ONU :16º Periodo de Sesiones
Canciller Almagro realizó una cerrada defensa de los
Derechos Humanos y condenó represión en Libia
En su exposición en el 16º período de
sesiones del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones
Unidas, el Canciller Luis Almagro ratificó el compromiso
del Uruguay con los derechos humanos y con el sistema
internacional que los promueve y los protege. Destacó que
los derechos humanos son el eje de todas las políticas
públicas impulsadas desde el gobierno uruguayo. En el
encuentro internacional, Almagro condenó la represión en
Libia.
Explicó que Uruguay certificó todos los
tratados de protección de los DDHH y agregó que el Poder
Legislativo tramita la ratificación de los derechos
económicos, sociales y culturales y también el convenio
sobre las personas con discapacidades. Subrayó que los
derechos humanos son el eje de todas las políticas públicas
impulsadas por el gobierno uruguayo y también una de las
principales prioridades de política exterior.
En el segmento de Alto Nivel de esta 16º
edición del Consejo de Derechos Humanos, relató la crisis
que sufrió Uruguay en el año 2002 y sus consecuencias
directas en el incremento de la pobreza y la indigencia.
Explicó que el país retomó la senda del crecimiento
económico por el camino de la inversión y el empleo y
producto de esto, la tasa de desempleo en el mes de
diciembre de 2002, se ubicó en su mínimo histórico de 5,6%.
Asimismo señaló que las consecuencias sociales más
perversas como la extrema pobreza y la marginalidad, aún
afectan a un número importante de uruguayos. En este
sentido, afirmó que es prioridad absoluta del gobierno, la
total eliminación de la indigencia y la reducción
sustantiva de los niveles de pobreza.
En el capítulo dedicado a la Educación,
destacó la existencia de la escuela pública, gratuita y
obligatoria desde hace más de un siglo y confirmó que es el
primer país donde se aplicó el programa de “Una laptop por
niño”, a través del Plan Ceibal. Asimismo relató que la
tasa de desvinculación de la educación formal es muy alta y
un importante número de adolescentes no estudia o abandona
la enseñanza media antes de culminarla.
Afirmó que revertir esta situación es
otra de las prioridades del gobierno y se diseñan políticas
en esa dirección.
Almagro dijo que Uruguay participó en el
Comité para la Discriminación Racial donde se explicaron
las medidas afirmativas y los programas diferenciados
dirigidos a la comunidad afrodescendiente y a los
descendientes de poblaciones indígenas, que se cuentan
precisamente entre los grupos mas vulnerables.
En otro orden, expresó que la visita del
relator contra la tortura contribuyó a colocar la temática
carcelaria en un lugar de mayor visibilidad y permitió la
asignación de mayores recursos presupuestales.
En representación del país, Almagro
bregó por reconocer y fortalecer el Sistema Internacional
de Derechos Humanos. Afirmó que Uruguay esta comprometido
con este sistema no solo por convicción filosófica, al
considerar a estos derechos valores universales intrínsecos
a la naturaleza humana, sino también por experiencia
propia, dijo. Explicó que durante la dictadura militar, el
sistema internacional defendió al pueblo uruguayo y
permitió denunciar las graves violaciones de derechos
humanos perpetradas por el gobierno militar. Agregó que la
sociedad uruguaya aun padece algunas secuelas de aquella
dictadura. Por esto, agradeció la inclusión en su plan
estratégico 2010-2011, de los temas de impunidad, uno de
los desafíos que Uruguay enfrenta y donde se registraron
avances, particularmente a nivel judicial. Agregó que al
país le importa en gran medida trabajar en la recuperación
de la memoria colectiva y en la identificación de las
personas detenidas-desaparecidas.
Sobre el final, el ministro alentó a los
Estados - miembro, a persistir en el esfuerzo de
identificar y aplicar formas de funcionamiento más
efectivas y cooperativas que permitan un impacto real sobre
el terreno, de forma que el sistema internacional actué
como una verdadera garantía complementaria de las
responsabilidades y obligaciones de cada Estado.
Al cierre, Almagro condenó la represión
de la voluntad popular en países de Medio Oriente y citó
concretamente el caso de Libia. Expresó que Uruguay aspira
a que los acontecimientos actuales deriven en procesos de
democratización que garanticen el pleno ejercicio de los
Derechos Humanos, contribuyendo a la estabilidad y la paz
en toda la región.
A continuación se transcribe la
intervención del Ministro de Relaciones Exteriores, Luis
Almagro en el
16º
Periodo de Sesiones del Consejo de Derechos Humanos
- Ginebra, 28 de febrero de 2011
Gracias señor presidente
Es un gran honor para mí poder dirigirme a este consejo
a un año de haber asumido sus funciones el nuevo gobierno
uruguayo. Y es también una gran satisfacción hacerlo cuando
celebramos el año internacional de los afro descendientes,
icono que representa lo más genuino de las luchas
históricas de nuestros países contra la esclavitud y la
discriminación racial.
