Paisaje Cultural San Salvador
Simon llamó a la ciudadanía a
apropiarse de un hallazgo significativo para el país
El Ministerio de Educación y Cultura y
la Intendencia de Soriano trabajarán en forma mancomunada
en un proyecto en el que la comunidad del departamento
tendrá un rol protagónico. Días atrás, dos enterramientos
indígenas fueron trasladados al Museo de Dolores, para ser
microexcavados y debidamente acondicionados. Universidad de
la República analizará las muestras extraídas a través de
Carbono 14 y pruebas de ADN.
En la Intendencia de Soriano, el jefe
comunal Guillermo Besozzi y la subsecretaria del Ministerio
de Educación y Cultura (MEC), María Simon, anunciaron que
esa jurisdicción departamental y la secretaría de Estado, a
través de la Comisión de Patrimonio Cultural de la Nación,
trabajarán en forma conjunta en el Proyecto Paisaje
Cultural San Salvador.
El evento
se enmarca en el ciclo de conferencias informativas que se
realizan en el departamento luego que en el mes de enero
dos buzos locales hallaron, de manera fortuita, elementos
de culturas prehispánicas y de asentamientos españoles en
el siglo XVI, en el río San Salvador, a dos kilómetros y
medio de su desembocadura en el río Uruguay.
La
subsecretaria Simon dijo que los referidos hallazgos son
muy significativos para el país y, por su riqueza, se dan
pocas veces en la historia. Éstos se produjeron en un área
que por sus características estratégicas fue habitada por
diferentes grupos humanos que dejaron su huella.
En un
sector del río fue identificado un montículo de lastre y
artefactos de una embarcación de la primera parte del siglo
XVI (ver
http://www.presidencia.gub.uy/sci/noticias/2011/03/2011032101.htm). El arqueólogo Alejo Cordero, que junto a un equipo de
expertos de la Comisión de Patrimonio releva el área,
informó que algunas de esas rocas fueron analizadas en la
Facultad de Agronomía donde se determinó que las mismas son
alóctonas (no pertenecientes a la zona).
El jueves
17, algunos integrantes del grupo, Valerio Buffa, Nicole
Fleitas y Alejo Cordero, mostraron a la prensa, en un
sector relativamente elevado sobre una de las márgenes del
San Salvador, a seis metros sobre el nivel del mar, dos
panes de tierra que contenían, apenas visibles, dos
enterramientos indígenas, aunque con características
diferentes.
Uno es de
tipo primario, es decir, que la osamenta aparece tal cual
fue sepultado el cuerpo. Ésta pertenecería a un hombre
joven y yace de cúbito dorsal, arrodillado. La
particularidad es que incluía un ajar funerario constituido
por cuentas de cerámica y una boleadora.
El otro
enterramiento es secundario y la disposición del esqueleto
aparece desarticulada de forma que los huesos largos están
agrupados junto al cráneo. En este caso, se aguarda
encontrar huellas o indicios del elemento que contenía la
osamenta y que podía ser cuero o fibra.
El sábado
26, ambos panes fueron levantados y trasladados a través
del San Salvador hasta el Museo Lacán Guazú, en Dolores,
distante a unos 20 minutos, para someterlos a un minucioso
análisis. Para ello se emplearon dos cajas metálicas
acondicionadas con yeso y fibra que aseguraron la
integridad de los bloques.
La
comunidad aguardaba el arribo de los conjuntos óseos en el
puerto de la localidad y desde allí acompañó el trayecto,
en silencio, hasta las instalaciones del museo, lo que
conformó un cuadro conmovedor.
El
arqueólogo Cordero, justificó que el traslado obedeció a la
necesidad de conservación de las piezas óseas para que no
continuaran siendo erosionadas por la lluvia, el calor y la
humedad.
Cooperación internacional
De aquí en
más, un equipo de técnicos integrado por representantes del
Lacán Guazú, de la Intendencia departamental y de la
Comisión de Patrimonio realizará un trabajo más minucioso
en laboratorio, denominado microexcavación.
En esta
fase, que se prolongará dos semanas en la medida que se
confirme la labor de tres arqueólogos por conjunto, se
liberarán, registrarán y limpiarán los huesos de sus
respectivos panes de tierra y se tomarán las muestras
necesarias para realizar los análisis del Carbono 14 y de
ADN. Luego, durante una semana más, sobrevendrán las tareas
de conservación y sellado de los restos óseos y su
disposición en un ambiente libre de humedad.
El
entrevistado estimó que la obtención de resultados de las
muestras de Carbono 14 insumirá aproximadamente un mes y se
realizaría por duplicado, es decir, un análisis se hará en
la Facultad de Química (UDELAR) y otro en un laboratorio
del exterior, de Estados Unidos o Europa. En este caso, el
fechado obtenido se efectuará por un procedimiento
denominado AMS (acelerador de masas) y del que carece
nuestro país.
Adelantó
que en el lapso de un mes también se podrá contar con el
resultado del análisis de ADN que se realizará en la
Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación. Éste se
complementará con otros que permitirán obtener
particularidades en cuanto a patología y cronología, entre
otros aspectos.
La
subsecretaria Simon, que maneja la posibilidad de financiar
las tareas con el apoyo de la cooperación internacional,
puso énfasis en que el Proyecto Paisaje Cultural San
Salvador es para los ciudadanos locales, quienes deben
apropiárselo.
Adelantó
que luego de la etapa de laboratorio los artefactos serán
exhibidos en el museo Lacán Guazú al tiempo que vaticinó
que en un futuro el área contará con un centro de
información y observatorios. Al mismo tiempo, Cordero había
mencionado que las tareas arqueológicas podrían llegar a
insumir dos años.
La próxima
etapa en tierra implica el rescate de los artefactos
dispersos en la superficie, fotografía aérea y
desmalezamiento manual de la zona para poder comenzar a
realizar interpretaciones topográficas sobre el terreno. En
base al material obtenido se efectuarán sondeos para buscar
restos de estructuras edilicias de los asentamientos de
Sebastián Gaboto en 1527 y Juan Ortiz de Zárate en 1574. |