Mensaje del
Presidente Tabaré Vázquez a la
ciudadanía al cumplirse 4 años de la gestión de Gobierno
18 de
Julio y Paraguay
7 de marzo, 2009
Queridas uruguayas, queridos
uruguayos. Se que se ha transformado en un lugar común,
comenzar una vez más esta presentación ante ustedes con
las mismas palabras y primero es lo primero; lo primero
es agradecer la presencia de todos ustedes, de quienes
están viendo del otro lado de la pantalla de
televisión, escuchando por radio o por Internet este
acto.
Ciudadanos de todos los partidos
políticos. ¿Quién lo puede negar? Ciudadanos de todos
los partidos políticos, decenas, centenas de miles,
siguiendo por todos estos medios, sin duda, este acto
de Gobierno. Que no le quepa a nadie la menor duda,
este es un acto político, del Gobierno Nacional, del
Presidente, de todos los uruguayos, para todos los
uruguayos. Y que nadie se confunda, no es un acto
partidario. Es un acto de todos los uruguayos. De todos
los uruguayos, de cualquier condición socioeconómica,
cultural, de cualquier pensamiento religioso, de
cualquier creencia filosófica. Es un acto que intenta
rescatar aún más ese camino de profundizar, de ahondar,
de ensanchar la democracia en el Uruguay.
Y que a nadie se le ocurra preguntar
cuánto cuesta, cuál es el costo de este acto. Este acto
no tiene costo, no es un gasto, esto es una inversión y
lo que se invierte en profundizar la democracia -desde
mi muy modesto punto de vista- muy bien invertido está.
El 17 de febrero de este año
remitimos, como corresponde, al Parlamento Nacional, el
informe de la Rendición de Cuentas, del balance
presupuestal del año 2008. Y al otro día esa
información fue colgada en página web de Presidencia.
Seguramente ahí muchos ciudadanos han tenido
oportunidad de enterarse de lo que este Gobierno -el
Gobierno de todos los uruguayos- ha hecho en el correr
del año 2008. Pero seguramente muchos de ustedes no lo
habrán podido hacer o no tuvieron tiempo para hacerlo.
Lo que sí tienen, todos los ciudadanos, es el derecho a
saber lo que el Gobierno ha hecho. Por eso estamos acá.
Para cumplir con nuestra obligación. Para cumplir con
nuestro deber de informar y de hacerlo así, cara a
cara, a la población de lo que hemos hecho. Pero
también, para rescatar nuestro derecho como gobernantes
a informar y decir lo que hemos hecho a lo largo de
estos cuatro años de gestión de este Gobierno Nacional.
Y cuando digo “lo que hemos hecho”,
lo digo porque lo que se hizo no es sólo trabajo de una
persona, o de dos personas, o de tres personas. Es
trabajo de un equipo, de un equipo que comenzamos a
formar al otro día de haber ganado las elecciones en
octubre de 2004. Y fueron muchos ministros,
subsecretarios, directores de secretaría de los
distintos ministerios, asesores, presidentes de
comisiones y miles y miles de ciudadanos que trabajaron
fuerte para llevar adelante el Programa de Gobierno que
había elegido la población, que habían elegido los
uruguayos. Es imposible nombrar a todos y a cada uno de
ellos. Pero quisiera sí, hoy, en las personas que voy a
nombrar, explicitar mi reconocimiento a todos esos
ciudadanos, tantos y tantos que han trabajado para
lograr lo que se ha logrado en estos cuatro años. Y lo
voy a hacer en las personas de quienes estuvieron
ocupando cargos en los ministerios. Quienes ocuparon
cargos y que hoy están realizando otras tareas, que
prestaron una impresionante y valiosa colaboración para
el desarrollo del programa de gobierno. Y me refiero al
Senador Mariano Arana, me refiero al Senador Danilo
Astori, me refiero a la hoy Presidenta del SODRE,
Doctora Azucena Berruti, nombro al Ingeniero Jorge
Brovetto, al Doctor José Díaz, al Senador Reinaldo
Gargano, al Embajador Jorge Lepra, al Senador José
Mujica; y quiero también reconocer a quienes me han
acompañado desde el principio de esta gestión, me
refiero a la Ministra Marina Arismendi, al Ministro
Eduardo Bonomi, al Ministro Héctor Lescano, a la
Ministra María Julia Muñoz, que está en la India
recibiendo un premio internacional por el tema del
tabaco y al Ministro Víctor Rossi.
A quienes hoy nos están acompañando,
ocupando cargos en estos Ministerios. Al Ministro
Ernesto Agazzi, al Ministro José Bayardi, al Ministro
Carlos Colacce, al Ministro Álvaro García, al Ministro
Daniel Martínez, a la Ministra María Simon, a la
Ministra Daisy Tourné, a quien me acompañara desde el
principio como Secretario de la Presidencia y hoy
Canciller, Doctor Gonzalo Fernández, a quien ocupara la
Dirección de la Oficina de Servicio Civil y hoy la
Secretaría de Presidencia, el Doctor Miguel Toma, al
Licenciado Prosecretario, Jorge Vázquez, que me
acompañó desde el principio de la gestión, al ex
Director de la OPP, Carlos Viera, y al actual Director,
Profesor Enrique Rubio.
Y una mención muy especial a quien
fuera mi compañero de todos los tiempos, cuando
comenzamos, hace más de quince años las campañas
electorales. A quien fue leal, a quien fue un compañero
cabal, al que supo representar al país cuando lo tuvo
que representar y al que cuando tuvimos que dejar el
país para que él ocupara la Presidencia, lo hizo con
hidalguía, lo hizo con entereza, lo hizo con capacidad,
lo hizo con firmeza y con compromiso político: Rodolfo
Nin Novoa.
Y acá estamos, uruguayas y
uruguayos. Acá estamos. Acá estamos en términos de
presencia de ciudadanía, de equipo de Gobierno, de
Consejo de Ministros, de Presidente de la República.
Acá estamos en términos de dar la cara, de asumir
responsabilidades. Sin reproches, pero sin excusas.
Pero también acá estamos en términos
de avance del cumplimiento de los compromisos de
Gobierno y en términos de progreso como sociedad y como
país, en el cumplimiento de los compromisos de Gobierno
y en términos de progreso como sociedad y como país
Tuvieron suerte, les tocó gobernar
en un contexto internacional económicamente favorable,
han dicho, dicen y piensan algunos. Yo digo que pensar
es buena costumbre, además es bien saludable. Y es
verdad, hasta mediados del año 2008 hubo un contexto
internacional económicamente favorable, tuvimos suerte,
pero a la suerte hay que ayudarla. No fuimos, este
Gobierno no fue, los únicos y primeros tocados por esa
suerte, pero ustedes lo saben, aprovechamos el período
de bonanza para reducir las brutales vulnerabilidades
que presentaba el país al comenzar nuestra gestión. No
perdimos el tiempo, ni perdimos las oportunidades. Y lo
vemos en los siguientes capítulos. En lo financiero, la
administración prolija y profesional de la deuda
pública permitió recuperar la liquidez y la confianza
avanzando en el cumplimiento de un conjunto de
objetivos básicos entre los que mencionaré
Uno, reducción del peso de la deuda
externa con relación al producto bruto interno, esa
relación era extremadamente alta. Reducirla era una
condición fundamental para la sustentabilidad de las
cuentas públicas. La relación deuda pública neta,
producto bruto interno, se redujo a menos de la mitad,
pasando del 69% a fines de 2004, al 31% en el tercer
trimestre de 2008, último dato disponible.
En segundo lugar, hubo en
reperfilamiento de la estructura de los vencimientos de
esa deuda, superando el ahogo financiero que heredamos,
las necesidades de financiamiento del Gobierno central,
que debimos enfrentar en los primeros meses de gestión,
equivalían al 23% del producto, lo que resultaba
absolutamente impagable.
Esta situación que heredamos
contrasta con la que se observa en la actualidad y la
que recibirá el próximo Gobierno Nacional. En este
momento las necesidades de financiamiento para los años
2009 y 2010 se ubican en tan solo el 6% del Producto
Bruto Interno y el año 2009 y gran parte del año 2010
ya están financiados.
Tercer elemento en el terreno
financiero, disminución del peso de la deuda con
condicionamiento. Esa deuda que teníamos con los
organismos financieros internacionales y que nos
condicionaban fuertemente y aumentamos, incrementamos
la deuda soberana, sin condicionamiento, deuda que
maneja nuestro país, que manejará este y el próximo
Gobierno, sin condicionamiento más que lo que fijó el
propio país. Terminamos con los acuerdos con el Fondo
Monetario Internacional y se redujeron sustancialmente
las obligaciones con los otros organismos
multilaterales de crédito, sustituyendo deuda
condicionada que teníamos de corto plazo, por deuda
soberana de largo plazo, reduciendo el costo del
endeudamiento que era muy caro, por tratarse de una
deuda que el Gobierno anterior adquirió de emergencia
durante la crisis del año 2002.
En cuarto lugar, hubo
desdolarización de la economía tal cual lo planteábamos
en la campaña electoral anterior. Incrementando el
endeudamiento en moneda nacional, ese endeudamiento en
moneda nacional era sólo del 10% en el año 2004. Hoy la
deuda externa uruguaya, en plata uruguaya, es el 30%.
En quinto lugar, trabajamos para mantener elevados
niveles de liquidez internacional. Los activos de
reserva que hoy tiene el país más que se duplicaron en
nuestro período de gobierno, pasando de 2.500 millones
de dólares a fines de 2004 a 6.300 millones de dólares
a fines de 2008. Esto sin duda, sin duda, constituye en
un reaseguro esencial para poder enfrentar en mejores
condiciones la actual crisis internacional. Si eso pasó
en materia financiera cómo trabajamos en materia
fiscal. En esta materia, se avanzó notablemente en la
recomposición del gasto público priorizando los gastos
y las inversiones estratégicas y generando incentivos
tributarios a la inversión, todo ello en un marco de
responsabilidad fiscal. Por primera vez, se aprobó una
Ley de Presupuesto Nacional consistente con un programa
financiero responsable y con prioridades bien
definidas. Primero definimos lo que queríamos hacer y
luego elaboramos el Presupuesto. Y lo que queríamos
hacer era, en primer lugar, atender la emergencia
nacional y nadie pudo tocar que lleváramos adelante un
Plan de Emergencia Nacional. Pero definimos como
prioridades no el manejo correcto de los elementos
integrantes de la macro-economía que había que
manejarlos bien, no había otra posibilidad, había que
manejarlos adecuadamente, ese era un objetivo, pero no
el central. El objetivo central lo fijamos diciendo:
para este gobierno son prioridades la educación, la
salud, las políticas sociales, las obras de
infraestructura, la seguridad pública y el sistema
judicial. Esto es lo fundamental. Las otras son
herramientas. A su vez, se garantizó que durante este
período de gobierno se recuperaría la pérdida salarial
que habían sufrido anteriormente los funcionarios
públicos. Y en cumplimiento de los compromisos
programáticos de Gobierno que a partir de octubre de
2004 pasó a ser un mandato de la soberanía al Gobierno,
se realizaron reformas de la institucionalidad fiscal y
presupuestal entre las que se destacan las siguientes:
1º Reforma de los organismos recaudadores, en
particular de la Dirección General de Impositiva, Banco
de Previsión Social y la Dirección Nacional de Aduanas,
para hacerlas más eficientes, más eficaces, más
transparentes.