El compromiso de Uruguay con los derechos humanos
Quisiera comenzar ratificando el inquebrantable
compromiso del Uruguay con los derechos humanos y con el
sistema internacional que los promueve y los protege.
Uruguay ha ratificado todos los tratados de protección
de los derechos humanos y sus protocolos facultativos.
Actualmente, el poder legislativo realiza los trámites para
ratificar el protocolo facultativo al pacto de derechos
económicos, sociales y culturales y el protocolo
facultativo al convenio sobre las personas con
discapacidades.
Además, nuestro país mantiene desde el 2005 una
invitación abierta a todos los procedimientos especiales de
las Naciones Unidas para que visiten Uruguay, la que hemos
extendido en el año 2007 a los órganos del sistema
interamericano. Esto refleja nuestra voluntad de cooperar
en forma transparente, abierta y constructiva con el
sistema.
Estos compromisos internacionales son el reflejo de la
importancia que nuestro gobierno concede a la protección de
los derechos humanos en el ámbito interno.
En suma, actualmente los derechos humanos son el eje de
todas las políticas públicas impulsadas por el gobierno
uruguayo, y también una de las principales prioridades de
su política exterior.
El contexto nacional: la crisis económica del 2002 y las
respuestas del gobierno.
En el año 2002, el Uruguay sufrió la crisis financiera
mas profunda de toda su historia, aumentando las cifras de
pobreza e indigencia a niveles inéditos en el país. Ella
represento la amenaza más grande que han tenido los
derechos económicos, sociales y culturales en nuestra
sociedad.
Sin embargo, en poco tiempo Uruguay logro recobrar los
niveles de actividad económica, de empleo y de inversión
necesarios para superar los efectos mas duros de la crisis,
producto de una política económica que ha generado
estabilidad y equilibrio. Llevamos ya ocho años de
crecimiento económico sostenido y en diciembre de 2010 la
tasa de desempleo se ubico en su mínimo histórico de 5,6%.
Pero si bien los efectos económicos de la crisis se
fueron revirtiendo en un periodo relativamente corto, los
efectos sociales mas perversos, como son la pobreza extrema
y la marginalidad, han persistido en el tiempo y afectan
todavía a un número importante de nuestros compatriotas.
Es por ello que la prioridad absoluta de este gobierno
es la de eliminar completamente la indigencia y reducir
sustantivamente los niveles de pobreza, rompiendo el
circulo vicioso que condena a muchos uruguayos a
desaprovechar las oportunidades del crecimiento económico y
los mayores niveles de bienestar general.
Para ello se ha tenido que redefinir la matriz de
políticas sociales adoptándose medidas destinadas a atender
las necesidades de los sectores mas desfavorecidos de
nuestra población.
El crecimiento económico se ha visto acompañado de una
recuperación importante de los salarios y las pensiones, y
de la aprobación de medidas destinadas a fortalecer los
derechos de los trabajadores, como ser la reinstalación de
los consejos de salarios y la negociación colectiva a
partir del año 2005. Ello permitió alcanzar convenios
sectoriales que garantizan remuneraciones y condiciones de
trabajo más justas y adecuadas para los asalariados.
Durante este periodo también se regularon sectores de
actividad tradicionalmente desprotegidos, como el trabajo
domestico y trabajo rural. En ambos casos se aprobaron
leyes que incrementaron la formalización y establecen
condiciones de trabajo decente y derechos similares a los
de otros sectores del trabajo. También se avanzo en la
implementación de la ley de migraciones y de refugiados,
las que se elaboraron bajo una perspectiva de derechos
humanos.
Una herramienta importante de inclusión y movilidad
social es sin dudas la educación. En Uruguay existe la
escuela publica, gratuita y obligatoria desde hace mas de
un siglo, es el primer país donde se ha hecho realidad el
programa de “one laptop per child”, a través del plan
ceibal, y los recursos presupuestales asignados a la
educación son los mas elevados de los últimos años.
Sin embargo, la tasa de desvinculación de la educación
formal es muy alta y un número importante de adolescentes
no estudia o abandona la enseñanza secundaria antes de
culminarla.
Revertir esta situación es otra de las prioridades que
se ha trazado el gobierno y en este momento se encaminan
importantes esfuerzos para lograrlo. Somos plenamente
conscientes que el futuro de nuestro país radica en nuestra
juventud y en la calidad de la educación que logremos
darle.
A través del “plan de emergencia” primero, y luego del
“plan de equidad”, hemos enfrentado con sentido de urgencia
el fenómeno de la pobreza y logrado reducirlo desde un 30%
existente a finales de la crisis, a menos del 20%.
