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05 de octubre, 2009
Uruguay está entre los 50 países con mayor desarrollo humano
Uruguay ocupa el tercer lugar en América Latina y el 50º en el ordenamiento mundial de 182 países y territorios, en su índice de Desarrollo Humano (IDH). El puntaje de Uruguay en el IDH es superior al promedio de América Latina y el Caribe, así como se sitúa por encima del promedio de todos los países de alto desarrollo humano.

Uruguay 50° en desarrollo humano

Según PNUD los indicadores básicos de desarrollo humano en Uruguay han avanzado de manera constante durante 27 años.

Montevideo, 5 de octubre de 2009— Con un valor de 0.865 en el Índice de Desarrollo Humano (IDH) Uruguay se ubica en tercer lugar en América Latina y en el lugar 50 en el ordenamiento mundial de 182 países y territorios, realizado por el PNUD en base a datos 2007. El puntaje de Uruguay en el IDH es superior al promedio de América Latina y el Caribe -0.821- y también superior al promedio de todos los países de alto desarrollo humano -0.833-. En América Latina los dos países que se ubican más cercanos en el ranking son Argentina (posición 49) y Cuba (posición 51).

Migraciones internas y externas

El nuevo Informe sobre Desarrollo Humano 2009, titulado "Superando barreras: Movilidad y desarrollo humanos", se dedica a estudiar el fenómeno de las migraciones y los desplazamientos humanos, y sus vínculos con el desarrollo. El informe documenta los beneficios y costos de estos desplazamientos para los migrantes y sus familias y los países de origen y destino. Según revela, las ventajas no se limitan al movimiento a través de las fronteras. La migración tiene el potencial de mejorar el nivel de vida de millones de personas de todo el mundo, aunque las restricciones y los costos suelen limitar los posibles beneficios.
El Índice de Desarrollo Humano (IDH) es una medida sintética de los logros de una sociedad. Es un indicador del bienestar humano que combina indicadores de esperanza de vida, alfabetismo, matriculación escolar y PIB per cápita. Este año fue calculado para 182 países y territorios, la cobertura más extensa hasta la fecha.
En esta nueva medición, al igual que en todas las anteriores realizadas desde 1980, Uruguay muestra aumentos constantes en su desarrollo humano. Los datos corregidos en 2008 asignaban a Uruguay un valor de 0.860 y lo ubicaban en la posición 49. La caída de un lugar en el ordenamiento mundial de países con respecto a las cifras de 2008 obedece tanto a que otros países lograron mayores avances como a la inclusión de más países en el cálculo del IDH. Este último es el caso de Andorra y Liechtenstein, dos países de desarrollo humano muy alto que ingresan este año por primera vez en el IDH y se ubican en los lugares 19 y 28, desplazando a otros países hacia abajo.

Indicadores del IDH en comparación con países y regiones seleccionados

 

Valor IDH Posición en el IDH Expectativa de vida al nacer (años) Tasa de alfabetización en adultos (% mayores de 15) Tasa bruta combinada de matriculación (%) PBI per cápita (PPP US$)

Chile

8.878 44 78.5 96.5 82.5 13,880

Argentina

0.866 49 75.2 97.6 88.6 13,238

Uruguay

0.865 50 76.1 97.9 90.9 11,216

Cuba

0.863 51 78.5 [99.0] 100.8 6,876

América Latina y el Caribe

0.821 73.3 91.7 83.4 10,077

América del Norte

0.952 79.2 96.5 .. ..

Alto Desarrollo Humano

0.833 72.4 94.1 82.4 12,569

Pese al fuerte crecimiento económico experimentado por Uruguay en los últimos años, su nivel de PIB per cápita en paridad de poderes de compra (PPP) todavía se ubica detrás de otros países con menores desempeños en alfabetismo, asistencia escolar y esperanza de vida. Ese elemento lo sitúa por debajo de otros países de la región como Argentina (posición 49). En el caso de Chile (posición 44) la comparación resulta similar, salvo que el país andino supera a Uruguay en PBI per cápita y también en expectativa de vida al nacer (78,5 años).

