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26 de marzo, 2011

Plan Agua 

Gestión por cuencas y participación ciudadana clave para manejo de recursos hídricos 
La Dirección Nacional de Aguas lleva adelante un plan de acción cuyo cometido es mejorar la gestión de los recursos hídricos. La participación de la ciudadanía -organizada en comisiones de cuencas regionales- será sustancial para la definición de las principales políticas nacionales. Este plan atiende a la importancia del saneamiento, además, de promover la creación de mapas de riesgo hídrico frente a inundaciones y sequías.  

La ley 18.172 establece que las competencias de la Dirección Nacional de Hidrografía (MTOP) en materia de evaluación, administración y control de los recursos hídricos fueran transferidas al Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente, a través de la Dirección Nacional de Aguas y saneamiento. El director nacional de Aguas, José Luis Genta, expresó que en ese marco institucional se promovió un trabajo de análisis sobre los riesgos hídricos a nivel de todo el territorio y se identificaron puntos críticos que se deberán atender para evitar efectos negativos ante situaciones de inundación o sequía. Esto derivó en un plan de acción denominado Plan Agua con miras a un Plan Nacional de Gestión Integrada de Recursos Hídricos y que se desarrollará a través de comisiones de cuenca.

Uruguay cuenta con tres grandes cuencas: la del río Uruguay, la de la Laguna Merín, y la región sur que comprende el Río de la Plata y su frente marítimo. En base a esas regiones, la Política Nacional de Agua establece la creación de consejos regionales donde se involucren a todos los actores. De esta manera, el trabajo por cuencas será el eje principal de la gestión de los recursos hídricos. Desde el Ejecutivo se promueve, además, la creación de dos comisiones regionales, una en Santa Lucía y otra en el Río Negro. Se espera que las comisiones de cuenca definan necesidades desde los ámbitos locales, en un trabajo participativo con la gente que es la usuaria de los recursos hídricos y que debe saber también cómo cuidar esos recursos. 

Prevención de efectos negativos por sequías e inundaciones

Por otra parte, José Luis Genta señaló que desde el inicio de la gestión, la DINAGUA desarrolla un trabajo de análisis de los drenajes pluviales y del saneamiento para mejorar la gestión de los mismos frente a casos de inundaciones.

En ese sentido, durante 2010 se realizó un trabajo de identificación de las zonas de riesgo, considerando sus vulnerabilidades frente a las amenazas hídricas. Este trabajo se llevó a cabo junto con la Dirección Nacional de Vivienda a través del plan de relocalizaciones, con la Dirección de Ordenamiento Territorial y las intendencias departamentales para identificar las áreas inundables.

Se identificaron 30 centros poblados que son afectados por inundaciones de los cuales 25 tienen más de 10.000 habitantes e incluyen a 14 de las 19 capitales departamentales. Por ello, sostiene que el ordenamiento y planificación territorial son temas fundamentales a desarrollar. En ese marco, se apunta a la elaboración de protocolos como punto central para marcar directrices y prevenir efectos negativos por inundaciones. Esto incluye la elaboración de una cartografía de riesgo hídrico como parte del sistema de información de agua que aporta la DINAGUA.  

Además, las acciones tenderán a lograr metas en términos de saneamiento y los planes de vivienda. La mejora del hábitat debe ser conjunta y global, atendiendo no sólo a las estructuras sino también al tema de los servicios que se requerirán. “Que el hábitat sea más que la vivienda, sino que sea también los servicios, en particular el saneamiento”, enfatizó Genta.

Por ello, se determinó la necesidad de trabajar junto con OSE -como actor principal en la materia- para atender a los sectores que no cuentan con un alcantarillado sanitario y que también son responsabilidad del MVOTMA y sus planes de vivienda. La idea es que la infraestructura de saneamiento pase a ser una parte fundamental de los planes de vivienda. En ese marco, iniciará en breve un proyecto piloto de saneamiento en Ecilda Paullier y Tranqueras para determinar qué tipos de políticas se deberá desarrollar, con el fin de llegar a 2014 con 30.000 conexiones de saneamiento nuevas. Además, se espera definir planes para el acceso al saneamiento en todas las localidades mayores de 150 habitantes.

En cuanto a la sequía, DINAGUA desarrolló junto a OSE, MGAP, el Sistema Nacional de Emergencias y la Intendencia de Canelones un proyecto que permitió marcar medidas y acciones adecuadas para asegurar el acceso al agua potable. Este trabajo identificó los puntos críticos y se logró un mapa de riesgo de aguas superficiales y un mapa de accesibilidad al agua subterránea. Además, se generaron buenas prácticas para el aprovechamiento del recurso hídrico.

En ese aspecto, los nuevos retos implican plantear las departamentales de ordenamiento territorial frente a situaciones de sequía y potenciar el uso de los mapas de riesgo a través de la participación de la población sobre el buen uso del suelo.

   
 
  José Luis Genta