Pero al mismo tiempo, hemos tomado medidas diferenciadas
para proteger a los grupos mas vulnerables, donde los
efectos negativos de la crisis se han hecho mas
persistentes.
En el mes de noviembre del pasado año Uruguay presento
ante el comité de derechos económicos, sociales y
culturales el conjunto de las políticas sociales adoptadas
para tutelar este amplio conjunto de derechos afectados por
la crisis.
Además, hace tan solo dos semanas tuvo lugar el dialogo
con el comité para la eliminación de la discriminación
racial, donde nuestro país explico las medidas afirmativas
y los programas diferenciados dirigidos a la comunidad afro
descendiente y a los descendientes de poblaciones indígenas
del país, que se cuentan precisamente entre los grupos mas
vulnerables.
El Uruguay y el funcionamiento del sistema
Quisiera ahora expresar nuestro reconocimiento a los
órganos de los tratados por plantear formas más sencillas
de presentar los informes periódicos.
En tal sentido, ya hemos aceptado el formato de
preguntas adelantadas, tal como fue propuesto por el comité
contra la tortura y el comité de derechos humanos.
También agradecemos el interés de los miembros de varios
comités en dar seguimiento a la instrumentación de los
convenios ya ratificados, tal como sucedió con la visita a
Uruguay de expertas latinoamericanas de cedaw en 2009 y del
comité de derechos del niño en 2010, celebrando encuentros
con autoridades del estado y de la sociedad civil.
En materia de procedimientos especiales, Uruguay desea
recordar la invitación abierta que les ha cursado,
habiéndose concretado en el 2009 la visita del relator
especial sobre la cuestión de la tortura y otros tratos o
penas crueles, inhumanas y degradantes, y en el 2010, de la
relatora sobre la cuestión de la trata de personas. Ambos
temas fueron parte de las recomendaciones formuladas en el
examen periódico universal de Uruguay, realizado en mayo de
2009 y en el comité cedaw en el 2008.
Uruguay esta tomando medidas para mejorar las
condiciones de privación de libertad en nuestras cárceles,
habiendo declarado en 2005 la emergencia penitenciaria. La
visita del relator contra la tortura contribuyo a dar
visibilidad al tema y a la asignación de mayores recursos
para alcanzar soluciones viables.
Agradecemos igualmente los ofrecimientos de cooperación
o asistencia técnica provenientes de diversas fuentes como
ser las Naciones Unidas, donantes gubernamentales, no
gubernamentales y privados, coordinados en buena parte en
el marco del proyecto “one u.n” para aportar mayor
transparencia y coherencia tras identificación de las
necesidades nacionales.
Queremos también destacar el apoyo de la OIM y otros
donantes respecto al tema de la trata de personas, que
afecta especialmente a mujeres y niños y constituía una
problemática casi invisible en la sociedad uruguaya.
Desterrar este fenómeno requiere de mayores esfuerzos de
sensibilización general, además de una fluida coordinación
interinstitucional
Este año visitara nuestro país la experta independiente
sobre las obligaciones internacionales relativas al acceso
al agua potable y al saneamiento. Nos complace esta visita,
y quisiera recordar que en el año 2004, a través de
referéndum popular, el pueblo uruguayo incluyo en la
constitución nacional el acceso al agua potable como un
derecho humano, junto al derecho a un medio ambiente sano.
Uruguay se ha comprometido tempranamente, tanto en el
ámbito internacional como en el interamericano, con la
promoción de los derechos del niño. Año tras año nuestro
país ha asumido la responsabilidad de coordinar y
presentar, en nombre del GRULAC, la resolución sobre
derechos del niño que se aprueba en este consejo. Nos
complace que este año se analice la situación de los niños
que viven y/o trabajan en la calle, problemática de
complejas raíces, que varían de país a país y que requiere
de la mayor atención.
Temas prioritarios para este consejo
Entre los temas de este consejo, Uruguay destaca el de
derechos humanos y medio ambiente, y en particular el
seguimiento de las conclusiones del foro social 2010 sobre
derechos humanos y cambio climático. Esta constituye una
problemática global que requiere de respuestas nacionales e
internacionales.
También nos parece oportuno que la comunidad
internacional reflexione sobre el rol de una eventual corte
internacional de derechos humanos, a la luz de las cortes
regionales ya existentes y del rol de los órganos cuasi-jurisdiccionales
de Naciones Unidas hay que seguir analizando esta
posibilidad, pero en principio parecería que una
institución de este tipo contribuiría a fortalecer el
sistema internacional.
El apoyo al rol de la alta comisionada para los DD.HH
Quiero expresar nuestro más firme reconocimiento y apoyo
a la Sra. Alta comisionada por su labor y su compromiso con
la defensa de los derechos humanos, particularmente en la
lucha contra toda forma de discriminación, incluyendo la
discriminación por orientación sexual e identidad de
género.
