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2 de marzo, 2011

Espacio nuevo para tres fuerzas

Rosadilla plantea desarrollar ordenada transformación en las FFAA
El Estado Mayor de la Defensa (ESMADE) cuenta ahora con una nueva sede. El ministro Rosadilla expresó que se busca construir una institución de carácter conjunto, que derribe fronteras y construya fortalezas comunes. No será fácil ni se hará a la fuerza, pero sin claudicar, dijo. El gran objetivo: llegar al 1º de noviembre con un proyecto común de reforma de las Fuerzas Armadas para presentar al Parlamento.

El ministro de Defensa Nacional, Luis Rosadilla y el subsecretario, Gabriel Castellá, entregaron formalmente las llaves de la nueva sede del Estado Mayor de la Defensa (ESMADE) a su titular, José Bonilla. El local –que aún resta acondicionar y equipar- se ubica en Avda. Luís Alberto de Herrera y Monte Caseros. El acto contó con la presencia de autoridades ministeriales, comandantes en jefe, representantes de las tres Fuerzas y parlamentarios.

La creación del ESMADE se concretó a través de un decreto del Poder Ejecutivo de 2010, en el marco de la Ley de Defensa. La sede albergará las distintas reparticiones y sus jefes delegados del Ejército, Armada y Fuerza Aérea Uruguaya.

El ministro Rosadilla calificó este día como “importante” para la sociedad uruguaya. Recordó que hace cuatro meses impuso en el cargo a Bonilla y hoy cuenta con oficinas donde instalar el Estado Mayor de la Defensa. Se encontró una fórmula para no agregar costos, mediante una reestructuración del patrimonio ya existente. Se hizo con generosidad pero también con sacrificio.

“Estamos empeñados en llevar a la vida lo que el parlamento uruguayo discutió durante años, lo que establece la Ley Marco de Defensa Nacional. No será un proceso sencillo fundamentalmente el proceso de construcción del ESMADE”, dijo.

Cada una de las Fuerzas tiene una larga tradición que genera cultura, condiciones propias, idiosincrasia. Construir una institución que le de un carácter conjunto que derribe fronteras y construya fortalezas comunes será un proceso difícil que tendrá resistencias, no voluntarias ni de mala fe, sino que implica resignar la cultura propia del “siempre lo hicimos así”. Explicó que no están apurados y no es un proceso para hacer a la fuerza, pero tampoco se debe claudicar. El ESMADE tiene un desafío importante en esta etapa: al 1º de noviembre la sociedad uruguaya, en particular el Parlamento Nacional, debe tener una propuesta de reforma de las Fuerzas Armadas para los próximos años. Seguramente lo que se proponga será la acumulación de estudios e iniciativas que desde hace años se vienen planteando. La virtud del Estado de la Defensa es tener un espacio común donde discutirlo, intercambiarlo y unificarlo para las tres Fuerzas. Rosadilla confía en que se cumplirá.

El trabajo por delante es de construir un proyecto básico, modesto y primario pero que inicie el camino de las transformaciones que hace tiempo la sociedad uruguaya demanda de las FFAA. Se apuesta a un proceso ordenado con espacio para ir incorporando la nueva dinámica, explicó Rosadilla, quien entiende que primero se deben definir las misiones de las Fuerzas para luego determinar los medios, el personal, la capacitación y el entrenamiento.

Bonilla, en tanto, dijo recibir con orgullo la casa de las Fuerzas Armadas al servicio de la sociedad y tener plena conciencia del trabajo que le aguarda. Confía en que se pueda cumplir con la extensa tarea asignada.

El jerarca recordó que como Uruguay no recibe agresiones extranjeras, la sociedad se pregunta: “¿para qué FFAA?” Hay una necesidad cada vez más imperiosa de salvaguardar los recursos estratégicos, fundamentales para los próximos años. Con la creación de una nueva Ley marco de Defensa, con un concepto nuevo de la defensa nacional se estará a la altura de las aspiraciones de las autoridades. “El desafío es cumplir el 1º de noviembre con la misión asignada”, dijo.

   
 
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