2º Presupuesto diseñado para
estimular la mejora en la gestión pública. Que hay
mucho por hacer todavía, uruguayas y uruguayos. Pero
que mucho se ha hecho. Y optimizar entonces el uso de
los recursos económicos y de los recursos humanos.
3º Creación de una oficina de
administración de la deuda pública cuyos resultados
trabajados profesionalmente y muy eficientemente ya
comentamos.
4º Reforma Tributaria sobre
criterios de justicia, eficiencia, y estímulo a la
inversión productiva, lo que está permitiendo avanzar
hacia objetivos de mayor equidad en la estructura
impositiva, mayor eficiencia del esquema impositivo y
contribución al Uruguay Productivo.
Tenemos que mejorar todavía la
distribución de la riqueza, pero no somos magos. Somos
humanos, tenemos limitaciones y hacemos lo que podemos
hacer.
Hay mucho para hacer, mucho para
hacer. Pero mucho es lo que se ha hecho.
Se comenzó a distribuir de otra
manera la riqueza que el país ha generado. Que pague
más quien tiene más y que pague menos quien tiene
menos.
No era verso. No era verso, y el 1º
de julio de 2007 comenzó a ser realidad. Y
contrariamente, uruguayas y uruguayos, contrariamente a
algunos pronósticos no necesariamente metereológicos,
se hizo todo sin drama. Se equivocó la paloma cuando
quiso dramatizar la reforma impositiva que este
Gobierno llevó adelante.
Ochenta por ciento de los
trabajadores y más del 90% de los jubilados y
pensionistas dejaron de pagar el Impuesto a las Rentas
Personales y no pagan, o pagan mucho menos, con el
Impuesto a las Rentas de las Personas Físicas.
Como resultado de la prudencia y
responsabilidad fiscal, el resultado de las cuentas
públicas mejoró notoriamente.
El déficit fiscal durante nuestra
Administración ha disminuido sustancialmente. El
déficit promedio entre el año 2005 y este año 2008 fue
de 0.8%, promedio, de esos cuatro años. Mientras que el
de 1985 al 89 fue del 5%. El de 1990 al 94, fue de
1.2%. El de 1995 al 99 fue de 1.8%, y el del periodo
2000-2004 se ubicó en 3.4%. Las cifras hablan por sí
solas.
Hoy, nuestro déficit fiscal es de
1.6% del PBI, debido a dos elementos fundamentales que
nos movieron las cuentas. Uno, es el sobrecosto
energético, las sequías, la necesidad de generar más
energía eléctrica. Punto de partida de las reservas de
agua se habían agotado, hubo que comprar más petróleo,
el petróleo llegó a valer casi 150 dólares el barril, y
las sequías que tuvimos en 2005 y 2006 y estas últimas,
que hemos tenido que invertir dinero -y bien invertido
está- para tratar de salir adelante, configuraron un
sobregasto adicional de aproximadamente 500 millones de
dólares, lo que explica que hoy nos hallamos desviado
de lo que nos habíamos propuesto como déficit fiscal.
Estos son los números. Ahí están las
realidades. Pero estos resultados financieros y
fiscales, herramientas que hay que manejar muy bien,
fueron los que sentaron las bases para las
transformaciones profundas que se introdujeron y se
están ejecutando en lo que más nos importa: en materia
social y en materia productiva y de trabajo para los
uruguayos.
En lo social, los resultados
alcanzados implicaron una mejora aún insuficiente, es
cierto. Lo habíamos dicho en la campaña electoral:
quien piense que votándonos, si llegamos al Gobierno,
en un día, en una semana, en un mes, en un año, en un
periodo de Gobierno, cambiamos todo y arreglamos todo,
que no nos vote porque no lo vamos a poder hacer. Lo
vamos a tener que implementar gradualmente. Lo dijimos
en todo el país, no engañamos a nadie. Lo dijimos.
Ustedes lo saben bien, todos los
uruguayos lo saben bien. No recorrimos el país con
promesas fáciles. No fuimos a cada lado a decir: “a
ustedes les vamos a subir el sueldo, a ustedes les
vamos a dar más y además vamos a bajar todos los
impuestos, vamos a sacar el IVA, vamos a…”, no dijimos
eso. Con responsabilidad dijimos: “va a costar mucho,
pero lo vamos a hacer. Entre todos lo vamos a hacer y
lo vamos a sacar adelante”.
Y hay que hacer más, claro que hay
que hacer más. Hay que hacer mucho más. En tres años,
uruguayas y uruguayos, la indigencia, la pobreza
extrema, se redujo a menos de la mitad. De casi un 4%,
al 1,7%. Y la pobreza, disminuyó en casi un tercio,
pasó del 32% al 21%. A mediados del año pasado, en
Uruguay había 260 mil pobres menos y 59 mil indigentes
menos que en el año 2005.
Cuando comenzamos nuestro Gobierno,
uno de cada tres uruguayos estaba en situación de
pobreza. En la actualidad, uno de cada cinco padece
esta situación y nos duele enormemente. No queremos que
haya pobreza en el Uruguay y en esta dirección creo,
tenemos que seguir trabajando porque ese es el objetivo
fundamental de un Gobierno que quiera ser profundamente
humano.
La mortalidad infantil que se
situaba en 13,2 por mil al inicio de nuestra gestión,
en el 2008 se situó en el 10,6 por mil y pretendemos
llegar a un solo dígito en mortalidad infantil. Pero,
en Las Láminas, ¿se acuerdan de Las Láminas? ¿Allá, en
el norte del país? La mortalidad infantil era de un 53
por mil. Vergonzosa mortalidad infantil. Hoy está en un
13 por mil. Y no por milagro. Por el trabajo que se
hicieron desde el Ministerio de Salud Pública, desde el
MIDES, desde otros Ministerios, apoyando una serie de
programas para proteger a la madre, a la mujer
embarazada y al niño recién nacido.
Por otra parte, uruguayas y
uruguayos, se verificó una marcada recuperación del
empleo, creándose 170 mil nuevos puestos de trabajo,
con tasas de empleo que se ubican en sus máximos
históricos y tasas de desempleo en niveles mínimos: 6,6
% a finales de 2008.
Pero no solo se generaron nuevos
empleos. Se generaron buenos empleos. Empleo de
calidad. En efecto, hubo notables incrementos en
términos de formalidad. Se formalizaron y hay 1.260.000
puestos cotizantes al Banco de Previsión Social, en el
último cuatrimestre del 2008. Récord absoluto de
afiliaciones en el Banco de Previsión Social.
El salario real creció un 19%.
Mejoraron, sin duda, las relaciones laborales. Hay
negociación colectiva, hay tripartita, el Estado no
está ausente en estas negociaciones, está presente,
como debe ser. Empresarios, trabajadores, Gobierno. En
pasividades, se prestan 710.000 prestaciones que
corresponden a 550.000 personas. Y un apunte sobre el
empleo. A nivel de Estado hubo que regularizar, ordenar
o naturalizar miles de situaciones heredadas, muchas de
ellas de muy larga data. Años de becarios, años de
pasantías, años de contratos. Esto es lo que regulamos.
Hoy son funcionarios, están regularizados. No hay
incremento, o si lo hay, es mínimo, y no el que se
dice.
Sin perjuicio de ello, sí, hubo que
crear nuevos cargos a nivel del Estado.
Hubo que crear nuevos cargos. Pero
ninguno de esos cargos se llenó a dedo. Los nuevos
ingresos al Estado fueron por concurso, por sorteo,
abiertos a toda la población.
En el terreno del bienestar de la
población hubo un fuerte incremento de la inversión
social que permitió. No es un término técnicamente
correcto el de “inversión social” el correcto sería
gasto social, pero yo me rebelo a creer que una
inversión en obras sociales sea un gasto, es una
inversión. Y digo además, es una excelente inversión.
Esta inversión social permitió fortalecer las redes de
protección, aspecto que resulta de fundamental
importancia en la actualidad para poder afrontar
posibles impactos locales de la actual crisis
financiera global. Estamos mejor preparados, sin duda,
que la crisis anterior.
En 2008, por ejemplo, el BPS liquidó
542.000 beneficios activos. Subsidios por desempleo,
subsidios por enfermedad, subsidios por maternidad,
lentes gratis, prótesis gratis. Se pagaron 7.500.000
pasividades y pensiones y se pagaron 12.400.000
beneficios de cuota mutual; y de esto voy a hablar
cuando hable de la Reforma de la Salud. Y, a propósito,
debo decir que cabe resaltar el aumento de la inversión
en salud, incluyendo el FONASA, el Ministerio de Salud
Pública y ASSE, que más que se duplicó en términos
reales, aumentando el entorno de un 130% la inversión
de salud en nuestro período de Gobierno.
En 2004, uruguayas y uruguayos, los
recursos destinados a la salud se ubicaban –en 2004- en
170 millones de dólares. En el 2008, alcanzaron los 600
millones de dólares a precios constantes. Y de esos 600
millones, 500 millones corresponden a ASSE y 100 al
FONASA.
Para el presente año –el año ese que
algunos agoreros dicen que se va a caer en pedazos el
Uruguay- se prevé una inversión igual a la del año
pasado. El conjunto de inversiones vinculadas con la
protección social también aumentaron sustancialmente el
presupuesto destinado al INAU, al MIDES, al INDA y a
Asignaciones Familiares. Más que se duplicó, aumentando
120% en nuestro período de Gobierno. Al respecto, es
pertinente resaltar que en función de lo dispuesto en
la Ley 18.227 del Plan de Equidad, referida al nuevo
sistema de Asignaciones Familiares, en febrero de 2008
comenzaron a cobrar este beneficio 230.155 niños y
adolescentes anteriormente amparados sólo en el Plan de
Emergencia; lo cual representa, uruguayas y uruguayos,
el 99,4%, casi el 100% de esos niños amparados en el
Plan de Emergencia, son beneficiarios hoy de esta Ley.
