Día de la Adopción:
Celeridad, garantías y promoción de paternidad para
prevenir abandono
En ocasión del Día Nacional de la
Adopción INAU realizó una videoconferencia -con
transmisión en Bella Unión y Paysandú- para presentar un
abordaje del tema adopciones a la luz de modificaciones
en la normativa realizadas en 2009. El presidente de
INAU señaló que la adopción no debe ser necesariamente
una solución, “la solución tiene que pasar por que las
familias se puedan hacer cargo de sus gurises”.
Las
acciones en torno al Día Nacional de la Adopción, que se
celebra los 16 de abril de cada año, dio lugar a la
realización de una videoconferencia que contó con la
participación de Ricardo Pérez Manrique en
representación del Poder Judicial y la consultora del
Área de Protección de Derechos de UNICEF-Perú, Eda
Aguilar. El trabajo estuvo centrado en el análisis del
nuevo marco normativo, con utilización de la tecnología
que permite acercar a las personas en diversos puntos
del país, lo que fue en este caso un encuentro entre
Bella Unión y Paysandú.
El
presidente de INAU, Javier Salsamendi, dijo que esta
conferencia permitió construir un cuadro comparativo con
América Latina y el resto del mundo. Señaló que nuestro
país cuenta con modificaciones a la ley 18.590, desde
el año 2009. Salsamendi explicó que cada vez que hay
modificaciones normativas en torno a esta temática, la
cantidad efectiva de adopciones disminuye, debido a la
dificultad de reacomodar los procesos en el nuevo marco
legal.
Esta
nueva situación repercutió entonces en las adopciones
realizadas en 2010, que llegaron a un total de 29, una
cifra menor a la registrada en años anteriores. Sin
embargo, en comparación con otros países, esta cifra no
muestra un porcentaje bajo, frente a naciones con mayor
cantidad de habitantes.
“La
adopción, para nosotros, no debe ser necesariamente una
solución. La solución tiene que pasar porque las
familias se puedan hacer cargo de sus gurises”, subrayó
el presidente de INAU. Afirmó que la política de un país
tiene que estar armada sobre otras bases y expresó que
hay que apuntar, necesariamente, a que las familias se
puedan hacer cargo de sus hijos.
De lo
contrario, manifestó la conveniencia de buscar
soluciones en las que una familia ayude a otra a criar
a los niños, siendo la adopción la última instancia a la
cual acudir.
Más
celeridad, pero con buenas garantías
Salsamendi sostuvo que existen problemas en el sistema,
en las resoluciones del Poder Judicial y en el
funcionamiento del propio INAU.
Informó
que se incorporó un número importante de técnicos para
avanzar en el estudio de las familias, tanto para dar
una respuesta positiva como negativa, pero certera y más
rápida de la que hoy se brinda.
Señaló
que ello tiene que acompasarse con un funcionamiento
igual, en términos de celeridad y garantías del Poder
Judicial. Para ello, se trabaja en la redacción de un
reglamento que emite la Suprema Corte de Justicia, para
adaptar los procesos judiciales y que todos los juzgados
funcionen de la misma manera.
“La
rapidez no puede ir en contra de un verdadero proceso de
selección técnicamente bien realizado, en términos de
garantías”, dijo el jerarca. Igualmente se avanzó en
esta materia, con un gran aporte del sistema público de
salud, donde nacen gran parte de los niños que luego son
abandonados o entregados a cualquier persona. Ese se
configura, también, como otro tema a atender puesto que
de ese hecho al tráfico de niños generalizado hay un
solo paso, aseguró.
Asimismo, otra de las grandes preocupaciones es la
institucionalización de los niños al ser ingresados a
dependencias del INAU donde carecerán de los vínculos
afectivos de sus padres y se criarán sin los estímulos
esenciales para su desarrollo.
El objetivo es conseguir una familia para un niño y no un niño para
una familia
Por su
parte, Ricardo Pérez Manrique, sostuvo que desde el
Poder Judicial, la principal preocupación radica en la
aplicación de la nueva ley que contiene aspectos que
deberían ser modificados, sobre todo para que sea un
proceso con plenas garantías y que acelere los tiempos
de ejecución del proceso. “Entendemos que a veces en la
burocracia y en los pasillos de los juzgados se pierde
más tiempo del que sería necesario y hay que pensar en
un proceso más ágil, rápido y que pula algunos detalles
que hoy no están totalmente aclarados”.
El
objetivo es conseguir una familia para un niño y no un
niño para una familia. Para ello, se trabaja junto a
INAU en la solución de problemas que surjan de la
interpretación de la ley 18.590, pero al mismo tiempo no
se descartan reformas legislativas y en una mejor
comunicación con la sociedad, la cual hoy desconoce los
recursos que existen en esta materia.
Lo que
se precisan son reglas de juego claras, que sean
cumplidas por todos, en una coordinación
interinstitucional que incluya a la salud, la educación
y el resto de las políticas sociales. En ese sentido, se
aspira a crear un consejo nacional de adopción que
contemple a todos los sectores claves para el buen
desarrollo de los procesos adoptivos.
UNICEF reconoce posición de Uruguay frente a la adopción
Finalmente, la consultora de UNICEF-Perú, Eda Aguilar,
resaltó que la especialización y el trabajo
interdisciplinario en esta materia son elementos
esenciales a la hora de garantizar los derechos de los
niños a vivir en familia.
No hay
ningún país en América Latina que no tenga un sistema de
adopciones burocrático, engorroso y difícil en cuanto a
sus tiempos. “Yo creo que el problema está no en si
tarda más o menos tiempo, sino que el en tema ‘adopción’
hay que separar una etapa previa, que es la
adoptabilidad”. En ese sentido, si esa etapa de
adoptabilidad se trabaja en profundidad, de manera
técnica y objetiva, la posibilidad de adopción será más
rápida. A su vez, el sistema no debe ser rápido en los
tiempos de la familia que adopta, sino debe ser rápido
en relación a los tiempos del niño o niña a adoptar para
que pueda integrarse a una familia.
Por otra
parte, el sistema de adopciones debe contar con la
capacidad de trabajar la cultura de la adopción y
estudiar la idoneidad de las familias para adoptar,
sobre todo en los casos de niños con discapacidades o
grupos de hermanos. “Eso es de lo que debemos
preocuparnos. El sistema va a caminar más rápido cuando
se trabaje una cultura de adopción, amplia, abierta, con
cambio de enfoque, no desde la necesidad de la familia,
sino desde las necesidades del niño”, sentenció Aguilar.
El tema
debe trabajarse no desde el fomento de la adopción, sino
previniendo y evitando los abandonos. “La preocupación
mayor está, justamente, en por qué hay niños para
adopción. Eso no es lo normal, eso es la excepción”. En
ese sentido, la experta saludó la posición de nuestro
país frente a este tema tomándolo como una situación de
excepción.
En ese
marco, es importante trabajar en una campaña de
prevención del abandono que apliquen una valoración a la
paternidad, la filiación para disminuir los casos de
abandono y, en aquellos casos en que no se pueda evitar,
habrá muchas familias motivadas por aportar en el
cumplimiento del derecho de un niño sin hogar. |