Un clásico contemporáneo
Ballet del SODRE inicia temporada con “Un tranvía
llamado deseo”
Con la presentación del espectáculo “Un
tranvía llamado deseo” se lanzó la temporada 2011 del
Ballet del SODRE. Se trata de una versión libre del clásico
estadounidense de Tennessee Williams. Se realizarán diez
únicas funciones en el Auditorio Nacional Adela Reta, entre
el 18 y el 29 de marzo, bajo la dirección artística de
Julio Bocca, con coreografía de Mauricio Wainrot. Las
localidades van desde los $90 a los $550.
En oportunidad de presentar la obra, el
maestro Julio Bocca expresó su satisfacción por continuar
al frente de la compañía del SODRE y confirmó que el cuerpo
de baile ya cuenta con un calendario de presentaciones
nacionales e internacionales hasta el año 2013.
El argentino Mauricio Wainrot, encargado
de dirigir la coreografía del espectáculo explicó que se
trata de una compleja obra y que fue hace ocho años, la
última vez que la trabajó.
Señaló que no se trata de una danza
clásica sino de un repertorio neoclásico, donde lo que
prima es la posibilidad de poder contar la historia de una
obra paradigmática del teatro americano.
Explicó que su espectáculo comienza
sobre el final de la obra de Williams, cuando Blanche
DuBois se encuentra internada en un centro psiquiátrico. El
hilo conductor está basado en flashbacks donde recuerda
etapas de su vida pasada.
Por su parte, Bocca subrayó que se trata
de una obra muy compleja y señaló que la compañía venía
realizando clásicos, lo que se traduce en un primer
desafío, sobre todo para el público, dijo. Explicitó que se
trata de una obra de teatro interpretada por bailarines, lo
que representa una oportunidad para los artistas en su
crecimiento profesional.
Generalidades
Considerada como una de las obras más
importantes de la literatura estadounidense, “Un tranvía
llamado Deseo”, cuenta la historia de Blanche DuBois, una
dama sureña con delirios de grandeza, refugiada en un mundo
inventado, presumida, altanera y desequilibrada y Stanley
Kowalski, su rudo cuñado miembro de la clase inmigrante
proletaria, que en esos tiempos incrementaba su influencia
y determinación en la sociedad norteamericana.
Se estrenó en Broadway el 3 de diciembre
de 1947 y su última representación fue el 17 de diciembre
de 1949 en el Teatro Ethel Barrymore. La producción de
Broadway fue dirigida por Elia Kazan y protagonizada por
Marlon Brando, Jessica Tandy, Kim Hunter y Karl Malden.
En 1951, la película Un tranvía llamado
Deseo, basada en la obra y dirigida por Elia Kazan ganó
varios premios, incluyendo un Oscar en la categoría Mejor
Actriz, por la actuación de Vivien Leigh como Blanche.
Argumento de la obra de Mauricio
Wainrot
En la escena final de Un tranvía llamado
Deseo, de Tennessee Williams, Blanche Dubois, su
protagonista, es llevada a un hospital para enfermos
mentales. Es ese momento, precisamente, el punto de partida
de esta versión coreográfica.
Los acontecimientos más importantes en
la vida de Blanche son recreados a través de sucesivos
flashbacks, cuando ya todo pasó y sólo quedan jirones
deshilvanados de su memoria.
Es una historia hecha de retazos, como
Blanche misma, presentada como una personalidad escindida,
a través de la multiplicación en escena de varias Blanche
que se mezclan y confunden.
La obra revive, en forma constante y
obsesiva, los nudos desencadenantes de la progresiva crisis
de Blanche: el suicidio de su marido, la imposible
convivencia con su hermana y su cuñado Stanley Kowalski, la
relación con Match –de quien recibe afecto y confianza- y
sobre todo, el permanente enfrentamiento con Stanley.
Blanche y Stanley son dos personajes que
se atraen y rechazan. No representan sólo dos mundos y dos
culturas muy diferentes. Son, también, paradigmas de dos
épocas que se enfrentan sin ninguna posibilidad de
compresión. |