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27 de noviembre, 2008

A 25 años del Acto del Obelisco

Ayer se recordó multitudinario acto por la democracia
El 27 de noviembre de 1983, todos los partidos políticos y organizaciones sociales del país convocaban alrededor de 500.000 personas, concentradas en torno al Obelisco de los Constituyentes, en la ciudad de Montevideo, bajo la consigna “Todos juntos por libertad, trabajo y democracia”, el día que el pueblo dijo presente.

La movilización, realizada a nivel nacional, comenzó en la capital a primeras horas de la tarde con la realización de reuniones ciudadanas de diversos barrios. Más tarde, los ciudadanos marchaban hacia el Obelisco, en dirección al acto que comenzaría poco después de 15:30. En el estrado lucía, bajo los colores patrios, una leyenda que rezaba: “Por un Uruguay Democrático sin excepciones”.

El orador de la proclama de aquella jornada recordada como histórica, fue el actor Alberto Candeau, quien dirigiéndose a los miles de ciudadanos congregados dijo: “(…) hemos venido a afirmar todos juntos y solemnemente nuestro compromiso irrenunciable, tras una década de regresión y de oscurantismo, de restituir a la nación su dignidad, al país su prestigio, a la Constitución su intangibilidad, a los Partidos políticos su papel insustituible que sólo emana de las urnas, a los gobernados su derecho a elegirlos, a cada ciudadano su condición de elector y elegible, a cada hogar su tranquilidad económica y a cada uruguayo su derecho a ganar el pan con el sudor de su frente”.  

En el interior del país, más precisamente en Paysandú, 11.000 personas se reunían en la Explanada de la Plaza Artigas, donde se entonó el Himno y se leyeron adhesiones de sectores políticos, sindicales y comerciales. En tanto, en la Plaza Artigas de Salto, más de 20.000 personas asistían al encuentro democrático.

Tres días después del acto multitudinario, la Dirección Nacional de Relaciones Públicas (DINARP), publicaba en la página 3 del nº 177 de la publicación “Carta del Uruguay”, que enviaba a los uruguayos en el exterior, una breve nota sobre el acto del 27 de noviembre. Aquella nota contaba que el acto del Obelisco había sido “debidamente autorizado por los poderes públicos” y “organizado por los Partidos Nacional, Colorado y Unión Cívica”.        

El 1º de diciembre, al otro día de la nota que publicara la DINARP, el entonces Presidente de facto, Tte. Gral. Gregorio Álvarez, dirigiéndose a la población en cadena nacional de radio y televisión, calificaba a la proclama de “mentirosa e insultante”, mientras aseguraba que las Fuerzas Armadas “jamás pretendieron ni buscaron entronizarse en el poder”. Ese día, la ciudadanía realizó un caceroleo y apagón, en rechazo a las palabras del dictador.

Tres años antes, el 30 de noviembre de 1980, la ciudadanía se proclamaba en contra del proyecto de reforma constitucional promovido por el gobierno de facto, cuyo objetivo era el de institucionalizar el autoritarismo. “Prometeo fue grande porque supo decir no a los dioses. Y el pueblo uruguayo es grande porque supo decir NO a los dioses con pie de barro”, decía Candeau. 

El último domingo de noviembre de 1984 se realizaban las elecciones nacionales que daban paso al gobierno que asumía democráticamente el 1º de marzo de 1985. “(…) No habrá derrotados, porque venciendo la democracia y consagrándose el respeto a la voluntad popular, la victoria será de todos”, afirmaba el orador. 

   
 
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