Situación carcelaria
Para Mujica es necesario que las FFAA controlen las
puertas de las cárceles
Es necesario que los militares
controlen el acceso a las prisiones, para evitar el ingreso
de drogas y armas, sin que la Policía pierda soberanía,
reiteró el Presidente Mujica. El mandatario habló de la
situación carcelaria, dijo que no debe idealizarse ni creer
que se arregla con “verdugueo inútil”. El grueso de la
gente puede encausarse y hay que luchar por eso, sin
estigmatizar a nadie, reflexionó.
En su audición radial de M24, el
Presidente de la República, José Mujica, se refirió a la
situación carcelaria y a los recientes hechos que
concluyeron con la muerte a tiros de un recluso en el Penal
de Libertad. Tuvo que ocurrir en estos días un asesinato
en una cárcel para que gráficamente Uruguay notara que era
posible que hubiera armas poderosas en manos de presos en
una cárcel de alta seguridad, en un recinto que se supone
está férreamente controlado por las fuerzas policiales,
argumentó.
“Sabíamos de alguna forma que estas
cosas pasaban. Teníamos indicios y no nos hacíamos los
tontos, sabíamos con pruebas mucho más concluyentes que
entraba droga y circulaba. Sabíamos que el peso de los
hechos no puede achacársele livianamente al sistema de
visitas, a los familiares”, dijo. Tenían claro, además que
un cuerpo tan grande como la Policía y digno en términos
generales, podía tener en su seno –como cualquier organismo
grande- una falla en algún funcionario, alguna excepción.
Oportunamente y hace meses “recomendamos
personal y reiteradamente al ministro del Interior que
había que trabajar para que las puertas de las prisiones,
es decir el acceso de las personas, pudiera ser
eventualmente controlado por parte de las Fuerzas Armadas”,
indicó. Se llegó a esa conclusión porque es obvio que si
entran armas y drogas es por la puerta, añadió.
“No podemos estigmatizar a los
familiares ni al conjunto grande que compone la Policía.
Acá viene la falla de carácter individual frente a la cual
no hay receta conocida. El control de otro cuerpo, de otra
disciplina era esencial, lo que no significa que la Policía
pierda soberanía ni significa "fascistizar" nada, es nada
más ni nada menos que una medida de seguridad que a la
larga van a tener que agradecer los buenos policías y la
seguridad en general, empezando por la ciudadanía”, sostuvo
el mandatario. Se necesitan herramientas existentes que son
caras y que deben funcionar en la puerta para tener un
claro relevamiento de lo que entra y sale, dijo.
Los escáners –según demuestra la
historia- cuestan mucha plata y se suelen romper. Eso ya
pasó en alguna parte del Estado hace no muchos años. Quiere
decir que la calidad humana sigue siendo clave en estas
cuestiones.
Cuando se discutió el tema en su momento
opuso resistencia en la Policía y en las mismas FFAA, lo
cual está bien, teniendo en cuenta –en el último caso- que
se trata de un trabajo “feo”. Asimismo, generó resistencia
en parte de la opinión pública, lo que también es una
garantía, indicó Mujica quien considera que se está ante
una emergencia y que se debe encontrar la forma de
derrotarla, sin “hacerse los tontos”.
En su momento se planteó la necesidad de
que el personal policial de las cárceles –el grueso no
todo- debía rotar. “Lo seguimos pensando aunque no lo
podamos instrumentar, porque no existe en el mundo la
vocación de carcelero, es una especialidad que si se alarga
con el tiempo tiende a alterar a cualquier persona normal”,
dijo. “Cuando la rutina y el tiempo se combinan con alguna
excepción de debilidad humana, la tentación a la corruptela
está en cada rincón de una cárcel. La falla de alguno se
puede arrastrar por mucho tiempo, y esa falla termina
sepultando todo lo correcto que pueda tener un sistema y
que haga muchísima gente que funciona con dignidad”,
añadió.
Mujica dijo que es conciente del estado
“lamentable” de las cárceles en el país, por ello se está
invirtiendo en una verdadera remodelación. Primero se
procura atender el hacinamiento y tener la comodidad mínima
para lograr una calificación. Hay que masificar políticas
de trabajo y educación en las cárceles y eso es parte de la
seguridad pública. “Sabemos que el preso necesita una
zanahoria para recuperarse, y esa zanahoria se llama la
perspectiva de la libertad, pero ganada por la vía del
esfuerzo propio. Hay que dar oportunidad para la
recuperación”, indicó Mujica, quien considera que el grueso
de la gente recluida puede tener una perspectiva de cambio
de vida. También se sabe de antemano que hay un margen de
gente para la que no se tiene respuesta de recuperación.
La causa germinal del delito está en
ciertas condiciones sociales, es una lucha en la que no hay
que estigmatizar a nadie. “No hay respuesta facilonga y
debemos comprometernos todos”, dijo el Presidente, quien no
comparte que existan barrios en que la Policía no puede
entrar o territorios dominados.
“Por lejos somos el país que en este
frente está mejor de toda América Latina, sin embargo
estamos peor con respecto a nuestra historia”, reflexionó
Mujica. |