Ustedes recordarán como cuando se
estaba desarrollando el Plan de Emergencia había quien
decía –bueno, entre otras cosas, porque del Plan de
Emergencia se dijo muchas cosas, pero voy a tomar una
porque el tiempo corre y tengo que avanzar-, decían:
“¿y qué va a pasar ahora cuando se salga del Plan de
Emergencia?”, “ya van a ver a los pobres venir
corriendo por todos lados para reclamar, para
protestar, porque esta limosna que se les está dando
los va a dejar mal”. Claro, esa es una mentalidad para
pensar cómo se sale de un Plan de Emergencia. Nosotros
teníamos otras propuestas: Rutas de Salida. Varias
rutas de salida de las que hablaremos, entre ellas las
asignaciones familiares, son las que nos permitieron
salir sin ningún tipo de descalabro del Plan de
Emergencia e instalarnos hoy en el Plan de Equidad. El
total de importes pagados por esta prestación,
asignaciones familiares, alcanzó en el mes de diciembre
de 2008 a 10 millones de dólares a valores constantes y
en 2007 había sido de 3 millones y medio. Quiere decir,
que cada vez más, las redes de protección social se
están desarrollando efectivamente en el país.
Sobre la educación. El presupuesto
dedicado a la educación también registró un aumento
significativo. En el 2004 se destinaban 420 millones de
dólares para la educación. En valores constantes, en el
2008 se están destinando 1.350.000 dólares para la
educación. Prometimos y cumplimos. Al final de nuestro
período de Gobierno destinados a la educación
representarán el 4,5 % del PBI nacional.
También en Seguridad Pública ha
aumentado la inversión. Casi 50% más que en períodos
anteriores, en equipamiento, en capacitación, en
salario y protección social al funcionario policial y a
sus familias. Claro que hay delitos, vaya noticia.
Claro que los mismos provocan daños a menudo
irreparables y además provocan inseguridad. Pero la
serie histórica demuestra que no ha aumentado la
cantidad de delitos sino que ha variado la tipología de
los mismos. Hoy en los jóvenes hay más hurtos y
rapiñas. Claro que tenemos que ser severos con quien
delinque. Pero tenemos que ser más severos con las
causas que llevan a esa producción de delincuencia. Esa
una tarea pendiente, no es fácil, pero habrá que
llevarla adelante. Lo que sí ha aumentado y ha
aumentado espectacularmente es la cantidad de crónicas
policiales. No es una excusa, ni un reproche, es una
realidad que podemos constatar día a día. Miren
uruguayas y uruguayos, a manera de anécdota, dos. Una
emisora radial del interior del país elaboró, hace
pocos días, una ópera antigubernamental porque una
señora que caminaba al costado de un camino se la llevó
por delante una bordadora de cortar pasto, que llevaba
un motonetista en su moto, la rozó, la tiró, un
accidente común y corriente, sin embargo fue base para
que se hiciera una ópera anti gubernamental por ese
accidente carretero.
Y hace pocos días escuchábamos, en
una audición radial en Montevideo, en el informativo,
que como no había ningún hecho policial así grande,
trascendente, la noticia era que un señor que se había
peleado con su suegra, entró a la casa, patió una
puerta y rompió unos vidrios.
Bien, tenemos que trabajar para
aumentar la seguridad pública, y lo vamos a hacer.
Vamos a seguir haciéndolo.
En fin, uruguayas y uruguayos, la
inversión social que significaba el 35% del presupuesto
anual en el 2004, este año significa el 49% del
presupuesto. Y a ello podríamos sumar las inversiones
en infraestructura porque las carreteras y puentes o
los servicios de luz, agua y saneamiento, también
inciden en la calidad de vida de los uruguayos. En el
año 2004 las inversiones del Ministerio de Transporte y
Obras Públicas en infraestructura se situaban poco
menos que en 100 millones de dólares, año 2004. En el
año pasado, las inversiones de este Ministerio de
Transporte y Obras y la Corporación Vial, ascendieron
esas inversiones a tres veces más, 280 millones de
dólares. Y a ese monto, reitero, podríamos sumar los
120 millones previstos para el saneamiento de la Ciudad
de la Costa y Maldonado, a lo que nos habíamos
comprometido y vamos a empezar a ejecutar, obras
pendientes desde hace décadas. Los 65 millones de
dólares destinados a mejorar la Planta de OSE de Aguas
Corrientes, que abastece a Montevideo, la ampliación de
la Planta de UTE en Punta del Tigre, o su primer parque
eólico que comenzó a funcionar recientemente en la
Sierra de los Caracoles.
Si esto es en lo social, en materia
productiva, los resultados alcanzados por el Gobierno
han sido excepcionales, registrándose una marcada
expansión económica con un crecimiento económico de 8%
promedio anual en este período, creciendo
sistemáticamente por encima del promedio de América
Latina, que también tenía el mismo contexto
internacional favorable. En este último año, 2008,
estimado en base a datos de noviembre de ese año,
América Latina va a crecer o creció un 4,6% su Producto
Bruto Interno. Y el Uruguay, nosotros, este pequeñito
país, con un contexto internacional favorable como el
que tuvo toda América Latina, vamos a crecer o crecimos
un 10,6% del Producto Bruto Interno. Y para el año en
curso, seguimos manteniendo la expectativa de
crecimiento económico que se ubica en el entorno del
3%. Haremos un seguimiento muy estricto, la crisis
internacional está presente, vaya si hay países del
mundo desarrollado que están en quiebra, se están
cayendo en pedazos, están en una profunda recesión. Y
se nos dice, “ah sí pero este año que viene vamos a
caer porque vamos a crecer sólo un 3%”, pero si 3% era
lo que crecíamos promedialmente antes en el Uruguay y
era gran crecimiento. Claro, va a ser muy difícil que
podamos crecer 2 dígitos en nuestro Producto Bruto
Interno este año, pero vamos a crecer, tenemos
confianza, tenemos fe, tenemos esperanza, tenemos
fuerza, tenemos ganas y todos juntos lo vamos a poder
hacer, todos los uruguayos juntos lo vamos a poder
hacer. También cabe destacar la fuerte recuperación de
la inversión tanto pública como privada, que creció un
16% promedio anual, lo cual constituye un factor
fundamental para incrementar la tasa de crecimiento
económico de largo plazo y por supuesto la creación de
empleo, así como la mejora de la competitividad de la
economía. La inversión pública, pasó de representar el
2,4 % del PBI en 2005, al 3,3% en 2008. Dentro de las
inversiones públicas cabe destacar las realizadas en
materia de puertos, de energía, de infraestructura
vial, de agua y saneamiento, inversiones que
contribuyen directamente al crecimiento económico, así
como también, indirectamente, apalancando (esta palabra
existe, la saqué del diccionario, apalancando existe,
yo se que la van a ir a buscar algunos, existe en el
Diccionario de la Real Academia Española); apalancando
la inversiones privadas, sin puertos, sin carreteras,
sin energía, no hay posibilidades de crecimiento
económico, ni de creación de empleos. La inversión
extranjera directa, por su parte, también ha presentado
un notable dinamismo alcanzando cifras récord para la
historia del Uruguay. En la década del 90, la inversión
extranjera fue, en promedio de 135 millones de dólares
anuales. Entre el 2001 y el 2004, subió al doble, 295
millones de dólares anuales.
En nuestro periodo de gobierno - y
cuando digo nuestro periodo de gobierno los miro a
todos ustedes, quienes están aquí, quienes están detrás
de las cámaras, quienes están escuchando por radio o en
el resto del mundo por Internet, porque esto lo hicimos
entre todos los uruguayos -, en nuestro periodo de
gobierno, dejando de lado a Botnia, esa cifra trepó a
más de 1.000 millones de dólares anuales. Y si
incluimos a Botnia supera los 1.200 millones de dólares
anuales, y uruguayas y uruguayos, esto constituye una
clara señal de los inversores en nuestro país, que aún
continúa.
El lunes último, en el Consejo de
Ministros, firmé 29 estímulos o promociones a las
inversiones en el sector productivo y de servicios para
el Uruguay. El lunes último, 29 resoluciones de
promoción de inversiones para el Uruguay, fruto del
aumento del empleo y de los salarios. Y así también de
las pasividades reales, como también de los ingresos no
salariales, el consumo privado presentó un marcado
dinamismo en todo el periodo de Gobierno.
No vamos, por cierto, a hablar de
ventas de autos cero kilómetro o de paquetes turísticos
a Disney World, pero, según un informe fresquito del
Instituto Nacional de Estadística del 3 de marzo de
2009, referido al Indice de los Precios del Consumo, el
IPC descendió 0.27 en febrero de 2009. Descendió.
Los rubros de este Indice, de este
IPC, no son suntuarios, sino que refieren a aspectos
tan básicos como la alimentación, la vestimenta, la
educación, la vivienda, el mobiliario, el transporte y
el esparcimiento.
Esta deflación del 0.27% registrada
en febrero ubica la inflación anual acumulada entre
febrero de 2008 y febrero de 2009 en el 7.93%, y
esperamos en el resto del año estar en el rango que nos
habíamos fijado de entre un 3 y un 7% de inflación para
el Uruguay.
Haremos algunas consideraciones
sobre la temporada turística del verano 2009. Recuerdan
ustedes que en octubre de 2008 decían por ahí “esta
temporada turística va a ser un desastre”, “se cae a
pedazos la temporada turística con esta crisis
internacional”, “se termina la temporada turística en
Uruguay, vayan cerrando los hoteles, las hosterías, que
no van a alquilar nada”.
Consideraciones preliminares, por
supuesto, porque la temporada aún no ha terminado y no
tenemos datos finales. Sabemos que los ingresos
turísticos en enero de este año, en plena crisis,
sobrepasaron los 270 millones de dólares, 40% más que
en enero de 2008.
Cuando recibimos el Gobierno los
ingresos de todo un año por turismo en el Uruguay eran
de 400 millones de dólares. En enero de este año –sólo
en enero, sólo en un mes- fueron de 270 millones de
dólares. La última temporada fue de más de 1.000
millones de dólares que ingresaron al país por turismo.
Y esos ingresos no provienen
solamente de los turistas extranjeros. Ahí también hubo
y hay consumo uruguayo. Hay trabajo uruguayo. ¿O no?
¿Es que no había ningún uruguayo en Punta del Diablo,
en La Paloma, en Punta del Este, en Pirlápolis, en
Atlántida, en Colonia, en el corredor Termal, en el
corazón del Uruguay profundo? Vamos, no pongamos cara
de “yo no fui”. Capaz que todos no fueron a hacer
turismo, pero muchos sí pudieron hacer Turismo Social
también, esta vez, aquí en el Uruguay.
Las exportaciones, por su parte,
también registraron un importante crecimiento. Tanto la
de bienes como la de servicios, avanzando al mismo
tiempo en materia de diversificación geográfica de los
mercados de destino. Hemos abierto muchos mercados en
muchos países con los que no teníamos ningún tipo de
intercambio comercial. Y veamos, no por analizar, por
cierto, todos los rubros de exportación. Pero veamos un
rubro paradigmático de nuestras exportaciones: la
carne.
En el año 2004 se exportaba carne de
diferente tipo a 77 mercados, a 77 países. En el año
2008 llegamos a exportar carne a más de 100 países y
para el presente año tenemos firmes expectativas de
ingresar con carne ovina a Corea del Sur, y con carne
ovina deshuesada a los Estados Unidos de Norteamérica.
