1° de diciembre, 2008

Enrique Iglesias

Crisis económica internacional terminó con la autorregulación de los mercados

Con motivo de la Ronda Uruguay 2009, Enrique Iglesias, realizó una conferencia sobre la crisis económica mundial. El Secretario Iberoamericano cuestionó la desregulación financiero que rigió al mundo, fundamentada en una filosofía de no intervención. Precisó que la crisis no es asimilable a un desastre natural, ya que es consecuencia de la imprevisión humana. Defendió una reestructuración del FMI que lo constituya en banco central global.

Con motivo de la Ronda Uruguay 2009, el Secretario General Iberoamericano, Enrique Iglesias, realizó una conferencia denominada "Crisis económica mundial. Sus desafíos y oportunidades".

Sostuvo que el tema de la crisis financiera debe ubicarse como un aspecto crítico de los fenómenos internacionales. Particularmente, precisó que la globalización, caracterizada en tiempos recientes por sus aspectos positivos, en los últimos tiempos ha revelado sus aspectos negativos: "ha mostrado los dientes, especialmente en el sector financiero".

Asimismo, destacó que en el mundo se aprecian simultáneamente cinco crisis: energética, alimentaria, ambiental, de seguridad y financiera.

Manifestó no compartir la afirmación que sostiene que la crisis financiera se asemeja a un desastre natural. Estos, dijo, derivan de dios o la naturaleza, mientras que la crisis que vivimos es un hecho de los hombres y, en cierta medida, previsible. En segundo lugar, agregó que los desastres naturales duran muy poco, mientras que esta crisis se extenderá en el tiempo. Por último, expresó que mientras los desastres naturales son de corto plazo, la crisis financiera internacional genera impactos en el mediano y largo plazo.

En otro orden, Iglesias aseveró que la crisis económica que atraviesa el mundo posee características inéditas: "es distinta a la de los años 30". En aquel momento la sociedad era mucho más rural, con poblaciones con niveles de vida muchos más bajos. Explicitó que la actual crisis es global, alcanza a todos los países, y presenta enormes volatilidades, que implican variaciones diarias en las bolsas de valores.

El Jerarca internacional destacó que la crisis se generó en el marco de una filosofía no reguladora: "en los edificios de Washington se sostenía que el mercado sabe mejor".

Puntualizó que si bien la crisis ha impactado más fuerte en países desarrollados, también afecta a América Latina. Sostuvo que la "gran fiesta de la desregulación y de la ingeniería financiera exuberante" también benefició a los países de Latinoamérica, principalmente a los precios de los commodities.

El Secretario General Iberoamericano subrayó que la ingeniería financiera de los últimos 30 años "nos desbordó a todos en su capacidad de creatividad", lo cual no fue malo en principio. Lo que estuvo mal fue la carencia de regulación y el desplazamiento de una masa enorme de recursos financieros en el Atlántico. Cuando empezaron a augurarse dificultades en Estados Unidos, se trasladaron inconvenientes a Europa y el euro subió. Asimismo, cuando las cosas se pusieron malas en Europa, los flujos financieros volvieron a Estados Unidos. Finalizadas las grandes burbujas, las maniobras y especulaciones impactaron en los precios de las materias primas e incrementaron las dificultades inflacionarias, expresó.

Iglesias, recordando el pensamiento de Keynes, aseveró que las burbujas siempre estallan, y cuando existe una abundancia de liquidez como la que existió en los últimos años, siempre "se asumen riesgos más allá de lo prudente".

Caracterizó como segundo momento de la crisis la existencia de un pánico generalizado en el mundo desarrollado, ante lo cual hubo una reacción sin precedentes de los gobiernos. En ese sentido, "el mundo aprendió las lecciones de los años 30" y comenzó, por parte de los respectivos Bancos Centrales, una asistencia sin precedentes. Se compraron "activos tóxicos", se invirtieron capitales en los bancos y comenzaron líneas de créditos directos al sector privado. También se crearon créditos al consumo.

