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15 de febrero, 2011

Tras las huellas de la historia

Agenda del Bicentenario promueve el encuentro de la nación con las jóvenes generaciones
"Hagamos que la celebración del Bicentenario, con más de 200 actividades en todo el país, se convierta en un mensaje cargado de futuro y que los jóvenes sean partícipes de un país que los convoca y les abre las puertas", dijo el ministro Ehrlich. Enfatizó que la integración de identidades y la construcción de la república son los principales fundamentos de la tradición del antigüismo que se sostienen hasta en nuestros días.

En el lanzamiento de las actividades por los festejos del Bicentenario, el ministro de Educación y Cultura, Ricardo Ehrlich, dijo que los hechos de 1811 determinaron a nivel nacional y regional la formación de nuestro país y de otras repúblicas. Agregó que la nación se nutrió de la diversidad de pueblos y culturas, en el marco de instancias que fueron cerrando heridas y echando raíces.

El jerarca dijo que en tiempos del centenario, Uruguay era un país que salía de dolorosos episodios de guerra civil, con aumento y diversidad poblacional. "El censo de 1908 refiere a una población apenas mayor a un millón de habitantes", indicó.

Afirmó que esa sociedad diversa legó normas fundacionales y grandes obras institucionales, así como confianza en la capacidad como país. Manifestó que la celebración del Bicentenario ocurre en un momento histórico donde comienzan a converger "nuestras miradas", donde también se construyen el país actual y el del futuro.

"El Bicentenario es un significativo y fermental encuentro con los mayores momentos de la historia que puede contribuir a fortalecernos como sociedad", dijo el ministro.

Destacó que las actividades programadas para este año fueron realizadas mediante una amplia convocatoria, con la instalación de la Comisión del Bicentenario. La convocatoria incluye a los uruguayos que viven dentro y fuera de fronteras. En tal sentido, se desarrollarán más de 200 actividades.

El ministro dijo que serán citas principales los hechos que acompañaron los ideales libertarios como el Grito de Asencio y la Batalla de las Piedras, junto al Éxodo, hecho que marcó la senda del futuro.

Entre la diversidad de actividades, el secretario de Estado señaló el concurso nacional en Educación Primaria y Secundaria para la emisión de sellos conmemorativos por parte del Correo Nacional; la georeferenciación de la ruta del Éxodo; el proyecto raíces que convocará a plantar árboles; la publicación del diario de historia natural de Dámaso Antonio Larrañaga; y la publicación del diccionario del español hablado nacional, trabajo de la Academia Nacional de Letras.

Palabras del Ministro de Educación y Cultura, Ricardo Ehrlich, durante el lanzamiento de los festejos por el Bicentenario del Proceso de Emancipación Oriental

MINISTRO EHRLICH: Señor presidente de la República, don José Mujica. Señora senadora y primera dama, Lucia Topolansky. Señor vicepresidente de la República, contador Danilo Astori. Señora presidenta de la Cámara de Representantes, Ivonne Passada. Señores ex presidentes de la República, doctores Luis Alberto Lacalle, Jorge Batlle, Tabaré Vázquez. Señores ex vicepresidentes de la República presentes. Señor presidente de la Suprema Corte de Justicia. Señores ministros, señoras ministras, señoras intendentas, señores intendentes, legisladores, autoridades nacionales y departamentales, representantes del cuerpo diplomático, autoridades partidarias. Señoras y señores integrantes de la Comisión del Bicentenario de la Revolución de la Independencia del Río de la Plata 2010-2015. Autoridades académicas, policiales, militares y religiosas. Representantes de organizaciones sociales. Compatriotas todos.

Cumpliendo con lo resuelto por el Parlamento Nacional en la Ley 18.677 que declaró a 2011 como el año de celebración del Bicentenario del Proceso de Emancipación Oriental, en el marco de la lucha de los pueblos americanos por su autodeterminación e independencia, reconociendo la participación central de la figura de José Artigas en la misma. En ese marco, en el día de hoy tengo el honor de presentar formalmente, en nombre de la Comisión Nacional creada por dicha norma, el inicio de las actividades de conmemoración de nuestro Bicentenario.

