con la pampa. Pero como esa relación es muy asimétrica, mira Brasil, Argentina, entonces debemos intentar que Mercosur se amplíe.

Parece que Venezuela está intentando entrar al Mercosur.
Sí, pero el Senado paraguayo debe votar y hay cierta resistencia a Chávez. Pienso que no se debe confundir un país con un régimen, los gobiernos pasan, los países quedan. Venezuela es un elemento compensatorio de todo el río de La Plata porque es rico en energía y demandante en lo que nosotros producimos, bien serviría para amortiguar esas diferencias que existen.

He leído que usted gobierna desde su casa…
Soy campesino, me gusta la tierra, mis plantas…

¿Cómo define la poesía?
La vida es poesía, la poesía camina por todas partes. Si al conocimiento no le sacamos la emoción y la belleza, el conocimiento es un ladrillo.

Usted es un presidente poeta…
La vida es poesía. Mire esas plantas verdes, ese verdor tiene la magia de sacar energía de la luz. Estamos rodeados de maravillas, hay que tener ojos para verla.

¿Cómo se siente de presidente?
Soy desacartonado, archivé la corbata, fui el primer presidente en entrar al Parlamento en jean.