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31 de marzo, 2011

Paisaje Cultural San Salvador

Simon llamó a la ciudadanía a apropiarse de un hallazgo significativo para el país
El Ministerio de Educación y Cultura y la Intendencia de Soriano trabajarán en forma mancomunada en un proyecto en el que la comunidad del departamento tendrá un rol protagónico. Días atrás, dos enterramientos indígenas fueron trasladados al Museo de Dolores, para ser microexcavados y debidamente acondicionados. Universidad de la República analizará las muestras extraídas a través de Carbono 14 y pruebas de ADN.

En la Intendencia de Soriano, el jefe comunal Guillermo Besozzi y la subsecretaria del Ministerio de Educación y Cultura (MEC), María Simon, anunciaron que esa jurisdicción departamental y la secretaría de Estado, a través de la Comisión de Patrimonio Cultural de la Nación, trabajarán en forma conjunta en el Proyecto Paisaje Cultural San Salvador.  

El evento se enmarca en el ciclo de conferencias informativas que se realizan en el departamento luego que en el mes de enero dos buzos locales hallaron, de manera fortuita, elementos de culturas prehispánicas y de asentamientos españoles en el siglo XVI, en el río San Salvador, a dos kilómetros y medio de su desembocadura en el río Uruguay.  

La subsecretaria Simon dijo que los referidos hallazgos son muy significativos para el país y, por su riqueza, se dan pocas veces en la historia. Éstos se produjeron en un área que por sus características estratégicas fue habitada por diferentes grupos humanos que dejaron su huella.  

En un sector del río fue identificado un montículo de lastre y artefactos de una embarcación de la primera parte del siglo XVI (ver http://www.presidencia.gub.uy/sci/noticias/2011/03/2011032101.htm). El arqueólogo Alejo Cordero, que junto a un equipo de expertos de la Comisión de Patrimonio releva el área, informó que algunas de esas rocas fueron analizadas en la Facultad de Agronomía donde se determinó que las mismas son alóctonas (no pertenecientes a la zona).  

El jueves 17, algunos integrantes del grupo, Valerio Buffa, Nicole Fleitas y Alejo Cordero, mostraron a la prensa, en un sector relativamente elevado sobre una de las márgenes del San Salvador, a seis metros sobre el nivel del mar, dos panes de tierra que contenían, apenas visibles, dos enterramientos indígenas, aunque con características diferentes.  

Uno es de tipo primario, es decir, que la osamenta aparece tal cual fue sepultado el cuerpo. Ésta pertenecería a un hombre joven y yace de cúbito dorsal, arrodillado. La particularidad es que incluía un ajar funerario constituido por cuentas de cerámica y una boleadora.   

El otro enterramiento es secundario y la disposición del esqueleto aparece desarticulada de forma que los huesos largos están agrupados junto al cráneo. En este caso, se aguarda encontrar huellas o indicios del elemento que contenía la osamenta y que podía ser cuero o fibra.  

El sábado 26, ambos panes fueron levantados y trasladados a través del San Salvador hasta el Museo Lacán Guazú, en Dolores, distante a unos 20 minutos, para someterlos a un minucioso análisis. Para ello se emplearon dos cajas metálicas acondicionadas con yeso y fibra que aseguraron la integridad de los bloques.  

La comunidad aguardaba el arribo de los conjuntos óseos en el puerto de la localidad y desde allí acompañó el trayecto, en silencio, hasta las instalaciones del museo, lo que conformó un cuadro conmovedor.  

El arqueólogo Cordero, justificó que el traslado obedeció a la necesidad de conservación de las piezas óseas para que no continuaran siendo erosionadas por la lluvia, el calor y la humedad. 

Cooperación internacional

De aquí en más, un equipo de técnicos integrado por representantes del Lacán Guazú, de la Intendencia departamental y de la Comisión de Patrimonio realizará un trabajo más minucioso en laboratorio, denominado microexcavación.  

En esta fase, que se prolongará dos semanas en la medida que se confirme la labor de tres arqueólogos por conjunto, se liberarán, registrarán y limpiarán los huesos de sus respectivos panes de tierra y se tomarán las muestras necesarias para realizar los análisis del Carbono 14 y de ADN. Luego, durante una semana más, sobrevendrán las tareas de conservación y sellado de los restos óseos y su disposición en un ambiente libre de humedad. 

El entrevistado estimó que la obtención de resultados de las muestras de Carbono 14 insumirá aproximadamente un mes y se realizaría por duplicado, es decir, un análisis se hará en la Facultad de Química (UDELAR) y otro en un laboratorio del exterior, de Estados Unidos o Europa. En este caso, el fechado obtenido se efectuará por un procedimiento denominado AMS (acelerador de masas) y del que carece nuestro país. 

Adelantó que en el lapso de un mes también se podrá contar con el resultado del análisis de ADN que se realizará en la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación. Éste se complementará con otros que permitirán obtener particularidades en cuanto a patología y cronología, entre otros aspectos.   

La subsecretaria Simon, que maneja la posibilidad de financiar las tareas con el apoyo de la cooperación internacional, puso énfasis en que el Proyecto Paisaje Cultural San Salvador es para los ciudadanos locales, quienes deben apropiárselo.  

Adelantó que luego de la etapa de laboratorio los artefactos serán exhibidos en el museo Lacán Guazú al tiempo que vaticinó que en un futuro el área contará con un centro de información y observatorios. Al mismo tiempo, Cordero había mencionado que las tareas arqueológicas podrían llegar a insumir dos años.  

La próxima etapa en tierra implica el rescate de los artefactos dispersos en la superficie, fotografía aérea y desmalezamiento manual de la zona para poder comenzar a realizar interpretaciones topográficas sobre el terreno. En base al material obtenido se efectuarán sondeos para buscar restos de estructuras edilicias de los asentamientos de Sebastián Gaboto en 1527 y Juan Ortiz de Zárate en 1574. 

   
 
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  Alejo Cordero