La calidad de nuestra carne permitió que la misma
alcanzara récords históricos en materia de precios. Se
llegó a pagar 4 mil dólares la tonelada de carne con
hueso. Y el restaurante uruguayo, con carne uruguaya y
asadores uruguayos, fue el más exitoso en la Expo
Zaragoza 2008. ¿Vieron que se puede?
Pero las cosas no suceden porque sí.
Requieren poner una cierta cuota de inteligencia, mucho
trabajo, mucha perseverancia y mucha confianza. Resulta
claro que sin un manejo prudente y ordenado del gasto
público no hubiera sido posible cumplir con los
lineamientos programáticos de Gobierno, en particular
con el compromiso del 4,5% del PBI para la Educación y
con el financiamiento necesario, al mismo tiempo, para
implementar la Reforma de la Salud, los planes
sociales, las obras públicas y los estímulos a la
inversión.
Por otra parte, uruguayas y
uruguayos, ésta prudencia y responsabilidad, además,
fiscal, junto al adecuado manejo de la deuda, es lo que
hoy nos permite, en la actualidad, no ser pro-cíclicos
ante la crisis financiera global desatada a mediados
del año pasado, evitando tener que recurrir a los
tradicionales ajustes fiscales implementados por los
gobiernos anteriores. En este período de Gobierno no va
a haber ajuste fiscal. No serán los salarios un punto
del ajuste.
No sólo no se han adoptado medidas
de ajuste, sino que se han realizado enormes esfuerzos
por atender y contemplar la problemática de los
sectores productivos más afectados por la crisis
internacional y la sequía, adoptando un conjunto de
medidas de apoyo, en particular, al sector lácteo, que
quiero recordar en la tarde de hoy.
Son 34 medidas. Yo sé que puede ser
un poco cansador. Sólo las voy a anunciar. A partir del
lunes próximo estarán explicitadas en profundidad en la
página de Presidencia web de la República. Pero voy a
hablar de las 34 medidas que hemos tomado.
Primero: apoyo financiero a la
construcción de obras de riego; Plan Sequía I, desde el
principio del Gobierno, esto es cierto, con 833
beneficiarios en los departamentos al norte del Río
Negro, donde hay hoy aguadas, agua reservada, no sufrió
el norte del Río Negro la intensidad de la crisis.
Dos: financiación de instalaciones
para aprovisionamiento de riego, se beneficiaron 593
productores, casi la mitad de ellos en Canelones.
Tres: se establecieron microcréditos
a pequeñas unidades productivas.
Cuatro: se instaló el Plan Sequía 2,
para la construcción de soluciones de agua sobre todo
al sur del Río Negro. Con las intendencias de los
departamentos al sur del Río Negro. Claro, uruguayas y
uruguayos, algunos intendentes cuando les planteamos
llevar adelante este Plan de Sequía para hacer aguadas,
para hacer retención de aguas, dijeron no, no, nosotros
vamos a invertir en otra cosa, vamos a hacer cordón
cuneta, está bien, es la elección de ellos, pero
después que no se quejen. Quienes hicieron aguadas
tuvieron más agua que quienes no la hicieron.
Cinco: eliminación de los suelos
accesorios como de prioridad forestal.
Seis: estímulos tributarios varios,
no tengo tiempo para nombrarlos.
Siete: creación del Fondo de
Catástrofes Climáticas Granjeras, la Ley de Rendición
de Cuentas 2006. Hoy los granjeros saben que hay un
fondo que si hay alguna situación climática adversa
tienen un fondo al que recurrir.
Ocho: creación del Fondo
Agropecuario de Emergencias, Ley de Rendición de
Cuentas 2007 que nos permitió atender la emergencia
agropecuaria que tenemos en este momento.
Nueve: creación del Sistema de
Información Ciudadana disponible en el suelo por
seccional policial.
Diez: autorización de pastoreo en
calle, decreto 346 del 25 de septiembre de 2006.
Once: registro de seis nuevos
productos activos para el control de la langosta
vigente desde el 15 de enero de 2009.
Doce: subsidio para compra de
raciones vigente desde noviembre de 2008 que ha
beneficiado a 200 productores.
Trece: financiamiento y distribución
de forraje para ganaderos desde el 19 de enero de este
año se han entregado 5.000 toneladas a 800.400
productores, algunos de ellos las devolverán cuando
puedan. No los estamos acogotando para que las paguen
inmediatamente.
Catorce: refinanciamiento de
micro-créditos para productores afectados por sequía.
Quince: nuevos micro-créditos a
productores atendidos por el proyecto Uruguay Rural,
con intereses y plazos muy favorables.
Dieciséis: prórroga del pago de
arrendamiento con vencimiento a octubre de 2008.
Diecisiete: préstamos retornables a
colonos para siembra de verdeos.
Dieciocho: créditos del Banco de la
República Oriental del Uruguay a productores lecheros
bancarizados vigente desde el 1º de diciembre de 2008.
Diecinueve: financiamiento para productores lecheros no
bancarizados operativo desde el 15 de diciembre de
2008.
Veinte: suspensión de aportes
patronales hasta mayo de 2009. Ley del 27 de enero de
2009.
Veintiuno: financiamiento a
productores afectados por la sequía mediante fondos
rotatorios cuya recuperación la seguirá utilizando la
institución beneficiaria.
Veintidós: financiamiento para
pequeños productores familiares.
Veintitrés: financiamiento
parcialmente recuperable, apenas un 10 o un 20% van a
tener que reembolsar productores lecheros, remitentes
de hasta 1.500 litros diarios y queseros artesanales de
hasta 1.000 litros diarios.
Veinticuatro: financiamiento
reembolsable a productores lecheros de más de 1.500
litros diarios y queseros artesanales de más de 1.000
litros diarios.
Veinticinco: autorizaciones rápidas
referidas al abastecimiento de semillas forrajeras para
la próxima siembra.
Veintiséis: licitación para compra
de 3.000 toneladas de semillas forrajeras, ya están
para llegar avena, redgrass de Estados Unidos, avena,
trigo de larga duración en su producción.
Veintisiete: exoneración impositiva
para importación extra-Mercosur de insumos para
alimentación animal.
Veintiocho: flexibilización en la
autorización del envío de ganado a ferias ganaderas.
Veintinueve: habilitación de venta
de carne congelada bajo ciertas condiciones y precios
acordados, decreto aprobado y en proceso de
implementación.
Treinta: financiamiento para compra
individual o colectiva de equipos para soluciones de
almacenamiento de agua.
Treinta y uno: Admisión temporaria
de maquinaria para obras de riego.
Treinta y dos: subsidio, no pagan
los primeros 500 kilowatts consumidos por el universo
de productores lecheros.
Treinta y Tres: financiamiento del
consumo de energía eléctrica a productores citrícolas.
Está en implementación.
Treinta y Cuatro: reparto de ración
a productores avícolas, también en implementación.
Treinta y cuatro medidas. Por ahí
capaz que alguien sale a decir “es insuficiente”.
Treinta y cuatro medidas. Yo pregunto –te pregunto a
ti, Ernesto- les pregunto a todos ustedes después de
haber enumerado estas treinta y cuatro medidas, ¿no les
parece un tanto exagerado que algunos actores reclamen
la renuncia del Ministro de Ganadería y Agricultura a
causa de la sequía? ¿No les parece que tal reclamo es
consecuencia de cierta exaltación?
Yo diría, porque los uruguayos somos
todos muy futboleros: comencemos a poner la pelota en
el piso, levantemos la cabecita, comencemos a mirar
hacia adelante con racionalidad, porque así tenemos que
trabajar, con lealtad institucional, con seriedad, con
responsabilidad, con compromiso republicano.
Y pedimos esto porque cuando en la
crisis de 2002 –que nosotros éramos oposición- hubo que
actuar con lealtad institucional, con seriedad, con
responsabilidad y con compromiso republicano, no
dudamos un solo instante de hacerlo y de llevarlo
adelante. Un solo instante.
Pero, además de estas medidas hacia
el sector productivo, hubo otras que se tomaron en
otros ámbitos, por ejemplo, los Ministerios de Salud e
Interior, OSE, UTE, porque la sequía no afecta
solamente al ganado y a los productores agropecuarios.
Continuando con la política de
extensión en el suministro de agua potable en las zonas
más remotas del Uruguay profundo, del interior del
país, ahí donde pocas veces se llega. Se está
ejecutando un programa de OSE para equipar con agua
potable garantida a las más de 300 escuelas rurales y a
más de un centenar de localidades pequeñas del
interior. En este emprendimiento es un orgullo para
nuestro país contar con el apoyo de un fondo
establecido por el Reino de España para toda
Iberoamérica y es un orgullo, además, que la primera
adjudicación -por un monto de 12.200.000 dólares- haya
sido para Uruguay.
Pero hubo, además, personal
municipal que trabajó denodadamente con el tema de la
sequía y de los incendios. Personal policial, personal
militar, el Ejército, la Fuerza Aérea. Todos lo vimos
por televisión, que trabajaron denodadamente. Personal
sanitario. Hubo bomberos realizando una tarea
formidable y sacrificada y hubo un Sistema Nacional de
Emergencia que funcionó adecuadamente. Hubo, además,
responsabilidad y solidaridad de muchísimos uruguayos.
Hubo uruguayos que, anónimamente, aportaron dinero para
ayudar a otros uruguayos. A todos ellos nuestro
reconocimiento.
Pero volviendo a los aspectos
económicos e intentando sintetizarlos en un concepto,
digo, defraudamos a los agoreros de la catástrofe.
Demostramos que un gobierno progresista sabe manejar la
economía y que, incluso, lo hace mejor que gobiernos de
otros siglos.
Pero si a la semana, a la semana de
haber asumido el Gobierno tuvimos que resolver la
crisis de COFAC. Tuvimos que resolver la crisis de
COFAC y lo hicimos sin pérdidas para los depositantes,
sin pérdida de puestos de trabajo y sin asistencia del
Estado. Por primera vez en muchísimos años, si no en la
historia del país, la crisis de una institución
financiera no terminó con su liquidación, ni ocasionó
otros efectos negativos.
Parecería, en el tiempo, que esto es
historia antigua, incluso para nosotros. Pero sucedió
ayer, ahí nomás, hace apenas cuatro años. Pero no
obstante todo esto que he dicho, uruguayas y uruguayos,
no debemos perder de vista que en estos momentos nos
enfrentamos a una situación financiera internacional
compleja. Y más adelante me referiré específicamente a
esta situación.
Uruguayas y uruguayos, nosotros,
cuando prometemos nos comprometemos. Prometimos cambios
y estamos haciendo cambios. Cambios graduales, sí, pero
estructurales también. Lo dijimos durante la campaña
electoral, lo dijimos hoy aquí: quien crea que
apoyándonos, las cosas o sus cosas van a cambiar de la
noche a la mañana, que no nos apoye. En la construcción
de los países, como en la construcción de una casa, en
la construcción de un edificio, no hay milagros ni
atajos. Pretender milagros o aprender atajos es
irresponsable, cuando no, una excusa para que nada
cambie.
