Imprimir 

15 de febrero, 2011

Bicentenario de emancipación oriental

Ningún conflicto es más importante que la afirmación de nuestra nación y la unidad nacional
En el marco del lanzamiento de los festejos por el Bicentenario del proceso de emancipación oriental, desde el Palacio Legislativo el Presidente Mujica dijo que "es mucho lo que nos queda por delante pero es mucho más lo que han hecho nuestros antepasados. La gesta emancipadora transformó las contradicciones armadas en diálogo político y las confrontaciones en negociaciones, con profundo sentimiento republicano".

El Presidente de la República, José Mujica, presidió en el Salón de los Pasos Perdidos del Palacio Legislativo el acto de lanzamiento de los festejos por el Bicentenario del proceso de emancipación oriental.

El Mandatario dijo que la memoria humana está compuesta por imágenes del pasado -más o menos contemporáneas- rodeadas de pensamientos. De esta forma, especificó que el recuerdo no existe de forma fidedigna, sino que son aproximaciones que van cambiando.

En tal sentido, Mujica precisó que no existe una visión histórica definitiva porque cambia la perspectiva de las personas ya que se está sujeto al devenir y al acontecer del tiempo. No obstante, dijo que "las viejas sombras" son expresión necesaria que pueden llevar a encontrar las claves para el presente y el porvenir.

Afirmó que la emoción histórica une las distintas partes "nunca terminadas de la nacionalidad". Además, agregó que el "sacudón emancipador" recorrió todo el continente y fue definido "como un algodón entre dos cristales". El Mandatario dijo creer sinceramente que nunca tan pocos fueron capaces de semejante hazaña: lograr la independencia y mantenerla crudamente. "La marcha más sublime de nuestra historia", indicó.

Mujica sostuvo que los participantes de la gesta emancipadora lograron transformar "las contradicciones armadas en diálogo político", así como "las confrontaciones en negociaciones". Enfatizó que también lograron el sentido de nación, de republica "donde nadie es más que nadie". Asimismo enfatizó que somos el país de América Latina más equitativo porque "hemos logrado transformar nuestros dolores" de cara al futuro.

Dijo que los eventos del Bicentenario contemplan una agenda rural y urbana, redoblante murgero y desfiles militares, andares a caballo y a pie "porque la Patria es de todos". El Presidente afirmó que hay gestas "que parecen milagros" por la poca cantidad de gente que vivía en ese momento en el territorio nacional.

Señaló que los logros más hondos de nuestra cultura son el valor de la vida humana; un país menos dogmático, más libertad en las calles, con el desafío de "luchar por la libertad dentro de nuestras cabezas".

"Ningún conflicto es más importante que la afirmación de nuestra nación y la unidad nacional", dijo el Presidente al invitar a pensar en este Bicentenario.

También asistieron al evento los ex Presidentes Tabaré Vázquez, Jorge Batlle y Luis Alberto Lacalle, quienes conforman el Comité de Honor del Bicentenario.

El próximo domingo 27, comienzan a desarrollarse los festejos conmemorativos, con la celebración del Grito de Asencio en la ciudad de Mercedes, en el departamento de Soriano.

Palabras del Presidente de la República, José Mujica, durante el lanzamiento de los festejos por el Bicentenario del Proceso de Emancipación Oriental

PRESIDENTE JOSÉ MUJICA: Señores ex presidentes, ministros, señores legisladores, autoridades, simplemente compañeros de mi pueblo. Hoy sabemos que la memoria humana ni por asomo es un banco de datos, ni es una colección ordenada de fotos. Las imágenes del pasado que nos formamos inevitablemente están rodeadas de pensamiento y de imágenes más o menos contemporáneas. En términos estrictos, el recuerdo no existe en forma fidedigna, apenas aproximaciones que los hombres vamos cambiando. No hay, por lo tanto, una visión histórica definitiva, porque además cambia nuestra perspectiva. Hombres sujetos del tiempo y el acontecer. Sin embargo, esas viejas sombras que aletean en la memoria, rodeadas de nuestra imaginación son, tal vez, la expresión necesaria e inevitable para encontrar las claves para el hoy y, sobre todo, la afirmación para el mañana.

La emoción histórica es algo así como la larga masa que une las distintas partes, nunca terminadas, de la nacionalidad. Definidos por ahí hijos de ese sacudón emancipador que recorrió todo el continente, alguien nos definió como un algodón entre dos cristales. Y creo, sinceramente, que nunca tan pocos fueron capaces de semejante hazaña. Lograron la independencia y, sobre todo, mantenerla crudamente, tal vez, la marcha más sublime de nuestra historia. Haber logrado incorporar en las costumbres nacionales -luego de un doloroso y largo parto- una constitución, un pacto constitucional, a nuestras costumbres. Haber logrado transformar las contradicciones armadas en diálogo político y haber logrado transformar las confrontaciones en negociaciones. Haber logrado –a pesar de todos los pesares- la afirmación creciente de un sentido de Nación profundamente republicano, donde nadie es más que nadie, donde caminamos con orgullo pero con humildad, donde esencialmente hemos logrado desde hace muchas décadas fraguar en esta injusta América Latina el país más equitativo y hemos custodiado una cultura que es una identidad, y hemos logrado transformar nuestros dolores, nuestras angustias, reelaborarlas para poder andar hacia el futuro. No es poca cosa.

Creo que debemos sentirnos orgullosos de ser orientales y uruguayos en el contexto de nuestra América y que vamos a celebrar un Bicentenario con un montón de eventos. Seguramente va a haber eventos urbanos y eventos rurales. Habrá desfiles militares y habrá redoblantes murgueros. Habrá, precisamente, marchas a caballo y andares a pie, porque la patria es toda y la patria es de todos. Pero no habrá chovinismo porque, sencillamente, nuestra afirmación es extender los brazos, en primer término, para todos los pueblos de América Latina.

Es mucho lo que nos queda por delante. Porque es mucho más lo que han hecho nuestros antepasados en estos doscientos años. Hay gestas que parecen milagros para el puñado de iniciados que constituyen esta Nación. Nuestro apego institucional, el valor que en Uruguay tiene la vida humana.

Nuestra tolerancia proverbial, nuestra capacidad de caminar codo con codo con inmensas diferencias, precisamente, son los logros más hondos de nuestra cultura y el capital que debemos reproducir y transmitir hacia el porvenir. Cada día un país menos dogmático, precisamente, con una gran libertad en las calles. Tal vez a las generaciones que vienen les toca lo más difícil, luchar por la libertad dentro de nuestras cabezas, pero creo que ello es posible. Por eso estos eventos van a ser humildes, porque humildes somos, porque así somos y reflejamos el carácter de esta Nación, y van a ser republicanos y van a ser de hecho un compromiso.

Que el futuro que anhelamos y por el cual luchamos tras el sueño de crear una Nación que sea mejores que nosotros, como corresponde, pero que nos demos cuenta que la Nación es de todos y que el conflicto es inevitable en la vida y que los hombres están para deshacer entuertos, enfrentar los conflictos y resolverlos. Pero ningún conflicto es más importante que la afirmación de nuestra Nación y que nuestra unidad nacional. Por eso, hagamos con fuerza todo lo posible por repensar hondamente en este segundo centenario de esta nuestra querida Nación. Gracias.

   
 
  Ver fotografías
 
  José Mujica
 
  Ver video