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17 de mayo, 2011
Se reduce incidencia del alcohol en siniestros de tránsito
El presidente de UNASEV, Gerardo Barrios, tildó de “alentadora” la situación en cuanto a la incidencia del alcohol en siniestros de tránsito.

Tras la baja de 0.8 a 0.3 g/l de alcohol en sangre, solo el 2% de las espirometrías de conductores que participan en accidentes da positivo. UNASEV y Presidencia redactaron un anteproyecto de Ley para llevar a cero el nivel en todos los conductores.

Uruguay atraviesa una situación más alentadora en cuanto a la incidencia del alcohol en los siniestros de tránsito. Tras la baja de 0.8 a 0.3 g/l de alcohol en sangre, solo el 2% de las espirometrías que se realizan en el país a conductores que participan de accidentes, dan un resultado positivo, situación que “nos ubica en primer nivel en el mundo”, aseguró el presidente de la Unidad Nacional de Seguridad Vial (UNASEV), Gerardo Barrios.

De todas maneras, UNASEV y Presidencia de la República redactaron un anteproyecto de Ley que integra el paquete de Leyes que se debatirán en un foro de discusión parlamentaria el próximo 25 de mayo, con el objetivo de llevar a cero el nivel de alcohol en sangre para todos los conductores, no solo para los profesionales, como rige actualmente. En este sentido, Barrios argumentó que el mensaje es uno solo: “si tomás alcohol no conduzcas”.

Por otra parte, teniendo en cuenta recientes siniestros protagonizados por vehículos que trasladaban pasajeros en sus cajas traseras, tanto sea militares como civiles, Barrios recordó que cuando se compra un vehículo (auto, camioneta o camión) la libreta de propiedad establece la cantidad de personas que pueden viajar en él. En la caja de un camión se permite transportar carga, no seres humanos. Es una disposición vigente hace muchos años.

El Código de Circulación Vial Nacional establece que solo en situaciones excepcionales pueden viajar personas en las cajas de los camiones. Eso se conversará con el Ministro de Defensa. “Situaciones excepcionales” es la guerra, una situación de emergencia donde se deban movilizar tropas para hacer una ayuda humanitaria, o un plan de contingencia. “En esas situaciones es lógico que se haga ese tipo de traslados, con mecanismos de seguridad para quienes viajan en las cajas. Pero si no se atraviesa una situación excepcional la gente no puede ni debe viajar en la caja de los camiones”, ratificó.

Habrá que articular formas alternativas de transporte de personal militar (en ómnibus por ejemplo). Si el ministerio de Defensa carece de recursos o tiene dificultades para incorporar ómnibus habrá que recurrir al sector privado o a otras instituciones que puedan brindar el apoyo necesario para movilizar las tropas.

   
 
  Gerardo Barrios