Y lo vinimos diciendo desde que
asumimos el Gobierno: la tarea que la ciudadanía nos
encomendó y que emprendimos es, metafóricamente,
reconstruir la casa con la gente adentro. Este país, si
lo asimilamos a un edificio, estaba partido desde el
techo hasta las paredes y hasta los cimientos, ¿o
miento, uruguayas y uruguayos?
Había muchos requerimientos, muchas
necesidades, muchas reivindicaciones valederas y
auténticas de los ciudadanos. Había muchas urgencias,
muchas esperanzas, muchas necesidades. En ese clima,
comenzamos a reconstruir el país. Claro, hubiera sido
muy lindo y muy bonito, para aquietar esas inquietudes
y esas necesidades, que hubiéramos tapado las rajaduras
de las paredes con un poco de hormigón, un poco de
mezcla, enduido, pulimos, pintamos y en poquito tiempo
hubiera estado hermosísimo.
Y muchos hubieran aplaudido,
hubieran dicho: “vieron, qué rápido arreglamos la
cosa”. Pero hubiera venido cualquier vientito,
cualquier temporal, y hubiera vuelto la rajadura a
peligrar la vida de quienes vivían adentro.
Y optamos por el otro camino. Que
iba a llevar más tiempo para ver sus resultados. Fuimos
a trabajar en los cimientos, allá, en lo más profundo,
donde se ve poco cuando se hace mucho. Donde se
requiere mucho tiempo y mucho dinero para recimentar un
edificio. Y esa solidez, es la que nos permite hoy
decir que podemos encarar la crisis financiera,
económica, comercial y quizás hasta social,
internacional, que tiene el mundo, mejor preparados que
lo que estábamos preparados en el año 2002.
Reconstruir una casa no es un
lavadito de cara que se hace en una semana para que
dure cinco años. Reconstruir una casa, es recimentarla,
levantar pisos, picar paredes, hacer nuevas vigas,
cambiar instalaciones eléctricas y sanitarias, en fin,
uruguayas y uruguayos. Reconstruir una casa lleva
tiempo y lleva dinero. Ojalá lo hubiéramos podido hacer
más rápido y más pronto. Pero no fue una tarea fácil.
Y reconstruir una casa con la gente
adentro, requiere cierto acuerdo de trabajo y
convivencia para que algunas incomodidades que genera
la obra no deriven en una bataola entre los albañiles y
los dueños de la casa. Y en eso estamos. Estamos
haciendo cambios. Los uruguayos estamos cambiando. El
Uruguay está cambiando. ¿Es que el Uruguay de hoy es
igual al Uruguay del 2004?
Podríamos citar muchos ejemplos de
ello, y en múltiples aspectos, pero nos centraremos en
los dos siguientes: uno de ellos, cómo está cambiando
la vida –uruguayas y uruguayos-, cómo está cambiando la
vida de los sectores históricamente más desprotegidos
de la sociedad, que era lo que más nos preocupaba.
¡Vaya si para nosotros fue un mandato que los más
necesitados fueran los más privilegiados! ¡Vaya si fue
un mandato!
Y dos, cómo nos ven desde afuera,
porque a veces desde afuera tienen otras perspectivas,
y quizás nos ven mejor de cómo nosotros nos vemos desde
aquí adentro.
Amigas y amigos, quien más valora la
libertad es quien no la tiene. Quien vive en ella, la
respira casi sin darse cuenta.
Quienes más valoran los programas de
salud bucal y ocular, los programas de educación física
obligatoria en las escuelas públicas de todo el país,
quienes más valoran la universalización y el aumento de
la asignación familiar, una prestación mensual entre
700 y 1.000 pesos, según la escala de equivalencia
establecida, que beneficia a unos 330.000 niños y
adolescentes.
Quienes más valoran que cada uno de
los aproximadamente 300.000 alumnos y 13.000 maestros
del sistema escolar público tengan su computadora.
Quienes más valoran las 36.011
soluciones habitacionales concretadas en este período
de Gobierno, quienes más valoran los consejos de
salarios o la nueva legislación laboral para
trabajadores rurales y domésticos, o el nuevo régimen
de jubilaciones y pensiones.
Quienes más valoran el Programa de
Aulas y Maestros Comunitarios o el Programa de
Realfabetización de Adultos, quienes más valoran la
reducción de las tarifas del transporte colectivo de
pasajeros suburbano en un 15% e interdepartamental en
un 7% y el boleto gratuito para los estudiantes.
Quienes más valoran las 18.815
oportunidades de inserción laboral y social
comprendidas en los programas Trabajo por Uruguay, Plan
de Emergencia y Uruguay Trabaja, Plan de Equidad.
En fin, quienes más valoran esos
beneficios, que en realidad son derechos básicos, son
los cientos de miles –más de un millón de uruguayos-
que no los tenían. ¡No los tenían!
Son los que históricamente no han
tenido voz y muchos de ellos no votan porque no tienen
edad para hacerlo, pero tienen derechos que hemos
tratado de respetar y cumplir con ellos.
Y además, además, no creo
–absolutamente, no creo - que los uruguayos no estén
informados de lo que se hizo y se está haciendo. Aunque
probablemente no conocen todo lo que se hizo o se está
haciendo, probablemente no conocen todo. Esto que estoy
diciendo es apenas una parte de lo que se hizo.
Seguramente todos los uruguayos no
conocen todo lo que se hizo. Pero no tengo dudas, no
tengo dudas, hay muchos, cientos de miles, de uruguayos
que saben lo que se hizo y lo que se está haciendo,
porque lo sienten todos los días en sus propias vidas.
Ellos no necesitan campañas
publicitarias ni alambicados ni costosos informes
técnicos para saberlo. Pero también es cierto, también
es comprensible que haya uruguayos que tengan
dificultades para dimensionar adecuadamente esos
cambios.
Quien ha estado bien alimentado
desde el vientre materno, quien ha vivido desde la cuna
el derecho a la alimentación, a la salud, a la
vivienda, a la educación o a la recreación, puede tener
dificultades para dimensionar lo que es vivir en carne
propia el hambre, el frío, el querer estudiar, o
trabajar y el no poder, el ser sospechoso de haragán,
de bruto, de desprolijo o autor de cuanto delito se
comete. Es comprensible que no lo entienda.
Pero lo que es inadmisible, lo que
es penoso, es que hayan quienes aún creen que los
derechos son privilegios de algunos, más bien pocos y
entre esos pocos, ellos, o que nieguen o se molesten
porque se legisló la actividad laboral de los
trabajadores rurales: ocho horas y convenio colectivo
para los trabajadores rurales.
Y para las empleadas domésticas. Es
que ellos, los trabajadores rurales y las empleadas
domésticas, ¿no lo saben?
Se presta asistencia alimentaria a
171.396 personas en situación de riesgo social y 36.822
en situación de déficit nutricional, ¿ellos no lo
saben?
Hay 1.369.150 afiliados al FONASA,
entre ellos los niños y adolescentes que antes no
tenían cobertura, ¿ellos o sus familiares no lo saben?
Trece mil compatriotas están
recibiendo atención gratuita en el Hospital de Ojos y
aquí mi agradecimiento público al Gobierno de Cuba y al
pueblo cubano por el apoyo que nos han dado en
implementar estas medidas. Cinco mil de ellos han sido
operados gratuitamente en la Operación Milagro y ahora
acá, en el Uruguay, y alguno a los 70 años de edad
descubrió con emoción que el mar es azul. ¿Ellos no lo
saben?
Sí que lo saben, uruguayas y
uruguayos, lo saben. Lo saben porque lo viven.
Es penoso, por no decir miserable,
negar, molestarse o alarmarse porque 151.918 escolares
y maestros han recibido gratuitamente su computadora
portátil y a fines de 2009 la totalidad de los alumnos
y maestros del sistema escolar público estarán
integrados activamente a un Plan CEIBAL que acaba de
ganar el primer premio. Se lo ganó Uruguay, lo ganaron
ustedes, a la excelencia del Gobierno Electrónico. Lo
acaba de ganar Uruguay. Estos alumnos, la totalidad de
estos alumnos y maestros estarán integrados activamente
a un Plan CEIBAL que significa una profunda innovación
educativa y una vigorosa democratización en las
posibilidades de la sociedad uruguaya para acceder a la
información, el conocimiento, la comunicación y la
recreación.
Seiscientos seis mil cuatrocientos
veintinueve alumnos de escuelas públicas de todo el
país. Mil quinientos noventa y siete de ellos
pertenecientes a escuelas rurales tienen cobertura
odontológica gratuita en el programa de salud bucal
escolar. ¿Y quién no tuvo un dolor de muelas? Y quienes
saben lo que es sufrir un dolor de muelas, quizá decir
dolor de muelas no es lo adecuado técnicamente, pero
qué va a hacer. Dolor de muelas. Y quién no, en su
momento, tuvo la atención adecuada que sufrir un dolor
de muelas.
Estos niños, muchos de ellos, habían
sufrido múltiples episodios de celulitis, flemones,
caries, dolores y no tenían con quién atenderse. Hoy
tienen, gratuitamente. ¡Vaya si los niños, sus padres y
sus maestros saben lo que ello significa!
281.000 escolares participan en
actividades enmarcadas en la Ley Nº 18.213 que
establece la obligatoriedad de la enseñanza de la
Educación Física en todas las escuelas públicas
incluidas las rurales. Vaya si la comunidad educativa
valora esta iniciativa y también los profesores de
educación física, reconocidos hoy como profesionales
universitarios y con pleno empleo. Vaya si ellos lo
saben.
51 Centros MEC están funcionando en
todo el país, en el marco de una estrategia de
descentralización, democratización y accesibilidad a
contenidos educativos y culturales. Y otros tantos
centros del BPS, de la DGI, de UTE, de ANTEL, funcionan
en pequeñas localidades del Uruguay profundo. Ya no es
necesario, para esos habitantes de esas localidades,
trasladarse a la capital departamental para hacer
determinadas gestiones. Esos ciudadanos, ¿es que no
saben lo que ha hecho este Gobierno?
El INAU, donde estamos haciendo las
investigaciones correspondientes por las denuncias que
hubo. Pero, atención, ya desde antes, cuando hubo que
hacer investigaciones administrativas, aplicar
sanciones, llevar adelante sumarios, se hicieron. Y las
vamos a seguir haciendo todas las veces que sea
necesario. Es un problema duro que tenemos entre manos.
Sí señor. No hemos encontrado la solución definitiva.
Sí señor. ¿Es fácil? No, no es fácil. Pero no nació
ayer el INAU. Estos problemas no comenzaron ahora,
estos son problemas crónicos. Por eso, llamamos a la
lealtad institucional y a la responsabilidad y seriedad
para tratar este tema. Y yo se que hay actores
políticos de todos los partidos políticos del país que
están dispuestos a trabajar. Bienvenidos sean. Les
abrimos las puertas y queremos trabajar juntos para
solucionar este problema de la niñez y la adolescencia.