Una conmemoración de esta naturaleza es un momento singular en la vida de un país. Es ocasión de destacar referentes centrales, compartidos por todos, de invitar a renovar miradas y lecturas sobre hechos fundacionales, a profundizar en significación de la acción y el pensamiento de seres humanos excepcionales, así como en el encuentro con la historia de hombres y mujeres corrientes. Es una invitación a compartir un encuentro con aquellos que en momentos históricos particulares, por sus opciones, por sus ideas y por sus acciones, marcaron una senda que sería recorrida por las generaciones siguientes. Es una invitación a la lectura de la historia, desde el mundo de hoy, que mira al futuro desde un cambio civilizatorio y busca claves y referentes en sus raíces. Pero también es una invitación a recorrer el largo camino de hombres, mujeres y comunidades que a lo largo de estos doscientos años fueron creando nuestra nación. A iluminar momentos de nuestra Historia en que la sociedad, en su diversidad, se encontró con su tiempo, confluyó y se encontró consigo misma adquiriendo fuerza transformadora, fuerza constructora de futuro.

Aparecen seres humanos excepcionales, en todos los tiempos que marcan el futuro y que a través de la historia mantienen su vigencia como guías y referentes. Su pensamiento y su acción, su sensibilidad y compromiso ético impregna la propia tierra que irá recibiendo generosa a través del tiempo pueblos y comunidades de orígenes diversos que confluyeron en este territorio por razones muy distintas y que cuando echaron sus raíces se encontraron con esos referentes que hicieron suyos, y suya fue también la sangre derramada, y suyos también los sueños de los que abrieron el camino.

Pueblo diverso que se irá encontrando a través de la historia consigo misma. El territorio y su historia será espacio de encuentro y de unión, así como la cultura diversa que se irá acuñando, compartiendo y construyendo referentes sobre aquellos propios de ésta, nuestra tierra. Y nuestra nación, nuestra propia identidad se nutrió y se nutre de la diversidad de pueblos, comunidades y culturas que se han ido encontrando en esta tierra en la que se fueron cerrando heridas, echando raíces, dando frutos. Comunidades y culturas desplazados, voluntaria o involuntariamente, frecuentemente arrancados de su tierra. Comunidades y culturas que fueron dejando atrás diversos dolores y que han llegado en busca de nuevos horizontes, en busca de una tierra de asilo, de un espacio de promesas de futuro y libertad.

Claro ejemplo de la fuerza transformadora de una sociedad que se encuentra con su tiempo, consigo misma y con su futuro, lo vemos claramente cien años atrás, en tiempos del Centenario en aquel país que salía de un doloroso episodio de guerra civil, que aumentó significativamente su población por una importante y diversa inmigración. Les recuerdo que el censo de 1908 refiere a una población apenas mayor al millón de habitantes. Esa sociedad diversa genera una capacidad constructora que nos lega normas fundacionales, grandes obras e instituciones, una mirada optimista y una confianza en nuestras capacidades que se propagará por décadas.

Y la celebración de nuestro Bicentenario ocurre en un momento en el que comienzan lentamente a encontrarse, a converger nuestras miradas, que desde nuestra diversidad van confluyendo la construcción del país de hoy y del país del futuro. Entendemos que ello constituye un significativo y fermental encuentro con los mayores momentos de nuestra historia, que puede contribuir a fortalecernos como sociedad para los desafíos que asumimos.

Las actividades programadas para este año están inspiradas en ese sentimiento. Así hemos hecho una amplia convocatoria, siguiendo las indicaciones que el Presidente de la República efectuara en momentos de la instalación de la Comisión del Bicentenario. Una convocatoria que nos incluye a todos los uruguayos y uruguayas, de adentro y de afuera del país. La respuesta ha sido formidable y hoy podemos presentar una primera agenda que contiene más de doscientas actividades de instituciones públicas, privadas y de actores de todo el territorio nacional y del exterior. Esta agenda se irá enriqueciendo a lo largo del año. Serán momentos principales dos ineludibles citas a la hora de aquella admirable alarma que recorrió el territorio y propagó los ideales libertarios y las opciones de vida con que serían acompañados: Asencio y Las Piedras.

Pero nos convocamos también a conmemorar un momento central de nuestra historia, que entendemos que representa el largo camino de construcción de nuestra nación, cuyos surcos parecen permanecer aún en nuestra tierra marcando las sendas del futuro: el Éxodo. Luego del retiro del primer sitio de Montevideo, de la asamblea en la Quinta de la Paraguaya, donde Artigas es designado Jefe de los Orientales. Luego de ese momento se iniciará esa larga marcha en octubre de 1811 que los paisanos llamaban "la redota", es el pueblo que en medio de una derrota sigue al Jefe de los Orientales en busca de su destino. Hombres, mujeres, niños, ancianos, negros esclavos con sus amos, negros libres, indios, gente de la ciudad, gente pobre del campo. Es, tal vez, uno de los momentos de mayor fuerza y de singular vigencia como símbolo y ejemplo de la construcción de una nación. Una y otra vez nos conmueve, dan fuerza aquellas palabras que decían: "cada día miro con admiración sus rasgos singulares de heroicidad y constancia. Unos quemando sus casas y los muebles que no podían conducir, otros caminando leguas a pie por faltas de auxilios o por haber consumido sus cabalgaduras en el servicio. Mujeres ancianas, viejos decrépitos, párvulos inocentes acompañan esta marcha, manifestando todos la mayor energía y resignación en medio de todas las privaciones. Yo llegaré muy en breve a mi destino con este pueblo de héroes".

