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21 de febrero, 2011

Entrevista a Casaravilla

UTE: empresa que responde a un país 98.05% electrificado en intercambio con la región
La empresa UTE, que comenzó a funcionar hace casi cien años con calderas de carbón, cuenta actualmente con una tecnología acorde a las necesidades del país y la región, expresó su presidente, Gonzalo Casaravilla. Con un parque de generación hidroeléctrico, eólico y de quema de combustible fósil, brinda servicios al 98.5% de la población. Un referente tradicional, en crecimiento permanente

El presidente de UTE, Gonzalo Casaravilla, realizó una descripción de la empresa estatal, origen, avances, situación actual, proyectos en curso y a futuro. Informó que existen 1.300.000 medidores instalados y un índice de electrificación del 98.5% gracias a una empresa moderna que brinda sus servicios a través de un parque de generación propio y variado. Por un lado, las centrales hidroeléctricas en Río Negro: Rincón del Bonete, Baygorria y Palmar; la Represa de Salto Grande,  y un emprendimiento binacional con Argentina, que proporcionan en conjunto cerca de 1500 MW.  

Por otra parte, la empresa cuenta con un parque térmico en el cual se quema combustible fósil: la Central Batlle alimentada con full oil, que contiene la sala B, la quinta y sexta unidad y motores reciprocantes que en total generan 330 MW. El complejo de La Tablada que contiene dos unidades de 110 MW se utiliza solo en momentos de extrema necesidad porque su funcionamiento a gas oil es muy costoso. Las seis máquinas biocombustibles de 50 MW ubicadas en Punta del Tigre y la turbina de 20 MW, que está en Maldonado. La empresa también dispone de un parque eólico de 20 MW en la sierra de Los Caracoles. 

En lo que respecta a emprendimientos privados, se encuentra el proyecto eólico de Nuevo Manantial de 10 MW y una serie de generadores en base a biomasa de los cuales cinco tienen contrato de suministro con UTE y otros tantos están en el mercado spots, conformando en total 150 MW.  

Entre los planes que estarán ejecutándose en breve, Casaravilla mencionó una iniciativa de energía eólica ubicada en San José, otra en sierra de Los Caracoles y una próxima adjudicación de 150 MW por medio de licitación que estará disponible en los próximos dos años. La empresa también pretende incorporar energía por medio de procesos productivos y a modo de ejemplo, mencionó un acuerdo de cogeneración (generan para sí mismos y venden los excedentes), firmado con las empresas Montes del Plata y ALUR. En este sentido, añadió que la primera etapa de incorporación de generadores de biomasa está casi lista, en el marco de un decreto que establece un precio de referencia para que UTE compre energía proveniente de biomaseros.   

También adelantó que se está expectante ante la concreción de un acuerdo entre Argentina y Paraguay para que este último exporte excedentes energéticos a países de la región, dentro de los cuales Uruguay se vería beneficiado. “Es un anhelo desde hace muchísmos años, que efectivamente el intercambio regional supere fronteras”, sostuvo. Añadió que nuestro país también apostó históricamente al mercado ocasional o “interrumpible”, como la interconexión lograda con Brasil en su momento, que aportó 70 MW y que ahora plantea redoblar la apuesta alcanzando los 500 MW.    

Indicó que el posicionamiento de la empresa a nivel regional, responde a un país integracionista que le otorga un lugar preponderante a las  relaciones personales con los actores involucrados y mantiene un permanente contacto con sus vecinos en lo que respecta al intercambio energético. Prueba de ello es la existencia de la CIER (comisión de integración energética regional) organismo de intercambio de información entre países, creado en 1964, que celebrará su 50 aniversario en Uruguay.  

Con respecto a la situación interna de UTE, en recursos humanos y tecnológicos, Casaravilla dijo que este tipo de empresas tienen la constante necesidad de agiornarse tecnológicamente, no obstante, la misma se encuentra en un buen nivel, “estamos razonablemente bien para lo que es el mercado uruguayo y la región”, sostuvo. No sucede lo mismo con los recursos humanos, campo en el cual el promedio de edad es avanzado y “empieza a ser complicado”. La empresa necesita acompasar con nuevos funcionarios, su crecimiento permanente, dijo el jerarca. Para ello se prevé que ingresen en los próximos años, cerca de 300 funcionarios por año. Asimismo, descartó que este hecho aumente desmedidamente el número de empleados, ya que se vería compensado con los fallecimientos y jubilaciones. 

   
 
  Gonzalo Casaravilla