Pero el INAU atiende mediante
diversos programas a 67.600 niños y adolescentes. Bueno
es retener este dato: 67.660 niños y adolescentes,
porque parecería que los únicos gurises del INAU son
los alrededor de 200 que están, pobrecitos, privados de
la libertad por disposición de la Justicia. Con ellos
tenemos que trabajar mucho.
Pero en el INAU también hay
adolescentes y niños que han ganado Olimpíadas
Estudiantiles, Olimpíadas en el deporte, en
matemáticas, en ciencias sociales, olimpiadas
regionales e internacionales. Tengamos cuidado cuando
hablamos de los niños y de los adolescentes del INAU.
No estigmaticemos, por favor. Cuando esos niños y
adolescentes sean mayores, que no tengan vergüenza de
decir que tuvieron que estar en el INAU. No los
estigmaticemos, tengamos cuidado cuando hablamos y
cuando decimos las cosas.
Esto que acabo de decir de estos
niños que han ganado estas olimpiadas, esto sí que
generalmente no se sabe. No es noticia en un mundo en
el cual parece que el dolor de unos es un espectáculo
que consumen otros. Ésta es la realidad. Es penosa esta
actitud. Es triste que se diga “vamos así o asá” o “que
no se sabe a dónde vamos”. Vamos como venimos y
seguiremos como vamos y si podemos ir un poco más
rápido, iremos más rápido. Y si mañana alguien quiere
usar esta afirmación para criticarnos o amedrentarnos,
y vaya que en algunas oportunidades pretendieron
hacerlo y se equivocaron, pues que lo hagan. Lo dije
hace un rato y lo repito ahora por si no fui
suficientemente claro: este Gobierno no es arbitrario.
No lo es. Pero no es neutral. No es neutral ante la
pobreza y ante la indigencia que aún castiga a muchos
uruguayos, y que nos duele. En nuestro Gobierno hay
indigentes y pobres. No hemos podido solucionar todo el
problema, y lo reconocemos, y seguiremos trabajando
denodadamente para superarlo.
No es neutral respecto a la igualdad
de oportunidades para todos, y estamos trabajando en
esa dirección. No es neutral ante el desempleo ni ante
la calidad del trabajo. No es neutral respecto a
convivencia ciudadana y la seguridad pública. No es
neutral ante la violencia doméstica. No es neutral en
el combate a la droga y al narcotráfico. No somos
neutrales ni somos ciegos.
No todo es color de rosa en este
periodo de Gobierno. Queda mucho por hacer. Siempre
habrá muchas cosas por hacer, aúnen países
desarrollados. Lo grave es no asumirlo o evocar
soluciones demagógicas. Lo correcto es trabajar fuerte
para irlas superando.
Pero reitero, tampoco somos
arbitrarios. Y eso, que no es un mérito, sino un deber
de todo Gobierno, se reconoce dentro del país y se
percibe, también en el ámbito internacional.
¿Cómo se ve al Uruguay desde afuera?
Esto que voy ahora a leer no lo decimos nosotros
Gobierno. Lo dicen desde afuera. Fíjense ustedes.
Uno, un estudio de la Fundación
Bertelsmann, Alemania, marzo de 2008, entre 125 países
en vías de desarrollo Uruguay ocupa el primer puesto en
lo referente a democracia.
El estudio destaca como dimensiones,
o variables presentes en la democracia uruguaya –y esto
no es mérito de este Gobierno, es mérito de todos los
uruguayos y de gobiernos democráticos anteriores
también, hay que reconocerlo-, destaca el consenso de
normas democráticas, la estabilidad de las
instituciones, la separación de poderes, la existencia
de elecciones libres y justas, la integración política
y social, el derecho de asociación y la libertad de
expresión, la defensa de los derechos humanos y las
investigaciones y procesos judiciales en curso sobre la
violación a los mismos durante el periodo autoritario.
Dos, un reciente Informe de CEPAL,
enero de 2009, sostiene que Uruguay muestra a fines de
2008 “un cumplimiento adecuado de las metas del milenio
fijadas internacionalmente” y califica de originales
algunos de los componentes de los planes de emergencia
y equidad que estamos implementando.
Tres, en su Informe Mundial
correspondiente al año 2007 la publicación británica
“The Economist” ubica a Uruguay en el lugar 27 en el
ranking mundial, según ordenamiento y funcionamiento
democrático.
Esa lista en la que ocupamos el
lugar 27 es encabezada por los países escandinavos y en
la misma España ocupa el lugar 16, Estados Unidos el
18, Portugal el 19, Gran Bretaña, el 23, Francia el 24,
Costa Rica el 25, Uruguay el 27, Chile el 30, Brasil el
42 y Argentina el 54.
Según este mismo Informe, Uruguay es
el único país sudamericano con democracia plena. Así lo
dicen ellos.
Cuatro, otro informe de “The
Economist”. Este de diciembre de 2008 –diciembre de
2008, plena crisis económica financiera internacional-
destaca que Uruguay, lo dicen ellos, no nosotros, podrá
navegar por la tormentosa crisis mundial con menos
turbulencias que otros países y que para el incierto
2009 podría alcanzar un crecimiento del 3%.
Tres por ciento. Por cierto que no
es el casi 11% del 2008 pero no es el desastre que
algunos pronostican, o lo que es peor, parecen desear.
Y si acá viene la crisis le va a ir mal a todos, aún
hasta los que desean que venga una crisis.
Cinco y leo textual: “Un oasis en el
desierto. Uruguay resiste el temporal económico
internacional con un crecimiento económico superior a
dos dígitos.” Una nota publicada el 22 de setiembre de
2008 en El País de Madrid, en la cual se resalta que
por sexto año consecutivo la economía uruguaya se ha
expandido.
Seis, así nos ven de afuera: el
índice del clima económico en América Latina, elaborado
trimestralmente por el Instituto Alemán IFO y la
Fundación Getulio Vargas de Brasil, ubicó durante 2008
a Uruguay en el primer lugar de clima económico en
América Latina, seguido por Perú y Brasil.
Siete, un informe del Banco J. P.
Morgan, del cual da cuenta una nota publicada por El
País de aquí, de Uruguay, el 9 de febrero pasado,
sostiene textual “que las fuertes políticas llevadas
adelante por el Gobierno de Uruguay están aptas para
minimizar los riesgos de la crisis económica global y
que en 2009 Uruguay seguirá creciendo pese a la
recesión de la región”.
Ocho, Uruguay miembro titular del
Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas,
creado en el año 2006. A ese Congreso no se ingresa por
orden alfabético o de antigüedad, se ingresa por
méritos propios y reconocimiento de los demás.
Nueve, Uruguay primer país de
América Latina y el caribe en el cumplimiento de las
metas fijadas por la OEA y otros organismos
especializados en materia de Gobierno Electrónico. Esto
no es un adornito, sino que hace a la eficiencia y
transparencia de una gestión de los gobiernos y el
progreso socio económico de los países.
Diez (y ustedes van a ver con qué
satisfacción voy a leer esta parte), Uruguay primer
país de América y séptimo del mundo libre de humo de
tabaco. En estos días, la Organización Mundial de la
Salud, le va a entregar a la Ministra María Julia Muñoz
la distinción mundial por el trabajo que se ha llevado
adelante en el Uruguay, en este tema. Esto no es un
lujito en un país con índices muy preocupante de
cánceres vinculados al consumo de trabajo.
Once, Uruguay preside el Grupo de
Expertos de OEA en materia de lucha contra el
narcotráfico y el lavado de dinero e integra la
Comisión de las Naciones Unidas especializada en
Estupefacientes. A esos cargos, que no son del
funcionario de turno sino que son del país, no se
accede así nomás.
Doce, Uruguay primer país del mundo
con sistema de identificación individual obligatoria
del ganado bovino, trazabilidad, lo que permite acceder
a los mercados cárnicos más exigentes.
Y trece, Uruguay logra la
calificación más alta entre 60 países productores de
alimento, en una auditoria realizada por la
Organización Mundial de Sanidad Animal. Así nos están
viendo desde afuera.
Uruguayas y uruguayos, acá estamos,
pero ello no debe entenderse como “hasta aquí
llegamos”.
Aún restan doce meses al actual
período de gobierno. Tiempo más que suficiente para
hacer muchas cosas y vaya si hay muchas cosas por
hacer. Vaya si es posible profundizar los cambios en
curso, encarar otros desafíos o abordar nuevos
emprendimientos. Hay que seguir y vamos a seguir
gobernando hasta el último día como corresponde del
mandato que ustedes nos dieron. A) Seguiremos con una
política económica pautada por nuestro compromiso
programático de compatibilizar la responsabilidad
fiscal con la imprescindible transformación productiva
y social que requiere nuestro país. B) Seguiremos
mejorando la infraestructura y servicio del país.
Profundización del canal de acceso al Puerto de
Montevideo, ampliación del mismo con un nuevo muelle,
inauguración de la nueva terminal del Aeropuerto
Internacional de Carrasco, saneamiento en la Ciudad de
la Costa, conexión costera sobre el Arroyo Garzón,
interconexión eléctrica con Brasil, asunto que trataré
el próximo martes con el Presidente Lula. No nos vamos
a retraer en los trabajos que tenemos. Vamos a salir de
esta crisis adelante trabajando, enfrentándola,
comprometiéndonos, mirándola con optimismo, con fuerza,
vamos uruguayos que podemos, los uruguayos podemos,
claro que podemos. Dentro de pocas semanas vamos a
inaugurar la Torre Ejecutiva, el ex Palacio de
Justicia, nunca terminado durante décadas, dentro de
semanas estará liberado al uso público. Dentro de
algunos meses, en este período de Gobierno se van a
abrir las puertas de la nueva sala del Sodre, la vamos
a abrir después de varios años, décadas que no se
hacía. El Edificio Libertad se transformará en un
centro hospitalario para atender toda la patología
traumática. Y con alegría anuncio que en el correr de
este año inauguraremos el Instituto Nacional del Cáncer
para que los enfermos más pobres del país y que venían
a internarse, y yo lo sé, lo digo porque lo viví, en
galpones tirados, en colchones orinados y sucios van a
tener un local adecuado, sano, como debe ser, para
tratar dignamente a estos enfermos. Y esto se lo quiero
agradecer públicamente, porque lo hicimos con la
donación y la colaboración del gobierno de la República
Bolivariana de Venezuela y con el pueblo venezolano que
donaron U$S 3:000.000 para hacer esta obra. Y esto no
son versos ni promesas electorales, estas son acciones
del gobierno que se han llevado adelante entre todos
los uruguayos. C) Continuaremos gestionando el acceso
de nuestros productos a nuevos mercados y, como factor
clave para ello, consolidaremos el status sanitario del
país ubicado ya entre los mejores del mundo. Seguiremos
apostando a la innovación, a la ciencia, y a la
investigación. Por todo esto, porque como decía bien
don Alexis de Tocqueville: “a medida que la economía
de una sociedad mejora, las desigualdades se hacen más
insoportables”. Esto nos obliga a trabajar cada vez
más. Cuanto más mejoramos nuestra economía, más tenemos
que trabajar para enfrentar y derrotar las
desigualdades. Por eso, porque es necesario y posible
crecer y distribuir a la vez mejor de lo que hemos
hecho hasta ahora, continuaremos el proceso de
transformación democrática al Estado porque los países
se enriquecen de la mano del mercado, pero distribuyen
la riqueza de manos del Estado mediante políticas
públicas fuertes, eficaces y eficientes. Seguiremos
con el Plan de Equidad porque la igualdad no se espera,
se construye y porque los países avanzan cuando nadie
se queda atrás, cuando todos somos iguales ante la ley
pero todos, sobre todo, somos iguales ante la vida.
