2 de diciembre,
2008
En un marco de integración regional
Soberanía energética con políticas
económicas y medioambientales sustentables
En la ponencia "Lineamientos
estratégicos de energía hacia el año 2030", el Director
Méndez, señaló que el modelo energético planteado por
el Ministerio de Industria pretende bajar para el año
2015 la dependencia del petróleo de 60 a 45%. Es
objetivo que el 50% de las energías usadas sean
autóctonas y renovables. Los planes contemplan al
Estado trabajando en un rol directivo junto a actores
privados regulados y manteniendo un intercambio
energético sostenido con la región.
Al cerrar la segunda jornada de la
Ronda Uruguay, el Director Nacional de Energía, Ramón
Méndez al exponer sobre "Lineamientos estratégicos de
energía: Uruguay 2030" dijo que el evento es una forma
de presentar a nuestro país al mundo en términos
petroleros.
Marcó la instancia como una
"aventura novedosa" para el país dentro de lo que son
los lineamientos estratégicos de política energética
definidos para los próximos 20 años.
De acuerdo al enfoque dado el
especialista dijo que no ve el acceso a la energía como
un problema geopolítico, sino como una dificultad de
acceso a la tecnología que el país no posee. Destacó
que tampoco es un problema simplemente económico debido
a la gran variación, en muchos casos, de los costos de
las materias primas y de las tecnologías.
En el centro de la preocupación
energética está el problema medioambiental en el
sentido de que más del 60% de las emisiones de bióxido
de carbono que emite el hombre se producen en el
momento en que se consume la misma.
Por lo tanto, dijo que "el problema
medioambiental está ineludiblemente relacionado con el
tema energético". Señaló que otro tema que es imposible
de soslayar -porque es ético- es que la humanidad está
dilapidando recursos que a la naturaleza le llevo
cientos de millones de años construir.
Indicó que el uso eficiente y
racional de la energía, que es un bien finito, es un
mandato ético para la humanidad. Añadió que de nada
sirve tener buen acceso a la energía barata y
respetuosa del medio ambiente si con la forma de
gastarla se generan más desigualdades sociales.
En ese marco, afirmó que 2.000
millones de personas en el mundo viven desde el punto
de vista energético como en el siglo XVIII, sin tener
acceso a la electricidad. Recordó que en nuestra
sociedad existen profundas diferencias sociales en
cuanto al acceso a la energía.
Méndez afirmó que esa es su
preocupación en cuanto al tema energético y es la
visión que tiene para encarar los lineamientos
estratégicos en la temática para el país.
El Jerarca dijo que la matriz
energética primaria del país depende mucho de las
lluvias, con una excesiva dependencia del petróleo,
junto a la escasa participación de fuentes autóctonas.
La excesiva dependencia de las
importaciones en función del petróleo creció y llegó
hasta el 30% de los requerimientos. Esto significa que
los aumentos de precios del petróleo generaron un
impacto directo sobre la economía nacional. En ese
contexto complejo, el país definió lineamientos
estratégicos de política energética que comenzaron a
discutirse cuando asumió el Gobierno actual.
Las medidas se profundizaron y han
sido producto de una profunda interacción y
coordinación con diferentes Ministerios, Intendencias,
ANCAP y UTE. En este momento, se tiene una versión más
completa de la situación con la participación también
de los representantes de la oposición partidaria.
Es necesario contar con soberanía
energética en un marco de integración regional, con
políticas sustentables desde el punto de vista
económico y medioambiental.
Es vital que el desarrollo
energético del país impulse un desarrollo productivo
con justicia social. En ese sentido nombró cuatro ejes
estratégicos. En el eje institucional el rol que tiene
el Estado en el tema energético es absolutamente
central junto a los actores privados pero de una manera
regulada por las políticas estatales. El Ministerio de
Industria, Energía y Minería debe ser responsable de la
política energética y fundamentalmente un gran
articulador social. El marco institucional debe ser
transparente para los inversores nacionales e
internacionales.
