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6 de mayo, 2011

Arte-cultura en cárceles

Las personas privadas de libertad no lo están en sus derechos culturales
Un coloquio sobre “Cárceles, Arte y Cultura”, organizado por el Área Ciudadanía Cultural del MEC con el fin de garantizar los derechos culturales de las personas privadas de libertad, se realizó en Torre Ejecutiva. El teatro, el canto, la escritura y la plástica son elementos que aportan a la rehabilitación de presos y presas, aportan conocimiento y desarrollan oficios artesanales para una mejor reinserción en la sociedad.

El director nacional de Cultura, Hugo Achúgar, reflexionó, durante la apertura del evento, acerca de la ciudadanía cultural y su asociación con los derechos culturales. Las personas al estar recluidas en establecimientos carcelarios pierden sus derechos como ciudadanos pero no el resto de sus derechos, entre los que se encuentran la libertad para acceder a la cultura y el arte.

La Dirección de Cultura realiza ya actividades en distintos establecimientos, como el Comcar, Penal de Libertad, la cárcel de Cabildo, Centro Nacional de Rehabilitación (CNR) y la cárcel de Punta de Rieles, donde se desarrollan talleres de teatro, canto, escritura, plástica y fotografía. Asimismo, existe un club de ciencias en la cárcel Cabildo el cual fue premiado en la Feria Nacional de Clubes de Ciencias en 2009, por su técnica de semi-hidroponia en una huerta instalada en la azotea del establecimiento carcelario. Además, la próxima semana se inaugurará una Usina Cultural en el Comcar y en la cárcel de Paysandú y se abrirá una Fábrica de Cultura en el CNR donde los presos y presas podrán aprender oficios tradicionales.

Por su parte, el ministro del Interior, Eduardo Bonomi, señaló que los proyectos que se realizan a nivel del sistema carcelario requieren de raíces sólidas para enfrentarse a este contexto y evitar su fracaso. “La realidad carcelaria uruguaya es muy dura”, sostuvo el ministro en referencia a las condiciones de hacinamiento, mezcla de presos con diferentes perfiles en espacios comunes, pocas posibilidades de trabajo y de educación. Son éstos, factores que inciden en el acostumbramiento de un tipo de vida sedentaria en la que es difícil incorporar nuevas actividades y proyectos. Sin embargo, es importante que este tipo de proyectos formen parte del proceso de rehabilitación de los reclusos, brindando no sólo un espacio de expresión sino posibilidades de trabajo futuro para su reinserción en la comunidad.

Presente también la coordinadora residente de Naciones Unidas en Uruguay, Susan McDade y la embajadora de España, Aurora Díaz-Rato, explicaron la importancia del apoyo internacional en los proyectos de defensa de los derechos humanos. En Uruguay se lleva adelante el proyecto Viví Cultura, programa conjunto del Estado uruguayo y el Sistema de Naciones Unidas, financiado por la agencia de cooperación española AECID, en el marco del proyecto de Reforma de Naciones Unidas “Unidos en la acción”. Viví Cultura tiene como objetivo la promoción y desarrollo de las industrias culturales y mejora del acceso a bienes y servicios culturales por parte de los sectores más excluidos de la población, especialmente jóvenes y mujeres. En este marco, Naciones Unidas cuenta con un proyecto específico para apoyar a las personas privadas de libertad, en el proceso de reinserción en la sociedad a través del trabajo.

La subsecretaria de Educación y Cultura, María Simon, resaltó que la cultura es un elemento de pertenencia de una sociedad y los presos no viven fuera de las comunidades, solamente se encuentran recluidos. Sostuvo que no se puede pensar en una rehabilitación sin tener en cuenta los aspectos básicos de la vida en sociedad, donde el acceso a la cultura es un elemento relevante. La cultura, como herramienta de integración y propuesta laboral es un aspecto que deberá contemplarse para que las personas privadas de libertad no estén privadas del conocimiento, la libre expresión y el arte.

El coloquio promoverá la realización de  actividades culturales que se pueden desarrollan en centros de reclusión y que sirvan, a su vez, como parte de la rehabilitación de los reclusos para su posterior reinserción en la sociedad. Al cierre, se presentó un espectáculo artístico a cargo de alumnos y docentes de los talleres de teatro del Penal de Libertad y la murga del Centro Nacional de Rehabilitación (CNR).

   
 
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