Queremos equidad, equidad territorial, equidad.
Equidad territorial, equidad
intergeneracional y equidad de género. Esto lo dije al
final, no por considerarlo menos importante, sino
porque estamos en la víspera del Día Internacional de
la Mujer. Desde aquí nuestro saludo a todas las mujeres
uruguayas. Nuestro reconocimiento a su confianza y a su
esfuerzo y nuestro compromiso en la lucha contra la
violencia de género, contra el tráfico y la explotación
sexual, contra la discriminación explícita o solapada
que aún existe en todos los niveles de la sociedad.
Vamos a seguir con el Sistema
Nacional Integrado de Salud. ¿Cómo no continuar con una
política que ya ha hecho realidad la cobertura médica
integral de más de 700.000 uruguayos que no la tenían?
No la tenían y hoy esos 700.000 uruguayos la tienen.
Entre ellos, 435.000 menores de 18 años y 20.000
mayores de 65 años. ¿Cómo no profundizar, uruguayas y
uruguayos, un sistema que ya ofrece gratuitamente,
gratis, controles preventivos a bebés menores de nueve
meses, a madres embarazadas y a enfermos diabéticos,
así como mamografías y papanicolao gratis?
Sería bueno, me parece a mi muy
humildemente, que sería bueno, que quienes ahora
preguntan “¿por qué una tecnología sofisticada como el
PET Ciclotrón debe estar antes en el sistema público
que en el privado?” se preguntaran, por un instante,
solamente, se preguntaran: “¿por qué estas prestaciones
que ahora se ofrecen gratuitamente a la población no se
ofrecieron antes?” No son tan caras ni tan complejas.
Sería bueno que quienes pronosticar
urbi et orbi el derrumbe del sistema nacional de salud
ante la estampida que iba a provocar la apertura del
corralito mutual, ahora dijeran algo. 20.000 personas
decidieron en todo su derecho cambiar de mutualista o
irse de ASSE hacia las mutualistas. ¿Y qué? ¿Hubo algún
tumulto? ¿Alguna mutualista colapsó por esta medida?
También hubo agoreros que pronosticaron que el sistema
se caía en pedazos. Y ahí está, vivito y coleando.
Uruguayas y uruguayos, una cosa es
tomarse la vida en serio pero otra, no muy saludable,
por cierto, es andar como dice mi querido compañero y
amigo Mario Delgado Aparaín: “andar tragedeando la
vida”.
Cuatro: seguiremos aportando
soluciones habitacionales para alcanzar 45.253 en
febrero de 2010 y se habrán construido, también, 978
viviendas para pasivos. Seguiremos con el Plan CEIBAL.
El Plan CEIBAL es mucho más que una maquinita. Es una
revolución profunda de esas que hacen temblar hasta las
raíces de los árboles y cuya mención, en su momento,
tanto escándalo provocó. Claro, no entendieron. Algunos
no entendieron lo que queríamos decir cuando decíamos
que iban a temblar hasta las raíces de los árboles.
Capaz que andan por ahí, en algún parque público
haciendo un pozo al lado de un árbol, para ver cómo
tiemblan las raíces. Con estas cosas, como el Plan
CEIBAL, es que en una sociedad tiemblan hasta las
raíces de los árboles.
Ya se han entregado 180.000 equipos
y van a tener todos los niños escolares del interior
del país, de Montevideo, de Canelones y sus maestros
las computadoras. Y dentro de pocas semanas, en abril,
comenzaremos a distribuir máquinas especialmente
diseñadas para escolares con discapacidad visual. Los
niños que no ven también tendrán su computadora.
En el Uruguay, hoy todos tenemos
derecho. Vamos a seguir promoviendo derechos. Porque
los derechos son instrumento para dignificar la vida de
la gente. Los derechos son la ética de la democracia. Y
como la democracia no se construye sobre el olvido ni
sobre la impunidad, seguiremos trabajando por verdad y
justicia en lo que refiere a las violaciones a los
derechos humanos, acaecidos durante el último período
dictatorial que padeció nuestro país.
Y voy a dar una primicia. Bien
fresquita, de ahora, de hace unas pocas horas. Podemos
anunciar que gracias al trabajo paciente de la
Cancillería y de nuestro Embajador en Italia, Doctor
Alberto Breccia, el Ministerio de Justicia Italiano ha
dictado una resolución por la cual dispone que se
proceda penalmente contra el señor Jorge Néstor
Tróccoli Fernández, que se proceda por los hechos
contenidos en la solicitud formulada por nuestro
Juzgado Letrado de Primera Instancia en lo Penal de 19º
Turno.
Cuando dije último período
dictatorial, no sólo lo dije por reciente, sino también
por Nunca Más. Nunca Más, pero con memoria, con verdad,
con justicia y reparación. Tal es nuestra convicción y
nuestro compromiso.
Uruguayas y uruguayos, esto yo sé
que se ha hecho largo. Pero es muy difícil resumir
cuatro años de gestión en unos pocos minutos. Es muy
difícil. Podríamos seguir enunciando continuidades y
profundizaciones de los cambios en curso, pero quiero
referirme a algunas novedades que en rigor no son
tales, pero a las cuales asignaremos especial atención
en los meses venideros.
Una de ellas es, obviamente, la
crisis financiera global, una crisis sin precedentes y
cuyas consecuencias y duración aún es arriesgado
predecir.
Ante esta crisis unos dicen que el
capitalismo se enloqueció y no sabe a quien culpar por
su locura. Mientras que otros han propuesto que los
economistas de la Escuela de Chicago, debieran devolver
el Premio Nóbel que en su momento recibió Milton
Friedman. No vamos a entrar en esa polémica, pero algo
está claro: colapsó el paradigma neoliberal. Se acabó
el tiempo en que la economía familiar se comportaba
como una empresa, las empresas como bancos y los bancos
como fondos de riesgo. Se terminó.
Y se terminó como lo estamos viendo,
lamentablemente. La salida a esta crisis no será ni
inmediata ni fácil y Uruguay no es ajeno a esta
situación. Uruguay no está en la luna, está acá en la
tierra. Si es una crisis global, sistémica, la vamos a
vivir todos.
Pero el Uruguay está muy bien
preparado. La vamos a vivir, nunca lo negamos, nunca,
eh. La vamos a vivir y ya hemos tomado medidas. La
veníamos piloteando esta crisis, desde junio del año
pasado y tomamos medidas desde mucho antes para
fortalecer al país. Disminuimos muchas
vulnerabilidades, esto nos permite encarar mucho mejor
la crisis que está llegando. La salida no va a ser
inmediata ni fácil y Uruguay no está ajeno a esta
situación.
Hay que tenerlo en cuenta. Hay que
ser muy cuidadosos. Pero no hay que ser miedosos, ni
quedar paralizados, ni caer en el dramatismo, ni
sembrar dramatismo. No somos indiferentes a la crisis
financiera global, pero no estamos indefensos ante la
misma. Resulta imprescindible tomar conciencia del
cambio de escenario mundial y de las restricciones que
ello nos impone, lo que inevitablemente nos exige ser
más prudentes aún con el gasto, exigiendo ahorros a los
Ministerios y las empresas públicas, cuidando lo
logrado y protegiendo los gastos prioritarios ya
comprometidos con los que vamos a cumplir.
Resulta imprescindible, también,
proteger el trabajo y los ingresos de los uruguayos.
Ello supone también combatir el peor impuesto que
existe. Ese impuesto, no se llama Impuesto a las Rentas
de las Personas Físicas, se llama inflación.
Ya hemos tomado algunas medidas al
respecto: medidas monetarias, fiscales, comerciales,
acuerdo voluntario de precios, monitoreo de los mismos,
información a los consumidores, etc. Los resultados
están a la vista, la deflación registrada en febrero
que mencionamos anteriormente es uno de esos resultados
y, además, tranquilizante, por cierto. Pero no
dudaremos, ni un instante, en tomar todas aquellas
medidas necesarias para combatir este impuesto que
afecta principalmente a la población de menores
recursos. No serán esta vez los asalariados quienes
paguen el costo de una crisis financiera internacional;
no serán los trabajadores.
Un apunte respecto a los efectos
inexorables, pero amortiguados, que estimamos tendrá la
crisis financiera global en Uruguay. En materia fiscal,
uruguayas y uruguayos, no estamos en condiciones de
adoptar más medidas económicas contra cíclicas, pero
fruto de lo realizado hasta el momento, estamos en
condiciones y podemos asegurar que vamos a evitar caer
en políticas pro cíclicas del pasado que terminaban en
un ajuste fiscal que ahogaba a los que menos tenían.
Otra problemática que requiere
especial atención es la abarcada en la expresión cambio
climático. El cambio climático no es un fenómeno
inédito y tampoco es un problema por venir o ajeno a
nuestro país. Ha habido muchos, en los más de cuatro
mil millones de años que se estima tiene nuestro
planeta y varios de ellos fueron tremendos. El cambio
climático que está ocurriendo se manifiesta en Uruguay
en un gradual pero constante aumento de la temperatura,
del nivel del mar y de las lluvias respecto a comienzos
del siglo XX, así como en una mayor frecuencia e
intensidad de ciertas emergencias climáticas: sequías,
inundaciones, tornados, granizadas, etc.
Tales manifestaciones repercuten, a
su vez, en el hábitat y la salud de las personas, en la
infraestructura, en el sistema productivo, en la
actividad económica del país y, en definitiva, en sus
posibilidades de desarrollo. De nada sirve negar o
minimizar el cambio climático, ni acordarse de Santa
Bárbara cuando truena.
Pero tampoco sirven las visiones
apocalípticas de este fenómeno. Al fin y al cabo, es el
resultado directo e indirecto de la actividad humana.
Es necesario sí, diseñar e instrumentar una estrategia
de adaptación y mitigación, esto último ya lo estamos
haciendo, para responder a los cambios que ya se han
constatado y a los que sabemos que vendrán.
