Mortalidad infantil en su mínimo
Es un logro de las políticas sociales aplicadas por el
gobierno, dice ministro Daniel Olesker
La tasa de mortalidad infantil (TMI)
conoció en 2010 una caída histórica a 7,71 por mil,
producto de la reforma de la salud en curso y de las
políticas sociales en general aplicadas por este gobierno,
declaró el ministro de Salud Pública, Daniel Olesker.
También destacó el papel jugado por los trabajadores del
sector.
Tras el consejo de ministros realizado
en la residencia presidencial de Suárez, del cual fue uno
de los portavoces, Olesker señaló que entre 2009 y 2010 la
TMI pasó de 9,56 por mil nacidos vivos a 7,71, la más baja
de la historia del país. El año pasado murieron 96 niños
menos que el anterior, precisó el ministro.
Esa cifra “nos ubica luego de Cuba y
prácticamente con Chile en los primeros lugares de América
Latina”, dijo.
La baja en este indicador pone a Uruguay
a 0,80 por mil del Objetivo del Milenio de Naciones Unidas
para 2015 en relación a los niveles de mortalidad infantil
(la meta establecida es de 6,90 por mil).
Para lograr este resultado todo el país
invirtió mucho, destacó. Como ejemplos de esa inversión
citó el pasaje del presupuesto de ASSE de 170 a 650
millones de dólares y el cambio de la vacuna penta-valente
a trece-valente, lo cual supuso que el valor de la dosis se
multiplicara prácticamente por dos.
Olesker puso especial énfasis en la
incidencia de las políticas sociales sobre la mejora de los
índices sanitarios de la población en general y la caída de
la TMI en particular.
Mencionó en ese sentido el mayor acceso
a la seguridad social; el aumento de las asignaciones
familiares; la duplicación del número de CAIF; la mayor
cobertura de la red de saneamiento; la adopción por el INDA
de una canasta alimentaria dirigida a mujeres embarazadas;
la implementación por el Ministerio de Educación y Cultura
de programas socio-educativos definidos por agentes de ASSE
y del MIDES.
“En definitiva, todo el gabinete
ministerial tuvo intervención en medidas que impactaron en
este resultado”, declaró Olesker.
Recordó asimismo que las políticas
aplicadas por la actual administración son continuidad de
las definidas en el período de gobierno anterior.
Fueron decisivos en la baja de la TNI,
entre otras medidas, la inclusión de niños y adolescentes
en el Sistema Nacional Integrado de Salud; los controles de
embarazo, parto, puerperio; la atención obligatoria de los
niños hasta los dos años; la incorporación del registro
obligatorio de defectos congénitos; los bancos de leche
materna y el carné del niño y la niña.
Consultado por la situación puntual del
barrio Las Láminas, en el departamento de Artigas, donde
hasta muy recientemente la TMI era sumamente elevada,
indicó que si bien no cuenta con datos actualizados ya el
año pasado había bajado a menos de un dígito.
Los tres componentes de la mortalidad
infantil - precoz (hasta séptimo día), neonatal (hasta el
día 28) y postneonatal (hasta el año)- bajaron entre 2009 y
2010 en la misma proporción, aunque un poco más la precoz,
lo que demuestra la importancia del control del embarazo.
También se registró un descenso en los
números relativos a las causas que llevan al deceso de
niños menores de un año (malformaciones congénitas, signos
mal definidos, enfermedades respiratorias, causas
desconocidas).
Las que disminuyen en mayor proporción
son las causas respiratorias, señaló el ministro,
recordando que Uruguay incorporó la vacuna anti-neumocóccica.
Si se comparan los sectores público y
privado, la baja se alineó en forma similar, con una
reducción un poco mayor en el sector público, que venía más
retrasado.
De no haber liderado ASSE esta baja no
se habría alcanzado el indicador anunciado, dado el peso
que tiene el sector público en el número total de
nacimientos (dos terceras partes de los uruguayos nacen en
Salud Pública), destacó. |