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7 de abril, 2011

Mujica consideró que no existen soluciones fáciles para mejorar la seguridad

“No habrá resultados milagrosos, con ninguna ley ni con ningún plebiscito”, aseveró el Presidente. Admitió que todos ellos pueden ser instrumentos; no obstante señaló que el instrumento central radica en darse cuenta que todos tenemos en esto un poco de responsabilidad directa e indirecta. Afirmó que el gobierno instrumenta medidas concretas para mejorar las cárceles y la eficacia policial.

El Presidente de la República, José Mujica, señaló en su audición de la emisora M24 que para mejorar la seguridad también se requiere del compromiso ciudadano y “del preocuparnos por la suerte de los demás”.

Mujica dijo que la senda trazada es positiva, ya que se apunta a mejorar las cárceles y el instrumento policial.

En referencia a las cárceles, dijo que la primera tarea es “agrandar la capacidad y apartar las categorías de los distintos presos”.

Las medidas adoptadas para mejorar la eficiencia policial consisten, según explicó Mujica, en la incorporación de mil efectivos de las Fuerzas Armadas, en formar nuevos policías y mejorar el instrumental técnico, como por ejemplo, los aparatos de comunicación.

Dijo que se necesita tiempo para instrumentar estas medidas, aún teniendo medios económicos, ya que hay que cumplir con licitaciones y atenerse a los controles del Tribunal de Cuentas.

El mandatario consideró que todavía seguimos pagando las cuentas de la crisis que padeció nuestro país. “Los fenómenos de hondas crisis sociales repercuten en la gente, en la forma de vivir, en la integración de las familias, en el campo del trabajo, en la aventura de vivir, en la soledad de muchos gurises que nacen y se crían como pueden; y eso tiene repercusiones a posteriori y vaya que están claras”, precisó.

En otro orden, Mujica dijo que el aumento de la inflación responde en gran medida al aumento del precio internacional del petróleo y de los alimentos.

También, recordó que como consecuencia “incontrovertible” de la política económica disminuyó la desocupación, la mortalidad infantil, la pobreza y la indigencia.

   
 
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