El segundo gran eje está centrado en
la diversificación de fuentes y proveedores de la
matriz energética para no depender solamente de una
empresa. Asimismo señaló como importante la
instrumentación de energía a través de la biomasa a
partir de lo agroindustrial en general como un gran
potencial, así como los agrocombustibles que se están
introduciendo.
Dijo que la política debe estar al
servicio de un desarrollo país en sentido amplio. La
transformación de la matriz energética debe garantizar
el cuidado medioambiental.
El tercer eje es el uso racional y
eficiente de la energía, situación que es un mandato
ético. Se entiende que la eficiencia se debe dar en el
sector transporte que consume el 33% de la totalidad de
la energía del país. En ese sentido, dijo que se está
introduciendo en Uruguay la primera fábrica de
automóviles eléctricos para exportar a toda la región.
Las prácticas de construcción eficiente con aislamiento
térmico adecuado junto a la introducción de diferentes
formas de energía a nivel del hogar.
El cuarto y último eje es la
consideración de que el acceso a la energía es un
derecho humano más, como tener vivienda o estar
integrado a un sistema de salud. Para ello se deben
disminuir los niveles de exclusión social. Resaltó que
a Uruguay le falta un 2% para culminar la
electrificación rural en su totalidad.
Señaló que los grandes ejes están
articulados con una serie de metas específicas y
verificables.
Las metas para el 2015 son
introducir una fábrica de regasificación de gas natural
licuado, al menos el 30% de los residuos forestales,
basura, efluentes líquidos del país se pretende que
sean transformados en generadores de energía.
Se procurará que al menos el 15% de
la energía eléctrica que se produzca en el país sea en
base a fuentes renovables no tradicionales. El
Ministerio tiene un fuerte plan para introducir el uso
de la energía eólica, solar y de biomasa.
Se pretende bajar la generación
eléctrica basada en el petróleo al menor número
posible. Es meta bajar un 15% el consumo de petróleo en
el transporte modificando los modos, impulsando el
ferrocarril o el tránsito por vías fluviales.
Es objetivo pasar de consumir
aproximadamente un 60% a un 45% de energía dependiente
del petróleo.
Es necesario que existan en el país
empresas trabajando en la construcción de molinos
eólicos, fabricación de paneles solares de diferentes
tipos, objetivos que están en funcionamiento.
Es meta que en el 2015 la cultura de
la eficiencia energética se encuentre definitivamente
instalada en el país como una variable más. Con las
líneas de acción que se están gestionando se puede
llevar el uso del petróleo aproximadamente a un 40%,
así como una importante participación de los residuos y
las energías renovables en un 50%.
Otra de las líneas estratégicas es
la promoción de intercambio regional de energía con el
impulso de la línea de interconexión eléctrica con
Brasil multiplicada por siete. Así como el aumento de
la interconexión de gasoductos y la suscripción de
acuerdos entre los países de la región.
En el sector de los hidrocarburos
aparece como línea central la Ronda Uruguay. También el
trabajo de asociación de la petrolera estatal, ANCAP,
con empresas petroleras con países que lo poseen y que
estarían dispuestos a asociarse para realizar
explotaciones conjuntas. Es objetivo realizar un
recambio para la reconversión profunda de la refinería
que permita refinar crudos más pesados.
La planta de sulfurización es un
debe para el país que permitirá dentro de tres años
reducir por 100 las emisiones de particulados de azufre
en los combustibles líquidos.
La Ronda Uruguay significa petróleo
y políticas a largo plazo, así como planificación
estratégica que es uno los ejes que se propone por
parte del Ministerio a todo el país.
Es necesario fortalecer a las
empresas estatales energéticas con la integración
vertical y trabajando desde el comienzo de la cadena
petrolera, con promoción del desarrollo local.
Indicó que Uruguay es un país
confiable para invertir porque es estable desde el
punto de vista político, económico, social, financiero
con reservas, y con importantes capacidades
intelectuales en sus ciudadanos para seguir
aprendiendo. |