Respaldamos su preocupación permanente por denunciar con
autonomía e independencia todas las situaciones donde se
ponen en riesgo los derechos humanos, cualquiera sea el
lugar donde estas se produzcan.
La alta comisionada, junto con el consejo, sus órganos y
procedimientos especiales, conforman el único sistema con
que cuenta la comunidad internacional para tutelar los
derechos fundamentales. Pensamos que es una responsabilidad
de todos asegurar su funcionamiento eficaz y apoyamos
decididamente su fortalecimiento.
Reconocer y fortalecer el sistema internacional de
DD.HH.
Nuestro país esta comprometido con este sistema, no solo
por convicción filosófica, al considerar a estos derechos
valores universales intrínsecos a la naturaleza humana,
sino también por experiencia propia.
Durante los años de la ominosa dictadura militar que
usurpo los poderes constitucionales en nuestro país entre
1973 y 1984, el sistema internacional respondió en defensa
del pueblo uruguayo y permitió denunciar las graves
violaciones de derechos humanos perpetradas por el gobierno
militar, entre ellas la terrible realidad de las
desapariciones forzadas, que hoy se encuentran sancionadas
por un convenio internacional del que Uruguay fue un firme
propulsor.
Quisiera también hacer un especial reconocimiento al rol
de las organizaciones no gubernamentales, ya que a través
de sus actividades y denuncias nuestro consejo ha tomado
conocimiento de atroces violaciones de derechos humanos en
lugares donde muchas veces solo ellas se encuentran
presentes para atestiguar sobre estas graves situaciones,
pagando incluso el alto precio de ver a sus miembros
secuestrados o muertos. Ellas también contribuyeron a
denunciar los atropellos cometidos por la dictadura militar
uruguaya.
La sociedad uruguaya aun padece algunas consecuencias de
aquella dictadura y de las heridas que dejo como amargo
legado, las que hoy estamos empeñados en cerrar para
siempre. En tal sentido, agradecemos a la oficina el haber
incluido en su plan estratégico 2010-2011 los temas de
impunidad, siendo este uno de los desafíos que Uruguay ha
enfrentado y donde hemos registrado algunos avances,
particularmente a nivel judicial. Asimismo, nos es
importante seguir trabajando en la recuperación de la
memoria colectiva y en la identificación de las personas
detenidas-desaparecidas.
Hoy, cuando en Uruguay rigen plenamente los derechos
civiles y políticos y las libertades democráticas, la lucha
contra la impunidad y el compromiso con el derecho a la
verdad y a la justicia, son una parte indispensable de la
lucha por los derechos humanos.
También agradecemos el apoyo ofrecido por la oficina
regional para el cono sur al proceso de establecimiento de
la institución nacional de derechos humanos, el que hacemos
extensivo a la asociación de prevención de la tortura, dado
que la INDH pasara a actuar también como mecanismo nacional
de prevención de la tortura.
Sr. Presidente, permítanos alentar a los demás estados
miembros y no miembros de este consejo, a persistir en el
esfuerzo de identificar y aplicar formas de funcionamiento
mas efectivas y cooperativas, que permitan tener un impacto
real sobre el terreno, de forma de que el sistema
internacional actúe como una verdadera garantía en
complemento de las responsabilidades y obligaciones que
competen a los estados nacionales en la tutela de los
derechos humanos de todos sus ciudadanos.
Finalmente, no puedo cerrar mi intervención sin
referirme a los trascendentes acontecimientos que ahora
mismo están teniendo lugar en diversos países del medio
oriente.
Esta ola espontánea de reclamos que se abalanzó sobre
las calles de numerosas ciudades, pidiendo respeto para sus
derechos, más libertad y más democracia, ha despertado la
admiración de toda la comunidad internacional.
Condenamos y rechazamos que en algunos casos este clamor
popular haya sido reprimido mediante la violencia y de
inaceptables violaciones de los derechos humanos, tal como
esta sucediendo en Libia. Uruguay copatrocino en tal
sentido la resolución de este consejo.
Como España señalaba hoy, es necesario un sistema de
alerta temprana para la solución de los problemas de
derechos humanos.
Nos hemos dado cuenta de los problemas cuando los
pueblos no lo han podido resistir más.
Estos pueblos que han cambiado por si mismos a sus
opresores, no hubieran estado en otras circunstancias en
nuestra agenda del consejo.
Nuestro país aspira a que los acontecimientos actuales
puedan derivar en procesos de democratización, que
garanticen el pleno ejercicio de los derechos humanos,
contribuyendo así a la estabilidad y la paz en toda la
región.
Muchas gracias. |