Se mantienen las tendencias

El IDH no está diseñado para medir evoluciones en períodos cortos porque algunos de sus indicadores no responden rápidamente a los cambios recientes en las políticas públicas. Esto ocurre especialmente con la tasa de alfabetización de adultos y la expectativa de vida al nacer. Aunque las revisiones de datos de este año han afectado la ubicación y el valor en el IDH para algunos países, en general las tendencias no se han modificado. Por lo tanto, para reflejar cambios reales en desarrollo humano se recomienda comparar los valores de IDH y sus indicadores en el mediano y largo plazo.

Uruguay en el largo plazo

Los avances en los indicadores básicos de desarrollo humano en Uruguay han sido constantes durante los últimos 27 años. El país registró progresos en la mayoría de sus indicadores entre 1980 y 2007. Durante ese período, la esperanza de vida al nacer aumentó en aproximadamente 6 años, la alfabetización de adultos aumentó 4% y la matriculación bruta combinada subió 25%, mientras que el PIB per cápita (en paridad de poder de compra -dólares constantes 2007-) aumentó un 42%. El efecto acumulativo de estos cambios, producidos durante casi tres décadas, se refleja en la continua mejora en el valor absoluto del IDH.

El Índice de Desarrollo Humano

A comienzos de la década del noventa, el economista paquistaní Mahbub ul Haq, profundamente influido por el pensamiento de Amartya Sen, concibió el enfoque del desarrollo humano e impulsó su utilización en el marco del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

Desde entonces los Informes de Desarrollo Humano publicados por el PNUD han sido una plataforma de debate sobre la cual se han ideado y concebido políticas y estrategias nacionales que promueven mayor equidad, justicia e igualdad en todo el mundo.

Actualmente, contribuyen de manera efectiva al seguimiento sobre el avance de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, lo que incluye el objetivo cardinal de reducir la pobreza mundial a la mitad para el año 2015.

El progreso es desigual en 182 países, y se mantienen las desigualdades en salud, riqueza y educación.

Según el Informe sobre Desarrollo Humano 2009, la esperanza de vida puede diferir en hasta 30 años.

Bangkok, 5 de octubre de 2009 — Aunque muchas áreas han registrado avances en los últimos 25 años, sigue habiendo desigualdades inaceptables en el bienestar humano en los países desarrollados y en desarrollo, según lo que revela el Índice de Desarrollo Humano (IDH) publicado hoy como parte del Informe sobre Desarrollo Humano 2009.

"A pesar de haber conseguido mejoras significativas, los avances han sido dispares", sostiene Jeni Klugman, directora del informe. "Muchos países sufrieron retrocesos en los últimos decenios como resultado de depresiones económicas, crisis relacionadas con conflictos y la epidemia de VIH/SIDA; todo ello incluso antes de que se hicieran sentir los efectos de la actual crisis financiera mundial", agrega, "puesto que los datos más recientes comparables entre los países se refieren al año 2007".

El Informe sobre Desarrollo Humano es una publicación independiente encargada y publicada todos los años por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) que aborda los desafíos mundiales más urgentes. Este año, titulado Superando barreras: movilidad y desarrollo humanos, ha sido traducido a más de 12 idiomas y publicado en muchos países a lo largo del mundo.

Nuevas clasificaciones

Los países que ocupan los tres primeros lugares del IDH son, en orden descendente, Noruega, Australia e Islandia. Francia se integró nuevamente al grupo de los primeros 10 países después haber estado fuera un año, mientras que Luxemburgo quedo desplazado de este grupo.

