A 25 años del Acto del Obelisco
Ayer se recordó multitudinario acto por la democracia
El 27 de noviembre de 1983, todos
los partidos políticos y organizaciones sociales del
país convocaban alrededor de 500.000 personas,
concentradas en torno al Obelisco de los
Constituyentes, en la ciudad de Montevideo, bajo la
consigna “Todos juntos por libertad, trabajo y
democracia”, el día que el pueblo dijo presente.
La
movilización, realizada a nivel nacional, comenzó en la
capital a primeras horas de la tarde con la realización
de reuniones ciudadanas de diversos barrios. Más tarde,
los ciudadanos marchaban hacia el Obelisco, en
dirección al acto que comenzaría poco después de 15:30.
En el estrado lucía, bajo los colores patrios, una
leyenda que rezaba: “Por un Uruguay Democrático sin
excepciones”.
El orador de
la proclama de aquella jornada recordada como
histórica, fue el actor Alberto Candeau, quien
dirigiéndose a los miles de ciudadanos congregados
dijo: “(…) hemos venido a afirmar todos juntos y
solemnemente nuestro compromiso irrenunciable, tras una
década de regresión y de oscurantismo, de restituir a
la nación su dignidad, al país su prestigio, a la
Constitución su intangibilidad, a los Partidos
políticos su papel insustituible que sólo emana de las
urnas, a los gobernados su derecho a elegirlos, a cada
ciudadano su condición de elector y elegible, a cada
hogar su tranquilidad económica y a cada uruguayo su
derecho a ganar el pan con el sudor de su frente”.
En el
interior del país, más precisamente en Paysandú, 11.000
personas se reunían en la Explanada de la Plaza
Artigas, donde se entonó el Himno y se leyeron
adhesiones de sectores políticos, sindicales y
comerciales. En tanto, en la Plaza Artigas de Salto,
más de 20.000 personas asistían al encuentro
democrático.
Tres días
después del acto multitudinario, la Dirección Nacional
de Relaciones Públicas (DINARP), publicaba en la página
3 del nº 177 de la publicación “Carta del Uruguay”, que
enviaba a los uruguayos en el exterior, una breve nota
sobre el acto del 27 de noviembre. Aquella nota contaba
que el acto del Obelisco había sido “debidamente
autorizado por los poderes públicos” y “organizado por
los Partidos Nacional, Colorado y Unión Cívica”.
El 1º de
diciembre, al otro día de la nota que publicara la
DINARP, el entonces Presidente de facto, Tte. Gral.
Gregorio Álvarez, dirigiéndose a la población en cadena
nacional de radio y televisión, calificaba a la
proclama de “mentirosa e insultante”, mientras
aseguraba que las Fuerzas Armadas “jamás pretendieron
ni buscaron entronizarse en el poder”. Ese día, la
ciudadanía realizó un caceroleo y apagón, en rechazo a
las palabras del dictador.
Tres años
antes, el 30 de noviembre de 1980, la ciudadanía se
proclamaba en contra del proyecto de reforma
constitucional promovido por el gobierno de facto, cuyo
objetivo era el de institucionalizar el autoritarismo.
“Prometeo fue grande porque supo decir no a los dioses.
Y el pueblo uruguayo es grande porque supo decir NO a
los dioses con pie de barro”, decía Candeau.
El último
domingo de noviembre de 1984 se realizaban las
elecciones nacionales que daban paso al gobierno que
asumía democráticamente el 1º de marzo de 1985. “(…) No
habrá derrotados, porque venciendo la democracia y
consagrándose el respeto a la voluntad popular, la
victoria será de todos”, afirmaba el orador. |