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1 de marzo, 2011

Astori, en nombre del gobierno

La cifra del 5.4% de desocupación: el mejor balance del primer año de gestión
El vicepresidente Danilo Astori habló en representación del gobierno y afirmó que el compromiso de esta administración es con los uruguayos que trabajan, producen y crean. El rumbo definido por el gobierno persigue al crecimiento a través de bases sólidas, educación pública con más calidad y de mayor seguridad. Sostuvo que el 5,4% de desocupación es el mejor resultado obtenido hasta hoy, junto al 8% de crecimiento que alcanzó la economía uruguaya.

El balance anual del primer año de gestión que realizó el gobierno señala como puntos más altos: el 8% de crecimiento, el incremento en la atención de la educación, la vivienda, la infraestructura y la seguridad, reflejado en el presupuesto. Asimismo, y según enumeró Astori, la participación de la oposición en el Estado, la imagen internacional del país y el intenso año en relaciones internacionales.

El mensaje del vicepresidente de la República, como vocero del gobierno nacional en la transmisión simultánea de radio y televisión, sirvió para subrayar las políticas prioritarias a futuro. Entre ellas, destacó la necesidad de darle base sólida al crecimiento “a través de políticas integrales”, una educación pública de calidad y de avance constante, y más seguridad, porque este último punto “es lo que nos reclama la gente”, señaló Astori.

“La prioridad principal es la gente” subrayó el vicepresidente, al tiempo que reiteró el compromiso con los que trabajan, producen y crean, con los que invierten y arriesgan, con los que innovan, con los que educan y curan, con los que trabajaron y aportaron al desarrollo nacional, con una atención especial para los que estudian y se preparan para trabajar, pero también para ser buenos ciudadanos y para hacer de la cultura la gran palanca del cambio y del ascenso social.

A su vez, comprometió nuevamente la labor del gobierno “con los que no tienen voz, con los más débiles, con los niños y los más humildes”. También reconoció que los cambios en materia educativa son lentos y reconoció la responsabilidad gubernamental. Pero resignificó su posición en el interés de la actual administración al considerar que la educación pública y de calidad forma parte del “alma” de este gobierno.

Como conclusión, Astori señaló que “el progreso, la justicia social y en la distribución de las riquezas, la libertad y la democracia, la convivencia y la seguridad, dependen cada día más de nosotros mismos y las uruguayas y uruguayos nos sentimos confiados y exigentes”.

Palabras del vicepresidente de la República, Danilo Astori, en la transmisión simultánea de radio y televisión realizada el  1º de marzo de 2011:

Uruguayas y uruguayos

Hoy se cumple el primer aniversario del gobierno nacional y el Presidente de la República, José Mujica decidió que fuera yo, en representación de todo el gobierno quien les dirija este mensaje. Es un alto honor.

Rendir cuentas de lo que hemos hecho en estos 12 meses exige antes que nada definir cuáles son nuestras referencias las de nuestro gobierno. No se trata de un acto protocolar.

Hoy es un buen día para que los uruguayos en sus casas, en sus trabajos, en sus lugares de estudio o de creación, hagan su propio balance. No todo depende de la política, cada uno de nosotros tiene su propia vida, la de sus familias, sus sueños, sus planes, sus realizaciones y sus frustraciones. La mirada desde el gobierno debe responder  -a mi entender- a una pregunta fundamental  ¿Cómo hemos contribuido a mejorar la vida de todas las uruguayas y uruguayos? Ese es el objetivo de un gobierno, administrar los recursos y las políticas para lograr la felicidad pública y contribuir a la realización personal y familiar y al progreso del país.

Este es un año particular, la nación cumple doscientos años de existencia independiente y aunque todos sabemos que nuestros inicios fueron tormentosos y complejos, hoy somos una identidad, una comunidad con sus raíces y su futuro.

Los uruguayos hoy nos sentimos más seguros, más confiados en nuestro país, en sus posibilidades de seguir creciendo y mejorando y hemos alcanzado algunos logros muy importantes.

En 2010, mientras el mundo  -y lo decimos con dolor y preocupación- sigue bajo los efectos de la crisis, nosotros crecimos más de un 8%, es decir nuestro país es más rico y ese  es el resultado del esfuerzo de todos, eso se logra con políticas apropiadas y con el trabajo, el esfuerzo, la inversión, la innovación de amplios sectores de la sociedad, de la ciudad y del campo.

