Crónica de un mal amigo
José Mujica acompañó promoción de libro de Tabaré
Vázquez sobre experiencias con el cáncer
El presidente José Mujica acompaño la
presentación del libro “Crónica de un mal amigo”, la
publicación del ex presidente Tabaré Vázquez, donde repasa
sus experiencias en el campo de la oncología. En la
presentación, a cargo de Mario Delgado Aparaín y de
Mauricio Rosencof, se citó la frase de Vázquez al ser
consultado por el diferendo de la tabacalera Philips Morris:
“no se negocia la soberanía ni la salud de la población”.
Unas 300 personas se acercaron al
salón de actos de la Torre de los Profesionales, lugar
donde el ex presidente Tabaré Vázquez presentó su libro
“Crónica de un mal amigo”, publicado por la editorial
Aguilar. La presentación contó con la presencia del
presidente de la República, José Mujica, acompañado por
su señora, la senadora Lucía Topolansky y el
vicepresidente Danilo Astori, además de otras figuras
del gobierno, como el ministro de Salud Pública Daniel
Olesker.
El libro recoge los relatos de algunos
casos médicos que Tabaré Vázquez, médico especializado en
oncología desde hace 40 años, observó a lo largo de su
dilatada trayectoria. El objetivo de la publicación, según
sus palabras, procura que los lectores y la población en
general atiendan a la prevención del cáncer y, en caso de
padecerla, demostrar que se puede combatir ese mal y
curarse de ese mal doloroso.
La presentación del libro se realiza el
día en el cual el Instituto Nacional contra el Cáncer
informó que se redujo un punto la incidencia del mal entre
los uruguayos, un hecho calificado por Tabaré Vázquez como
“altamente positivo”.
La vocación de Vázquez se puede
observar, entre otras anécdotas contadas por él mismo en la
presentación, cuando recordó ante el auditorio que, previo
al tratamiento del orden del día en cada Consejo de
Ministros, José Mujica solicitaba al ex mandatario que
citara los últimos avances de la ciencia contra el cáncer:
“se te cambia la cara”, como le recordó Vázquez a Mujica.
El actual presidente formó parte del gabinete de Vázquez,
como ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca.
La presentación estuvo a cargo de María
Inés Obaldía, quien leyó fragmentos de la publicación y
presentó a los invitados, Mauricio Rosencof y Mario Delgado
Aparaín. Ambos compartieron el honor de leer los primeros
borradores y ambos, también, subrayaron la enorme vocación
del ex presidente por el tema.
Rosencof recordó el origen del consumo
del tabaco, un producto del continente americano cuyo
consumo se europeizó y extendió al resto del mundo a lo
largo de seis siglos. También trajo a colación la frase de
Vázquez ante un grupo de periodistas que le consultó su
posición sobre la disputa de la tabacalera Phillip Morris
contra el Uruguay, dada la aplicación de medidas contra el
tabaquismo, cuando dijo: “no se negocia la soberanía ni la
salud de la población”.
Expresó que todos los relatos del libro
demuestran que la enfermedad es combatible y curable,
además de subrayar que la mejor estrategia es comenzar por
la prevención. También recordó las palabras de un escritor,
que también conoció los originales y que Rosencof no
nombró, quien expresó su satisfacción por una obra hecha
con la mano de un hombre político que narra hechos
conmovedores.
Uno de los puntos más emotivos de la
tarde fue la oratoria de Mario Delgado Aparaín. Recordó sus
etapas más duros en la cama de un hospital, aquejado por el
cáncer, cuando acompañado por José Carbajal “el sabalero”,
le susurró su murga “La Muerte”, ante la mirada respetuosa
de médicos y enfermeros que se agolparon en silencio para
acompañar ese momento.
Entusiasmado por los relatos en forma de
crónica, un género que rescata historias y que es
largamente desarrollado por la literatura latinoamericana,
expresó que “yo creo que las pequeñas historias de todos
nosotros se conforma la historia nuestra, la de la Nación”.
El aborto y el cáncer
Al final del evento, María Inés Obaldía
solicitó a Tabaré Vázquez que rememore uno de los casos más
complejos que aparece en el libro, que data de 20 años
atrás. Vázquez relató el caso de una mujer que padeció la
operación de mastectomía en el Hospital de Clínicas, su
lugar de trabajo. La extirpación de una mama y las
glándulas axilares metastasiadas obligaban a estudiar la
evolución del caso. Se le aplicaría tanto radioterapia como
quimioterapia. Vázquez comentó su curiosidad al conocer el
caso, pues la señora siempre concurrió sola a las primeras
consultas. Ni amigas, ni compañero, ni familiar alguno.
El problema se recrudece cuando los
análisis comprueban que la mujer estaba embarazada. Allí,
el doctor Vázquez le informa sobre los peligros del
embarazo ante un tratamiento tan agresivo. La tercera
semana de radioterapia y las próximas sesiones de quimio,
que no habían comenzado, hubieran afectado al feto de tal
forma que las malformaciones del futuro niño, cuando no la
muerte, no hubieran sorprendido a nadie. Vázquez le
recomendó abortar, porque en ese momento importaba salvar
la vida de la madre, como explicó.
La paciente escuchó y, sin mediar
palabra, agradeció la consulta y se retiró. No volvió ni a
las sesiones con Vázquez, ni a la radioterapia.
El oncólogo se reencuentra con la
paciente en el Hospital de Clínicas después de cinco años.
Su interés se despertó y comenzó el diálogo con la ex
paciente, pues esa jornada se aprestaba a consultar por una
afección gastrointestinal, un problema muy lejano al que la
acercó al médico oncólogo. Luego de sortear la timidez,
preguntó por el embarazo.
“Bárbaro. Tengo un hijo de cinco años y,
¿sabe una cosa?, es lo único que tengo en el mundo. Porque
yo no tenía ningún familiar cuando me estaba tratando.
Estaba sola. Quedé embarazada y, si me hubiera hecho el
aborto, hoy no tendría un compañero de la vida, como tengo
hoy en mi hijo de cinco años”. Y el ex presidente Vázquez
concluyó: “hoy, si me preguntan qué pienso sobre el aborto,
aparte de lo que ya he hablado, diría que: tengo tantas
dudas como certezas”. |