Cinco países subieron tres o más posiciones en comparación con el año 2006: China, Colombia, Francia, Perú y Venezuela, en gran medida gracias a aumentos en el ingreso y en la esperanza de vida y, en el caso de China, Colombia y Venezuela, también debido a mejoras en la educación.
Hubo grandes cambios generales en las posiciones de los países: 50 países cayeron una o más posiciones respecto de su ubicación en 2006 y un número similar subió en la clasificación, aunque la mayoría en no más de dos puestos. En África subsahariana, por ejemplo, Ghana avanzó dos lugares (debido a logros en educación), mientras que Chad, Mauricio y Swazilandia retrocedieron dos puestos. Siete naciones cayeron más de dos lugares: Luxemburgo, Malta, Ecuador, Líbano, Belice, Tonga y Jamaica.

Los países que ocuparon los tres últimos lugares en el IDH de este año son, en este orden, Níger, Afganistán (incluido por primera vez desde 1996) y Sierra Leona, respectivamente. En otras palabras, un niño nacido en Níger puede esperar vivir apenas algo más de 50 años, esto decir, 30 años menos que uno nacido en Noruega. Por otra parte, las diferencias en el ingreso per cápita son enormes: por cada dólar de ingreso devengado por una persona en Níger, se ganan 85 dólares de EE. UU. en Noruega.

Klugman subraya que debido a las revisiones y actualizaciones de los datos, el IDH suele sufrir ajustes; por consiguiente, recomienda a los lectores no comparar el IDH de este año con los índices publicados en informes anteriores. Más bien, la sugerencia es referirse directamente al informe de 2009, ya que éste contiene datos actualizados desde 1980.

Grandes diferencias

El Informe sobre Desarrollo Humano de este año incorpora una nueva categoría de países: aquellos con un IDH muy alto; según éste, las personas que viven en países clasificados con un desarrollo humano más alto pueden esperar mejor educación, una vida más prolongada y mayores ingresos. Por ejemplo, el ingreso per cápita fluctúa entre menos de 1.000 dólares de EE. UU. en los países de IDH bajo a más de 37.000 dólares de EE. UU. en los países de IDH muy alto.

Las diferencias en la esperanza de vida y los niveles de instrucción también son asombrosas. Por ejemplo, un niño que nace en un país de IDH bajo puede esperar vivir sólo un poco más de 50 años, esto es, 17 años menos que si hubiera nacido en un país de IDH medio y 30 años menos que en uno de desarrollo humano muy alto. Uno de cada cinco adultos de los países de IDH medio y uno de cada dos de los de IDH bajo son analfabetos, situación muy poco frecuente en otros lugares.

Tendencias a largo plazo

A partir de 1980, las tendencias en el IDH muestran avances notorios en materia de desarrollo humano, con mejoras promedio de 15% en las puntuaciones del IDH. Quienes más terreno han ganado son China, Irán y Nepal. No obstante, el progreso ha sido mucho más significativo en educación y salud en comparación con el ingreso.

"Si bien el cierre de la brecha en muchos de los indicadores de salud y educación constituye una buena noticia, la persistente desigualdad en la distribución del ingreso mundial es un problema que debiera preocupar a los encargados de formular políticas públicas y a las instituciones internacionales", señala Jeni Klugman, quien advierte que estas tendencias se están analizando en profundidad para el informe 2010, el que marca el vigésimo aniversario de esta publicación.

El Informe sobre Desarrollo Humano: más allá del IDH

Más allá del IDH, el informe incluye cuadros sobre varias medidas del desarrollo humano, como tendencias demográficas, economía y desigualdad, además de educación y salud. También provee abundantes datos comparables internacionalmente que permiten a los usuarios identificar las características fundamentales del desplazamiento humano al interior de los países y más allá de sus fronteras.

"Estos cuadros entregan referencias básicas a periodistas, estudiantes, autoridades encargadas de formular políticas públicas e investigadores interesados en conocer más acerca de la función que desempeña la migración en el cambiante mundo actual", indica Klugman.

