Harald Edelstam
Premio internacional llevará el nombre de un apasionado
defensor de los Derechos Humanos
Al cabo de una vida comprometida con la
acción humanitaria la acción del extinto diplomático sueco
fue crucial para salvarle la vida y proteger a más de 1.500
personas víctimas de la represión. Entre éstas, la de 58
uruguayos que durante la dictadura de Augusto Pinochet
permanecían detenidos en el Estadio Nacional de Santiago.
Montevideo recuerda en su nomenclátor a Edelstam y un
premio internacional rescata su espíritu.
En la rambla Harald Edelstam, ubicada en
el barrio montevideano de Capurro, se recordó hoy al
diplomático sueco en un acto que contó con la presencia,
entre otros, de la nieta del homenajeado, del embajador
sueco Jan Axel Nordlander y su homólogo uruguayo Julio
Baráibar; de la intendenta de Montevideo, Ana Olivera; del
director de Derechos Humanos, Javier Miranda; de la ex
subsecretaria de Relaciones Exteriores, Belela Herrera e
integrantes de la fundación Harald Edelstam.
Edelstam (1913-1989) fue un diplomático
sueco de destacada gestión en la defensa de los Derechos
Humanos durante la Segunda Guerra Mundial cuando estuvo al
frente de la representación diplomática de su país en
Noruega, que había sido ocupado por las fuerzas nazis. Su
labor continuó en Guatemala y coincidió con la caída del
gobierno democrático de Jacobo Árbenz Guzmán en 1954.
Tiempo después, su destino fue Chile, en momentos en que la
dictadura Augusto Pinochet derrocó el gobierno de Salvador
Allende. Fue en este período turbulento en que su accionar
fue crucial para salvar la vida de 58 uruguayos que
permanecían detenidos, y según trascendió, con los días
contados, en el Estadio Nacional de Santiago.
Ese fue uno de los episodios más
heroicos de la vida de Edelstam, lo que le valió ser
declarado persona no grata y debió abandonar el país
trasandino en 1973, relató su nieta. A lo largo de su
gestión diplomática y en su afán por defender a las
víctimas de la represión que buscaban protección logró
salvar la vida de más de 1.500 personas.
Uno de esos compatriotas fue el
embajador Baráibar quien, luego de rememorar la
comprometida labor del diplomático escandinavo afirmó que
los latinoamericanos tenemos mucho que agradecer la pasión
y convicción de este luchador en la defensa de los Derechos
Humanos.
Premio al coraje
Herrera, por entonces embajadora
uruguaya en Chile, recordó la figura de Edelstam,
visiblemente emocionada por recuerdos que no desvanece el
paso del tiempo. La ex jerarca de Cancillería, en el
período anterior, destacó que se debe considerar que el
derecho de asilo, que es una institución arraigada en
Latinoamérica, no existía en Europa. Es por esto que varios
diplomáticos de ese continente y que por entonces cumplían
funciones en Chile no intervinieron en la contienda. En
Edelstam prevaleció su acción humanitaria y coraje, sostuvo
Herrera- por eso actuó, sin el apoyo decidido del gobierno
sueco, tan cerca de aquéllos que salvó de una muerte
segura.
Procurando honrar la memoria de Haral
Edelstam, su nieta Caroline y el embajador Axel Nordlander,
promueven la creación del Premio Internacional Edelstam que
reconocerá la labor de aquéllas personas que se destaquen
en la defensa de los Derechos Humanos.
Se trata de un galardón que será
entregado por primera vez en 2012 y premiará regularmente
los esfuerzos extraordinarios en la defensa de los Derechos
Humanos y donde el coraje constituirá un factor clave en la
elección. En abril del presente año comienza el período de
nominación de candidatos que serán evaluados por un comité
integrado por prominentes figuras, entre los que mencionó
al magistado español Baltasar Garzón y a la jurista
canadiense Louise Arbour.
Al cierre del evento, la intendenta
Olivera celebró la instauración del Premio Edelstam y dijo
que un espacio de Montevideo lleve el nombre del
diplomático sueco ayuda a no perder la memoria y recuerda a
quien fuera un ejemplo de la acción humanitaria. |