Aprobamos un presupuesto cuyo objetivo principal es incrementar el gasto social y la inversión del Estado en sus objetivos principales, la educación, la seguridad, la vivienda para los sectores más humildes y para la infraestructura que necesitamos como el pan, para seguir creciendo.

Hemos avanzado en los aspectos sociales, en seguir reduciendo la pobreza y la indigencia, pero con la conciencia clara de que todavía queda mucho por hacer, y por ello reforzaremos todas las políticas sociales.

Ha sido un año intenso en las relaciones políticas, el Presidente de la República le dedicó particular atención al protagonismo de todos los partidos en los grandes temas nacionales para construir una participación más amplia y representativa en diversas instituciones del Estado. Y ese es un rasgo de madurez democrática, de solidez institucional y de profundo espíritu nacional.

La política -desde el gobierno- también se integra con el esfuerzo de convocar a los sectores más amplios y representativos, y hacer de las diferencias y de los debates un proceso natural y que fortalece nuestra democracia y nuestro sentido de la libertad. También en eso hemos avanzado.

La república sigue reforzando su imagen regional e internacional, a nivel del comercio, de las inversiones, de las empresas conjuntas y de las relaciones diplomáticas porque tenemos una confianza creciente en nuestra identidad y nuestra soberanía, y hemos trazado un rumbo cierto y claro en nuestras relaciones exteriores, con nuestros hermanos de América Latina, del MERCOSUR  y de todo el mundo.

La imagen que proyectamos al mundo es la de un país confiable, serio, respetuoso de las leyes y los acuerdos, que construye paso a paso su destino de mayor justicia y de más libertad.

No todo son flores y hemos asumido en el conjunto del gobierno nuestra responsabilidad, nuestras lentitudes y nuestros errores para darle un fuerte y renovado impulso a la educación pública, la más profunda política social, el instrumento más poderoso para brindarle igualdad de oportunidades a nuestra gente. Junto al progreso científico y tecnológico y al desarrollo cultural, constituyen el alma de nuestro proyecto nacional.

Gobernar es elegir las prioridades y en reiteradas oportunidades el presidente ha definido ese rumbo: la necesidad a través de políticas integrales para darle base sólida al crecimiento, una educación pública de calidad y de avance constante, y más seguridad, que es lo que nos reclama la gente.  Pueden estar seguros que todas las energías de este gobierno están dedicadas a asegurar el avance nacional.

Las prioridades no refieren sólo a problemas que debemos afrontar. Hay una prioridad fundamental, que es la gente y por eso reiteramos nuestro compromiso con los que trabajan, producen y crean, con los que invierten y arriesgan, con los que innovan, con los que educan y curan,  con los que trabajaron y aportaron al desarrollo nacional, con una atención especial para los que estudian y se preparan para trabajar, pero también para ser buenos ciudadanos y para hacer de la cultura la gran palanca del cambio y del ascenso social. Y, por supuesto, nuestro compromiso más profundo, con los que no tienen voz, con los más débiles, con los niños y los más humildes. También hoy tenemos que dedicar especial atención a los compatriotas que quieren retornar a su patria, los necesitamos. Es por esto que le damos tanta importancia, y es nuestra prioridad absoluta el trabajo, a crear más empleo, a mejorar su calidad y a elevar los salarios. Por eso la cifra del 5.4% de desocupación es el mejor balance que podemos hacer de este primer año de gobierno, de cambios y de continuidad.

Cuando hay períodos donde los números son tan claros y favorables existe la tentación para los gobernantes de conformase con ellos, y hacer un balance de cifras y de porcentajes. Yo quiero terminar este mensaje recordando en este bicentenario que algunas grandes palabras que formaron parte de lo mejor de la identidad nacional, del artiguismo, están hoy un poco más cerca, son hoy un poco más concretas y posibles.

El progreso, la justicia social y en la distribución de las riquezas, la libertad y la democracia, la convivencia y la seguridad, dependen cada día más de nosotros mismos y las uruguayas y uruguayos nos sentimos confiados y exigentes.

El gobierno quiere convocar nuevamente a todas las uruguayas y todos los uruguayos, a todas las generaciones a participar de este esfuerzo optimista por el progreso nacional. Vale la pena y está a nuestro alcance.

Muchas gracias.

   
 
  Danilo Astori
 
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