Dijo que los distintos salvatajes han generado problemas importantes en la opinión pública, lo cual se expresó en fuertes sentimientos anti-banqueros. Sostuvo que el argumento central que han esgrimido los gobiernos señala que de no salvarse a los bancos se generarían problemas mayores.

La situación expuesta ha generado un incremento en el endeudamiento de los estados, llegando en Estados Unidos al 100% del PIB, detalló.

Actualmente, puntualizó que se atraviesa el tercer momento de la crisis, el cual consiste en un período de recesión que impacta en el acceso al crédito, desconfianza de los consumidores, retracción de las inversiones y caídas en las bolsas de valor.

Iglesias consideró como novedad de la crisis, la pérdida de respuesta frente a los instrumentos económicos convencionales; esto también se traslada a la esfera de la política. Consideró que el impacto generado por la elección en Estados Unidos debiera generar una repercusión positiva en los niveles de confianza.

Asimismo, señaló que se debe generar una nueva arquitectura financiera internacional. Cuestionó que las crisis financieras anteriores no implicaron cambios en el aparato financiero. No obstante, aclaró que en la actualidad existe un consenso en que el sistema financiero debe modificarse.

Se está generando "un consenso político para colocar al Fondo Monetario Internacional en el centro del sistema, como un verdadero banco central global". Explicó que esto significará líneas de créditos nuevas y otros tipos de generación de liquidez. Por otro parte, este organismo debería generar nuevos mecanismos de alerta para advertir acerca de nuevas crisis, aclaró.

En otro orden, Iglesias acordó con aquellas posturas que promueven a una corte internacional para el manejo de la deuda. Dijo que actualmente sólo se cuenta con el Club de París.

En cuanto a los aspectos comerciales, consideró que es muy importante que la Ronda Doha sea aprobada, y genere un orden comercial mucho más estable. Si el mundo entra por la vía del proteccionismo se van a obtener consecuencias muy negativas, enfatizó.

Impactos en América Latina

Iglesias señalo que América Latina está enfrentando la reversión del ciclo expansivo, uno de los más favorables de las últimas décadas.

Sostuvo que la crisis nos afecta por varias vías: caída de precios de las materias primas, retracción del crédito internacional, baja en el envío de remesas, retracción de las inversiones, merma en el turismo e incremento en el endeudamiento de las empresas.

No obstante, el Secretario General Iberoamericano, afirmó que Latinoamérica cuenta con defensas, inexistentes tiempo atrás. En tal sentido, explicó que se cuenta con un sistema bancario sólido, con una cantidad importante de reservas, con regímenes de flexibilidad cambiaria y con una buena situación fiscal. Precisó que si bien no habrá recesión, aunque se producirá una caída significativa en el crecimiento del producto.

Iglesias sostuvo que se deben tomar en cuenta los impactos sociales que se puedan generar, tales como aumentos en el desempleo. Añadió que los impactos pueden sucederse en el campo político, ya que las crisis económicas frecuentemente generan cambios en las orientaciones de los gobiernos.

En cuanto a los caminos que deben transitarse por los países Latinoamericanos, consideró que se debe tomar en serio los posibles impactos e instó a prepararse para adversidades que pudieran eventualmente surgir.

Consideró que debe defenderse al sistema financiero, porque es el nervio central del sistema. Convocó a defender al sistema productivo, a revitalizar los bancos de desarrollo, y a defender a los sectores sociales más vulnerables. Añadió que debe utilizarse al gasto público como una herramienta para la creación de infraestructura, sin descuidar los equilibrios macroeconómicos.

En cuanto a las acciones externas, señaló que América Latina y España deben promover una reformulación de la regulación financiera internacional y promover que desde el exterior, mediante organismos internacionales, se apoye a las empresas.

Finalmente, en cuanto a los impactos en Uruguay, consideró que el país se encuentra mejor preparado que nunca. Dijo que los índices de confianza en la economía nacional son de los más altos de América Latina. Añadió que con la conjunción de los recursos naturales y de las capacidades sus recursos humanos, el país podrá salir adelante. Si se realizan grandes acuerdos nacionales se podrá enfrentar la crisis mejor que nunca, concluyó.

 

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