Hay unas 39 empresas interesadas en
construir la planta, 21 de las cuales presentaron un
compromiso de confidencialidad, señaló el jerarca.
No existe “ni un solo gran jugador en
el mundo que no haya manifestado su interés. Es un éxito
fenomenal”, aseguró Méndez.
El contrato será por 15 años, a partir
de 2013, y comienza con una generación de 10 millones de
metros cúbicos diarios. Las partes podrán comprar el gas
juntas o separadas. Asimismo, se comprometen a ofrecer a
la contraparte las capacidades no utilizadas a precio de
costo y, de existir fallas técnicas, Argentina abastecerá
a Uruguay de gas natural.
La instalación de la regasificadora
procura, también, ampliar la cobertura de gas por
cañerías a los hogares. En la actualidad el fluido llega
a 45.000 hogares en Montevideo, suministrado por la
empresa Montevideo Gas (66 por ciento de Petrobras y 34
de Pan American Energy) y 4.000 en el interior, a través
de Conecta (55 por ciento de Petrobras y el restante 45
de ANCAP).
Méndez afirmó que la planta
regasificadora posibilitará independizar al país de la
región en materia de abastecimiento y contar con una
veintena de proveedores de gas licuado a nivel mundial.
A diferencia de lo que sucede con el
petróleo, explicó, con el gas se pueden hacer negocios a
largo plazo, a diez y doce años. Añadió que en el mundo
se descubrieron yacimientos de gas natural de esquistos y
en el territorio uruguayo dos empresas internacionales
buscan ese tipo de gas natural.
El gas natural, señaló asimismo
Méndez, es el “complemento ideal” para la energía
renovable.
“Con la gran cantidad de parques
eólicos que se instalarán tendremos que disponer de
máquinas térmicas con una capacidad de respuesta muy
rápida, y una turbina a gas se enciende en dos minutos”,
acotó.
Por otra parte, reconoció que desde
que fue privatizada la vieja Compañía del Gas, la calidad
del servicio (un monopolio privado) “ha empeorado”.
El Estado impulsará la participación de ANCAP en el negocio de la distribución para garantizar el
respeto del interés colectivo, dijo.
“No podemos permitir como país, cuando
estamos haciendo una inversión tan grande en el
abastecimiento de gas natural, que se nos termine” la
cadena por el eslabón más débil, afirmó.