Durante simposio sobre su razón de ser
Biblioteca Nacional lanza base de datos
digital
La Biblioteca Nacional lanzará en estos
días una base de datos digital de la institución, a la
que se podrá acceder desde cualquier parte del mundo,
anunció el director del organismo, Carlos Liscano. El
jerarca inauguró este miércoles un simposio
internacional de tres días cuyo tema central será qué
Biblioteca Nacional necesita la sociedad uruguaya.
En el
coloquio, titulado “La Biblioteca Nacional de Uruguay en
el siglo XXI: actualidad y desafíos”, participan
delegaciones de Argentina, Chile, Francia y Alemania,
que darán a conocer sus experiencias.
La base
de datos digital que contiene el acervo de la biblioteca
creada casi 200 años atrás podrá ser consultada incluso
desde las “ceibalitas”, las computadoras portátiles
distribuidas gratuitamente entre los alumnos de
Primaria.
El
simposio abierto este miércoles, que se extenderá hasta
el viernes 27, “surgió el año pasado, ante la pregunta
muy sencilla de qué Biblioteca Nacional necesita la
sociedad uruguaya”, indicó Liscano.
“Llegamos a la conclusión de que no hay nadie en el país
que tenga una idea cabal” sobre cómo responder a esa
pregunta, reconoció.
Según
Liscano, los profesionales, bibliotecólogos,
archivólogos, investigadores, periodistas, estudiantes,
usuarios y probablemente algún gobernante tienen
visiones parciales sobre el tema.
“Podemos
trabajar de manera intuitiva, haciendo cosas, pero una
idea cabal, terminada, de la Biblioteca Nacional, no hay
quien la tenga en Uruguay, aseveró.
El
simposio está orientado a “trabajar sobre terreno más
firme” para poder “comenzar a responder” a la pregunta
sobre la razón de ser de la Biblioteca Nacional.
Participan en el evento funcionarios y técnicos de la
Biblioteca Nacional, la Escuela de Bibliotecología, la
Asociación de Bibliotecólogos y la Universidad de la
República, coorganizadoras del simposio, así como
directivos de bibliotecas nacionales de Argentina,
Chile, Francia y Alemania.
La
Biblioteca Nacional uruguaya fue creada en 1815 por
Dámaso Larrañaga, con aprobación de José Artigas.
Hoy
trabaja en la digitalización de la prensa y la
documentación del siglo XIX para que el usuario pueda
acceder a esos textos sin necesidad de manejar los
originales. |