La convocatoria de la Comisión se ha efectuado en torno a una historia para reflexionar, un presente para vivir, un futuro para proyectar. Esta convocatoria señalaba lo siguiente: "Con motivo de la celebración del Bicentenario del Proceso de Emancipación Oriental, enmarcamos los festejos en un espacio de libertad, igualdad, justicia y solidaridad, que convoque a los uruguayos más allá de toda frontera a recordar juntos un momento de su historia y a proyectar su futuro". Estos valores fundamentales nos permitirán repensar nuestras identidades en la ocasión de rememorar aquellos hechos que durante el año de 1811 formaron parte de los procesos regionales que determinaron -a través de distintos ensayos de organización política- la formación de nuestro país y de otras repúblicas de la región. Estos años de conmemoración nos permitirán afirmar nuestro sentido de pertenencia como sociedad uruguaya y asegurar la integración de las diversas identidades que nos caracterizan.

Todo ello se suma a la idea de construcción de la República como uno de los principales fundamentos de la tradición del Artiguismo que queremos sostener aún en nuestros días. Por tratarse de valores que surgen de nuestro pasado histórico, están presentes en la actualidad y nos inspiran para la construcción de un futuro más integrador, próspero y de avanzada. Esta convocatoria ha tenido una respuesta formidable. La programación y su diversidad, nos invita a encontrarnos en muy distintos escenarios y propuestas. Incluye -más allá de las actividades oficiales- actividades académicas, debates, conferencias, publicaciones de libros, actividades artísticas y culturales y esos momentos de encuentro tan especiales, tan necesarios, de festejo y celebración, de fiesta popular, donde se expresan como se hace año a año por iniciativa de la gente, de nuestra gente, y con su esfuerzo, a lo largo y ancho del país, con actividades que fortalecen nuestro sentido de pertenencia y son, además, fundamentalmente, ocasión de alegría y disfrute. Estas más de 200 actividades se encuentran disponibles en la página web del Bicentenario. Están siendo enviadas a todos los medios de comunicación y comenzarán en estos días a ser distribuidas a nivel nacional bajo la forma de un desplegable, que será acompañado de otros materiales en los días a venir. Permítanme citar algunos ejemplos entre la diversidad de actividades y más allá de las numerosas obras que portarán el sello del Bicentenario y de los festejos que tendrán lugar en todos los departamentos, así como las recreaciones del Éxodo, podemos mencionar el concurso nacional en enseñanza Primaria y Secundaria para la emisión de sellos conmemorativos, en asociación con el Correo Nacional. La feria nacional e internacional de logros y desafíos del Bicentenario en el LATU, la georeferenciación de la ruta del Éxodo, el proyecto que llamamos Raíces, que nos convocará a plantar árboles, tanto a uruguayos en el exterior como en el territorio nacional, todos en el mismo día. La publicación del Diario de Historia Natural de Dámaso Antonio Larrañaga, en una iniciativa conjunta del Parlamento Nacional, el Archivo Histórico Nacional y el Museo Histórico Nacional, así como la publicación del diccionario del español hablado en Uruguay, trabajo de muchos años de la Academia Nacional de Letras. El lenguaje forma parte del núcleo duro de la identidad profunda de un pueblo y porta las huellas de su historia. Este diccionario será como un espejo de nuestra sociedad a través de estos doscientos años.

Pero lo más importante es que todas las actividades que vamos a realizar contribuyan a encontrarnos como nación, a mirar juntos el mañana común a construir y fundamentalmente a compartir un mensaje con las nuevas generaciones, con nuestros jóvenes que deben encontrar en el presente un país que los convoca, que les abre las puertas.

De todos nosotros depende que este mensaje suene fuerte y claro. Que juntos, mirándonos las caras, mano con mano, codo con codo, hagamos que esta celebración del Bicentenario se convierta en un mensaje cargado de futuro. Muchas gracias.

   
 
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  Ricardo Ehrlich
 
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