Ministro Kreimerman

"Mayor aplicación de tecnología debe redundar en una menor desigualdad social"

"No se puede permitir aplicar tanto desarrollo tecnológico al mundo de los negocios y no hacer lo mismo con el mundo social", declaró el ministro de Industria, Energía y Minería Roberto Kreimerman.

A nivel económico Uruguay está ubicado en el lugar 50 dentro de 200 países en el mundo, zona calificada como "media - media alta", y en los primeros lugares de desarrollo con respecto a América Latina.

El éxito de las políticas aplicadas y las circunstancias internacionales obligan a seguir por la senda de la profundización de cambios. "Se trata de seguir adelante pero cada vez con menores desigualdades", dijo.

Indicó que "no se puede permitir aplicar tanto desarrollo tecnológico al mundo de los negocios y no hacer lo mismo con el mundo social".

La sociedad uruguaya no se puede permitir marchar a dos velocidades: una para construir desarrollo tecnológico y otra para gente que no accede a ninguno de esos sistemas, subrayó el jerarca.

Destacó el papel de las empresas públicas diciendo que ayudarán a resolver las políticas ministeriales y el problema de las velocidades "que se puede llegar a dar y creo que estamos tratando de evitarlo", enfatizó.

Dijo que el lanzamiento del programa SIEMBRA (ver documento adjunto) “es un punto de inflexión histórico en la atención en salud y en el desarrollo del Uruguay", porque permitirá a cada médico contar con la historia electrónica de sus pacientes.

Agregó que en este presupuesto quinquenal se dotó a las empresas públicas con fondos suficientes como para que puedan cumplir sus cometidos esenciales de acuerdo a las conveniencias del país.

El punto en que Uruguay debe focalizarse es la generación de más tecnología de punta, dijo.

Recordó que mejorar la tecnología es esencial para los planes estratégicos de la industria.

"No nos alcanza la actual estructura productiva, que tiene que ser menos primaria”, dijo.”Los uruguayos deben utilizar más todas las capacidades existentes", agregó.

La sociedad del conocimiento, concluyó, está transformándose en una sociedad inteligente e interactiva.