Impulsar la migración beneficia a América Latina

Bangkok, 5 de octubre de 2009—La migración tiene el potencial de mejorar el nivel de vida de millones de personas de todo el mundo, aunque las restricciones y los costos suelen limitar los posibles beneficios, según el Informe sobre Desarrollo Humano de 2009 presentado hoy.

En el Informe, Superando barreras: Movilidad y desarrollo humanos, se documentan los beneficios y costos de estos desplazamientos para los migrantes y sus familias y los países de origen y destino. Las ventajas no se limitan al movimiento a través de las fronteras. Muchos se benefician de la migración interna. Por ejemplo, los migrantes de zonas rurales a zonas urbanas en el Estado Plurinacional de Bolivia en general aumentan sus ingresos en más de cuatro veces después de trasladarse. No obstante, en el Informe se mencionan importantes barreras al movimiento tanto en países en desarrollo como en países desarrollados. Estos últimos suelen desalentar la migración de trabajadores poco cualificados y los aceptan solo sobre una base temporal.

En el Informe se advierte que la migración no sustituye el desarrollo y que, con frecuencia, la movilidad supone nuevas ideas, conocimientos y recursos, tanto para los migrantes como para los países de origen, que pueden complementar y afianzar el desarrollo económico y social de los países.

Esta es la publicación más reciente de una serie de Informes sobre Desarrollo Humano mundiales que tienen por objeto plantear el debate sobre algunas de los problemas más apremiantes con que se enfrenta la humanidad, desde el cambio climático hasta los derechos humanos. Se trata de un informe independiente cuya preparación fue encomendada por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

La desigualdad genera la migración

"La migración se intensifica debido a la desigualdad de oportunidades entre regiones y países, tanto en materia de ingresos como en otras esferas, como la educación y la atención de la salud", afirma la autora principal del Informe, Jeni Klugman. "La distribución de oportunidades en todo el mundo es sumamente desigual y no es sorprendente que haya personas que procuran trasladarse a lugares que les ofrecen mejores oportunidades."

La frontera entre los Estados Unidos de América y México constituye un ejemplo elocuente. El condado de los Estados Unidos que tiene el índice de desarrollo humano más bajo de la frontera entre los Estados Unidos y México (el condado de Starr, Texas) tiene un índice de desarrollo humano más alto que el del ayuntamiento mexicano más desarrollado cercano a la frontera (el ayuntamiento de Mexicali, Baja California). Estas diferencias generan una enorme presión sobre los traslados, como lo atestiguan los 29 millones de latinoamericanos que viven fuera de sus países de nacimiento.

A diferencia de todas las demás regiones del mundo, en América Latina y el Caribe la mayor parte de la migración internacional no se produce en la misma región. Casi el 70% de los migrantes internacionales de la región se dirigen a América del Norte, el 13,4% se desplaza dentro de América Latina y el 10,3% se traslada a Europa. En países como Costa Rica, Honduras, México, Nicaragua y Panamá la mayoría de los migrantes van a América del Norte. No obstante, esta modalidad no se aplica a todos los países de la región. En el caso de la Argentina, Bolivia (Estado Plurinacional de), Chile, Colombia, el Paraguay y el Uruguay, por ejemplo, la mayoría de los migrantes se desplazan dentro de América Latina.

En todo el mundo, prácticamente seis de cada diez migrantes se trasladan a un país en que la religión principal es la misma que la de su país de nacimiento, y cuatro de cada diez se trasladan a un país en que se habla mayormente el mismo idioma.

Éxito regional

Se han adoptado algunas medidas positivas con miras a reducir las barreras al movimiento, y varios de los mejores ejemplos de ello se encuentran en América Latina. El Mercado Común del Sur (MERCOSUR) y la Comunidad Andina han instituido mecanismos sumamente satisfactorios para alentar la movilidad entre los países.

