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28 de marzo, 2011

Mortalidad infantil en su mínimo

Es un logro de las políticas sociales aplicadas por el gobierno, dice ministro Daniel Olesker
La tasa de mortalidad infantil (TMI) conoció en 2010 una caída histórica a 7,71 por mil, producto de la reforma de la salud en curso y de las políticas sociales en general aplicadas por este gobierno, declaró el ministro de Salud Pública, Daniel Olesker. También destacó el papel jugado por los trabajadores del sector.

Tras el consejo de ministros realizado en la residencia presidencial de Suárez, del cual fue uno de los portavoces, Olesker señaló que entre 2009 y 2010 la TMI pasó de 9,56 por mil nacidos vivos a 7,71, la más baja de la historia del país. El año pasado murieron 96 niños menos que el anterior, precisó el ministro.

Esa cifra “nos ubica luego de Cuba y prácticamente con Chile en los primeros lugares de América Latina”, dijo.

La baja en este indicador pone a Uruguay a 0,80 por mil del Objetivo del Milenio de Naciones Unidas para 2015 en relación a los niveles de mortalidad infantil (la meta establecida es de 6,90 por mil).

Para lograr este resultado todo el país invirtió mucho, destacó. Como ejemplos de esa inversión citó el pasaje del presupuesto de ASSE de 170 a 650 millones de dólares y el cambio de la vacuna penta-valente a trece-valente, lo cual supuso que el valor de la dosis se multiplicara prácticamente por dos.

Olesker puso especial énfasis en la incidencia de las políticas sociales sobre la mejora de los índices sanitarios de la población en general y la caída de la TMI en particular.

Mencionó en ese sentido el mayor acceso a la seguridad social; el aumento de las asignaciones familiares; la duplicación del número de CAIF; la mayor cobertura de la red de saneamiento; la adopción por el INDA de una canasta alimentaria dirigida a mujeres embarazadas; la implementación por el Ministerio de Educación y Cultura de programas socio-educativos definidos por agentes de ASSE y del MIDES.

“En definitiva, todo el gabinete ministerial tuvo intervención en medidas que impactaron en este resultado”, declaró Olesker.

Recordó asimismo que las políticas aplicadas por la actual administración son continuidad de las definidas en el período de gobierno anterior.

Fueron decisivos en la baja de la TNI, entre otras medidas, la inclusión de niños y adolescentes en el Sistema Nacional Integrado de Salud; los controles de embarazo, parto, puerperio; la atención obligatoria de los niños hasta los dos años; la incorporación del registro obligatorio de defectos congénitos; los bancos de leche materna y el carné del niño y la niña.

Consultado por la situación puntual del barrio Las Láminas, en el departamento de Artigas, donde hasta muy recientemente la TMI era sumamente elevada, indicó que si bien no cuenta con datos actualizados ya el año pasado había bajado a menos de un dígito.

Los tres componentes de la mortalidad infantil - precoz (hasta séptimo día), neonatal (hasta el día 28) y postneonatal (hasta el año)- bajaron entre 2009 y 2010 en la misma proporción, aunque un poco más la precoz, lo que demuestra la importancia del control del embarazo.

También se registró un descenso en los números relativos a las causas que llevan al deceso de niños menores de un año (malformaciones congénitas, signos mal definidos, enfermedades respiratorias, causas desconocidas).

Las que disminuyen en mayor proporción son las causas respiratorias, señaló el ministro, recordando que Uruguay incorporó la vacuna anti-neumocóccica.

Si se comparan los sectores público y privado, la baja se alineó en forma similar, con una reducción un poco mayor en el sector público, que venía más retrasado.

De no haber liderado ASSE esta baja no se habría alcanzado el indicador anunciado, dado el peso que tiene el sector público en el número total de nacimientos (dos terceras partes de los uruguayos nacen en Salud Pública), destacó.

   
 
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