La complejidad del desafío planteado
y la necesidad de resolverlo adecuadamente implican
miradas diversas y compromisos de largo plazo Políticas
de estado que, en tanto tales, trascienden las
competencias del Gobierno y los límites temporales de
su mandato, que requieren la participación y el apoyo
del sistema institucional y político, de la comunidad
científica y educativa, de los agentes económicos, del
mundo de la producción y el trabajo, de las
organizaciones gremiales, de movimientos sociales, en
fin, de todos los uruguayos.
No partimos de cero. Uruguay ya ha
trabajado en este tema. Uruguay aprobó en el 92 y
ratificó en el 94 la convención marco de las Naciones
Unidas sobre Climático, Es parte del protocolo del
Kyoto de 1997 y de otros acuerdos internacionales.
Ha realizado avances normativos de
significación en este último tiempo. Entre ellos, las
leyes de protección del medio ambiente y de
ordenamiento y desarrollo territorial sostenible, los
decretos referidos a gestión de residuos de envases, el
Sistema Nacional de Áreas Protegidas, etcétera.
Pero es necesario hacer más, en
todos los ámbitos y entre todos. Por eso, el próximo 17
de marzo yo mismo concurriré a una sesión del Congreso
Nacional de Intendentes que se realizará en el marco de
la Expoactiva 2009, para presentar lo que tal vez
podría ser una propuesta preliminar de Agenda Nacional
para el Cambio Climático y para el estudio de nuevos
procedimientos, producción que estamos elaborando a
nivel del Poder Ejecutivo.
Ese material no es un tratado
científico. No tiene carácter fundacional ni ecuménico,
ni es finalista. Es, si se quiere, un modesto pero
inexcusable aporte inicial del Gobierno a una tarea
que, reitero, involucra a toda la sociedad.
Por eso lo presentaremos ante el
Congreso Nacional de Intendentes en el marco de una
exposición directamente vinculada a la producción y a
la innovación, en el departamento de Soriano.
En estrecha relación con lo
anterior, uruguayas y uruguayos, podríamos hablar de
una tercera novedad: el Plan Estratégico de Desarrollo
Energético, aspecto clave en cualquier estrategia de
desarrollo sustentable. A partir de un estudio
prospectivo detallado sobre oferta y demanda energética
del Uruguay hasta el año 2030, encararemos un plan que
asegure, diversifique la matriz energética, asegure el
suministro y la eficiencia energética, priorice las
nuevas tecnologías y los recursos renovables y preserve
el medio ambiente.
Sin energía no hay desarrollo
posible, pero la disponibilidad de energía por sí sola
no asegura el desarrollo. Hay que trabajar en esto, y
lo estamos haciendo y lo seguiremos haciendo con
responsabilidad de país y sentido progresista.
Ya hay una comisión multipartidaria
de técnicos que está estudiando si es viable o no
utilizar la energía nuclear para generar energía
eléctrica en el Uruguay. Sí o no, lo veremos entre
todos los uruguayos.
Y también se ha lanzado a nivel
internacional, licitaciones para interesados que
quieran explotar, ver, hacer la prospección del mar
territorial uruguayo porque posiblemente, casi
seguramente el mar territorial uruguayo, dentro del
territorio soberano del Uruguay existan grandes
reservas de gas natural y quizás también de petróleo. Y
esta también es una muy buena noticia para los
uruguayos y para el Uruguay del futuro.
Una cuarta novedad a la que quiero
referirme es el denominado Plan CARDALES. La sigla,
inspirada en el nombre de la localidad pionera del Plan
Ceibal, significa Convergencia para el Acceso a la
Recreación y al Desarrollo de Alternativas Laborales y
Emprendimientos Sustentables.
Pero más allá de ese titulo
interminable, el Plan CARDALES consiste en implementar
un sistema que permite poner a disposición de todos los
hogares uruguayos servicios de Internet, televisión
para abonados y telefonía a un precio inferior al de la
suma de cada uno por separado.
Dado que hay un importante número de
hogares uruguayos que no accede a varios o a ninguno de
estos servicios, el Plan pretende constituirse en el
vehículo a través del cual se asegure la conectividad y
se brinde un servicio convergente básico de calidad a
todos los hogares uruguayos.
Este tipo de experiencia no es nuevo
a nivel mundial, pero el Plan CARDALES se propone
convertir al Uruguay en el primer país totalmente
conectado y convergente.
Para dar cumplimiento a tal
objetivo, el Plan prevé la coordinación de acciones
entre agentes públicos y privados, porque naturalmente,
un emprendimiento de este tipo requiere inversiones y
financiamiento. El Estado sólo no lo puede hacer y si
lo hacen los privados, lo van a hacer para sólo un
sector de la sociedad: el que puede pagar. Nosotros
queremos llegar, con un procedimiento mixto, a toda la
sociedad. Igualdad de oportunidades para todos.
Podrá decirse que esto es un lujo,
pero no. También se dijo, allá por la década del ‘30 o
el ‘40, cuando ingresó la radio al Uruguay, que ese era
un lujo para unos pocos. Pero fue una necesidad para
todos los uruguayos y la tuvieron todos los uruguayos,
cuando se desarrolló en el tiempo. También se dijo que
la televisión, allá por la década del ‘50 del siglo
pasado, ingresó al Uruguay, que era un lujo para unos
pocos. Felizmente hoy está extendida a gran parte de la
sociedad. Esto tampoco es un lujo.
En el mundo actual la conectividad
de los hogares, el acceso al mundo de las tecnologías y
de la información y del conocimiento, no es un adorno
del desarrollo, sino que constituye el núcleo del
desarrollo.
Queridas uruguayas y queridos
uruguayos, aquí estamos y así seguimos. Haremos más,
porque creemos en el futuro, creemos en la sociedad y
creemos en la posibilidad de un futuro compartido. Eso
al fin y al cabo, son las Naciones, un proyecto de
futuro compartido. Y como el presente es futuro que ya
llegó, acá estamos. Y hay que seguir.
Seguiremos incluso en un año en el
cual los uruguayos tendremos que dedicar tiempo y
atención para tomar algunas decisiones muy importantes.
Porque elegir al próximo Presidente de la República, al
próximo Vicepresidente de la República, a los
integrantes del próximo Parlamento Nacional, no es un
detalle menor si se tiene en cuenta que los candidatos,
más allá de su importante significación como
individuos, expresan las propuestas programáticas, los
compromisos de gobierno y las estrategias de país de
sus respectivas colectividades. Por razones obvias, no
incursionaré en el terreno político electoral, pero
como Presidente de la República, en el marco de las
competencias del cargo que ejerzo y por una razón de
elemental respeto a la confianza y al mandato que
ustedes han depositado en mí, quiero decirles lo que
ustedes ya saben.
Porque lo dije el 1º de marzo de
2005, al declarar fidelidad constitucional ante la
Asamblea General del Poder Legislativo: que trabajaré
al extremo máximo de mis aptitudes, potestades y
posibilidades, para garantizar a todos y cada uno de
los uruguayos, el pleno ejercicio de sus derechos
ciudadanos. El derecho al libre pensamiento, a la libre
información, a la libre expresión, al respeto y a la
tolerancia y no vamos a tolerar a nadie que quiera
pisotear éstos derechos.
Seremos implacables a quienes no
quieran respetar el derecho de todos los ciudadanos a
expresarse libremente, con respeto y con tolerancia.
Así lo he hecho, desde aquel lejano 1º de marzo de 2005
y así lo haré hasta el último día del mandato con el
que ustedes me han honrado.
Queridos compatriotas, probablemente
ésta sea la última vez que me dirijo a ustedes como el
Presidente de la República en el actual período de
Gobierno. Aquí estoy terminando mi comparecencia
pública. Aquí mismo, en este mismo lugar, la empecé
cuando participé por primera vez en un acto público de
masas, hace veinte años. Permítanme, entonces,
confesarles algo: si algún orgullo he sentido en estos
cuatro años, es el orgullo de ser el Presidente de
todos los uruguayos, de los blancos, de los colorados,
de los frenteamplistas, de los independientes, de
todos, de los que no tienen partido político. Pero como
el orgullo por sí solo no sirve para mucho, también he
sentido el agradecimiento, el compromiso y la
responsabilidad de ser el Presidente de todos los
uruguayos. Y hoy poder decirles que les agradezco,
porque aquel 1º de marzo de 2005, en las escalinatas
del Palacio Legislativo, les pedí “no nos dejen solos”
y nunca nos han dejado solos. Muchas gracias, muchas
gracias.
Por eso, sin renunciar a mis señas
de identidad y sin ignorar los buenos deseos o
legítimos intereses de cada uruguayo, mis decisiones y
acciones apuntan a lo que nuestro país necesita y a lo
que podemos hacer entre todos. Y ¡vaya, si hemos hecho
cosas entre todos! ¡Vaya, si estamos avanzando juntos!
Estos avances nos han traído hasta
aquí, pero hay que seguir adelante y vamos a hacerlo
como hasta ahora, con ese aire sencillo tan propio de
los uruguayos. Tenemos un hermoso país, uruguayas y
uruguayos. Hagámoslo mejor aún. Tenemos un país de
escala humana, consolidémoslo como país de desarrollo y
bienestar humano. Tenemos un país con historia, pero
tenemos derecho a un país con futuro. Ello implica una
responsabilidad colectiva, porque la construcción del
futuro nos involucra a todos, pero especialmente a los
jóvenes. Tenemos una juventud preciosa. Tenemos
científicos jóvenes de primer nivel. Tenemos jóvenes de
cultura, tenemos jóvenes músicos y cineastas jóvenes
reconocidos mundialmente. Hasta tenemos una campeona
mundial de boxeo juvenil.
Y tenemos, uruguayas y uruguayos,
ese formidable semillero que son, lo voy a decir por
primera vez, los ceibalitos. Ese semillero está
germinando y con él crece el Uruguay del futuro “desde
el pie”, como cantaba Alfredo Zitarrosa. Tenemos muchas
razones por las cuales podemos sentir orgullo,
compromiso pero también hoy podemos sentir confianza y
tener esperanza.
Permítanme resumirlas en una sola y
única razón que también está acá: una razón que tiene
cuatro franjas azules sobre un fondo blanco y un sol
radiante en el ángulo superior izquierdo. Es esa
bandera uruguaya que nos cobija a todos, que cobija a
este hermoso país, que es hermoso.
Piensen por un momento, uruguayos,
recuerden aquella canción que dice: “en el Uruguay,
cuando empieza a amanecer y aclararse el horizonte y se
empieza a dibujar el negro perfil del monte”.
Recuerden, uruguayas y uruguayos, lo hermoso que es
nuestro país. Arriba el Uruguay. Arriba esa razón.
Arriba esas banderas uruguayas. ¡Vamos uruguayos!
Levanten esas banderas que desde lejos las quiero ver.
Levanten esas banderas, uruguayos. Hasta siempre. ¡Viva
el Uruguay! |