Así pues, el Acuerdo sobre residencia para nacionales de los Estados partes del MERCOSUR dispone que los inmigrantes de la región que obtienen la residencia temporaria o permanente en otro país del MERCOSUR recibirán el mismo tratamiento que los nacionales del país. La Argentina fue el primer país en poner en práctica el acuerdo y dispuso que todo ciudadano de un país miembro del MERCOSUR o un Estado asociado sin antecedentes delictivos podía obtener la residencia legal. De conformidad con ello, los trabajadores bolivianos pueden viajar con relativa facilidad a la Argentina.

Eliminar las barreras

Sin embargo, la libertad de movimiento con frecuencia también tiene su precio. Las mujeres probablemente sean las que más se benefician de la migración, aunque también se enfrentan con grandes riesgos de explotación y desigualdad. Un estudio realizado para el Informe reveló que las mujeres bolivianas en la Argentina eran objeto de discriminación, tenían solo oportunidades de empleo limitadas y seguían ocupando una posición social subordinada. La mayoría de las mujeres peruanas y paraguayas en la Argentina trabajan por una remuneración baja en el sector no estructurado de la economía en la prestación de servicios personales. También se comprobó que los colombianos eran víctimas de discriminación en la República Bolivariana de Venezuela.

Un análisis de 10 países de América Latina demostró que los migrantes internos de origen indígena seguían siendo objeto de discriminación en las zonas urbanas, aunque tenían mayor acceso a los servicios que en las zonas rurales de las que provenían. En el Informe se insta a adoptar garantías para la protección del respeto de los derechos básicos de todos los migrantes, independientemente de que gocen de la condición de inmigrantes legales.

Remesas y beneficios

La migración puede traducirse en beneficios para los países de origen de los migrantes. En 2007 en América Latina las remesas representaron aproximadamente el 60% del volumen de la inversión extranjera directa y la asistencia totales combinadas. Más del 80% de las remesas envidas a América Latina se originaron en América del Norte. No obstante, la crisis económica ha causado una reducción de la corriente de remesas a países que dependen en gran medida de estas, incluidos el Ecuador, Honduras y Nicaragua.

Aunque el volumen total de las remesas es elevado, su impacto directo en la reducción de la pobreza depende de la situación social y económica de los migrantes. En América Latina, un estudio reciente demostró que en México y el Paraguay los hogares que recibían remesas eran principalmente los más pobres y los que tenían la menor tasa de matriculación escolar, en tanto que en Nicaragua y el Perú sucedía lo contrario. No obstante, en general las restricciones causadas por las oportunidades limitadas de los trabajadores no cualificados para trasladarse a otros países determinan que las remesas no lleguen directamente a las familias más pobres ni a los países más pobres.

En el Informe se indica que la migración puede tener repercusiones importantes en la reducción de la pobreza en un país. Esto es especialmente cierto en el caso de la migración interna, pues es mucho más fácil que las personas de familias pobres se trasladen dentro de las fronteras de sus países a que las crucen. Los datos de México indican que la tasa de pobreza disminuye en los hogares en que por lo menos un integrante se ha trasladado a otra parte del país. Por consiguiente, en el Informe se subraya que la migración, aunque no sea la panacea para los problemas de un país, debe tenerse en cuenta al formular estrategias de desarrollo.

En el Informe Superando barreras se destaca que ha llegado el momento de que los gobiernos se preparen para la recuperación y planifiquen el crecimiento de la demanda laboral, tanto de trabajadores cualificados como no cualificados. Las personas se trasladarán y el Informe Superando barreras ofrece los recursos para gestionar mejor la inevitable movilidad humana, estableciendo principios y directrices para los destinos tradicionales, como los Estados Unidos, y para los nuevos países atractivos para la inmigración, como Costa Rica.
Para acceder al Informe sobre Desarrollo Humano y a todo el material de prensa, visite: www.hdr.undp.org

   
 
  Ver adjunto #1
 
  Ver adjunto #2