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16 de junio, 2011

Apuesta a la rehabilitación

Ética, integridad y compromiso componen el perfil del nuevo operador carcelario
Un nuevo curso de operador penitenciario, dirigido al personal civil del Ministerio del Interior, se lanzó esta mañana en la sede de esa secretaría de Estado. “Es un gran desafío” expresó el ministro Bonomi, quien explicó que el objetivo es introducir progresivamente en las unidades penitenciarias, funcionarios capacitados que mantengan un relacionamiento fluido y de contención con los reclusos para lograr una rehabilitación efectiva.

El Ministerio del Interior lanzó esta mañana en su sede, el primer curso de Operador Penitenciario del escalafón “S”, cuyo objetivo es instruir, formar y capacitar funcionarios civiles en la profesión penitenciaria. Los cursos se dictarán en el CEFOCAP de lunes a viernes y las prácticas se llevarán a cabo en la Unidad Penitenciaria Punta de Rieles, con una modalidad que comprende un sistema de tutores.

La capacitación comenzó hoy con la formación de los primeros 15 supervisores grado V y los más de 100 operadores grado III, mientras que los operadores grado I –que superan los 400- lo harán en breve. El objetivo es habilitar 1600 operadores, de los cuales cerca de 400 serán técnicos: psicólogos, maestros y asistentes sociales, entre otras especialidades.

Para el ministro Eduardo Bonomi, se trata de una iniciativa fundamental que se enmarca en la Ley de Emergencia Carcelaria aprobada en 2010, que procura sustituir progresivamente al personal policial –escalafón L- de las cárceles, por personal civil –escalafón S-. En este sentido, aludió como ejemplo a España e Israel, donde los operadores penitenciarios son bachilleres con posgrados en seguridad.  

Uruguay tiene un alto nivel de reincidencia delictiva, comentó el ministro, por lo cual adoptar medidas para obtener una rehabilitación efectiva es imprescindible. Con ese fin, indicó que la relación entre los operadores y  reclusos debe ser fluida y de contención. “Es un proceso que será lento pero es un gran desafío”, subrayó.  

Por su parte, el director del Instituto Nacional de Rehabilitación, Alcides Caballero, coincidió con Bonomi en la incidencia que este aprendizaje puede ocasionar a largo plazo en la vida de los reclusos.  

En este sentido, se dirigió a los futuros operadores penitenciarios, con el fin de concientizarlos sobre la importancia de la tarea que deberán realizar con los privados de libertad. “Deberán tener presente que su labor no solo pasará por la contención sino también por la reinserción social”, les dijo.

El coordinador de desarrollo penitenciario, Alberto Brusa, agradeció la importante convocatoria a participar en este curso, que promueve la formación de profesionales guiados por valores éticos, de integridad y compromiso con la gestión penitenciaria.

   
 
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